Capítulo 3

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Ha pasado un mes desde mi última muerte, he combatido con uno 5 monstruos más, esta vez con la colaboración ocasional de Tuxedo Mask. Puede que Tuxedo Mask no aparezca en todas mis peleas, pero cuando aparece es de gran ayuda.

-"Ángel cabeza de chorlito, ¿A dónde vas?" Preguntó Darién.

-"Iré por mi hermano, pero no es asunto tuyo, tonto". Dije fingiendo molestia.

Por algún motivo hemos seguido molestándonos de esta forma después de nuestra cita, a veces hablamos con tranquilidad en el Crown Center, pero ninguno de los dos se atreve a nombrar nuestro viaje al parque de diversiones.

Supongo que no estamos listos para hablar, o por lo menos yo no lo estoy, especialmente después de las indirectas de Molly sobre los besos. Sinceramente no logro identificar lo que siento por Darién y quiero tomarme sea lo que sea que sucede entre nosotros con calma.

"Vamos, Luna". Hablé antes de empezar a caminar tras una rápida despedida.

-"Sigo sin entender esa extraña relación suya. Tuvieron una cita, algunas veces se tratan como si no se soportaran, pero les gusta pasar tiempo juntos". Comentó Luna.

-"Es complicado. Él me hace sentir de una forma extraña, me pongo nerviosa y sin darme cuenta empezamos a molestarnos. Creo que a él le pasa lo mismo". Expliqué levantando a Luna para meterla en mi bolso, montar al bus y tomar un comic para leer por algún tiempo.

-"Serena, esta es la parada". Informó y automáticamente me levanté y corrí hasta la salida antes de que el bus arrancara nuevamente. Saqué el mapa que mi mamá hizo y empecé a caminar hasta que escuché un estruendo cerca de un parque.

Sorprendentemente vi una limosina estrellarse a toda velocidad contra un poste de luz y empezó a salir humo del motor. Por instinto solté mis cosas y corrí hacia la limosina. Me asomé por la ventana del conductor, pudiendo observar al conductor inconsciente y en el fondo pude ver a una chica de cabello largo negro y a un hombre con traje. Logré abrir la puerta del conductor con facilidad y gracias a mi práctica como sailor, pude sacarlo, notando la repentina aparición de fuego en el motor. Entré al asiento del conductor y noté al hombre de traje despertar.

-"Abre la puerta trasera. Por favor". Pedí y el hombre aturdido siguió mi indicación, quitando el seguro de la puerta. Corrí hacia su lado y lo ayudé a salir, para mi fortuna él podía caminar cojeando un poco y lo dejé al lado del conductor.

-"Mi hija, sácala de ahí". Murmuró antes de perder nuevamente la consciencia.

-"La traeré enseguida". Contesté para luego correr hacia la limosina. Vi a una joven de mi edad de largo cabello negro y los ojos entreabiertos, dejando a la vista unos aturdidos ojos de color violeta. "Todo estará bien". Hablé con tranquilidad mientras me metía y la abrazaba para recostarla sobre mi cuerpo, la arrastré fuera de la limosina, notando la presencia de otras personas alrededor del lugar. "¡Llamen ambulancia!" Pedí a los presentes y como era de esperarse escuché una explosión que provenía de la limosina, causando el miedo de los presentes. "¡Ayuda médica! ¿Hay alguien que pueda ayudarme?" Repetí con claridad y nadie se movió.

Parece que me toca a mí con mi experiencia autodidacta en lo que respecta a tratar heridas siendo una sailor.

Corrí hacia mi bolso y saqué mi botiquín de primeros auxilios. Primero inspeccioné a la muchacha, quien parecía estar bien exceptuando una hemorragia en la pierna derecha, una muñeca visiblemente inflamada y un golpe en la cabeza. La hemorragia en la pierna parecía bastante peligrosa, así que tomé un vendaje grueso y apliqué un torniquete.

-"Trata de mantenerte despierta. No cierres los ojos". Le pedí a la chica semiconsciente, quien a pesar de su estado me dio una mirada de determinación.

La luz siempre regresaWhere stories live. Discover now