La luz siempre regresa

Capítulo 4

Ha pasado casi una semana desde que conocí a Serena y me convertí en una Sailor Scout que debe luchar contra un enemigo desconocido que está atacando la ciudad. Sorprendentemente a pesar de todo el problema de unirme a un grupo de chicas mágicas, debo admitir que me siento feliz de haber ganado una gran amiga como Serena.

-"Has estado muy animada últimamente". Dijo mi mamá llamando mi atención. "¿Algo bueno sucedió?" Preguntó con intriga sirviéndome el desayuno y yo me limité a asentir.

-"Conseguí una amiga real". Contesté con satisfacción.

Finalmente había conseguido una amiga real, no una chica que hable conmigo solo para copiar mi tarea y hablar mal de mí a mi espalda.

-"Eso es maravilloso ¿Cómo es esa nueva amiga tuya?" Preguntó visiblemente feliz y en ese momento recordé lo que Serena me había dicho en nuestro primer encuentro.

Ella conocía a mi mamá.

-"La conoces. Creo que fuiste el motivo por el cual decidió hablar conmigo, aparentemente le causaste una buena impresión porque le disto un dulce en la calle". Comenté captando la atención de mi mamá, quien me veía como si hubiera dicho algo extremadamente importante.

-"¿Es una chica de tu edad, amable, alegre, de cabello largo dorado y ojos azules?" Preguntó con lentitud y yo me limité a asentir. "Esa chica es un regalo del cielo, me sigue ayudando incluso cuando no la veo ¿Crees que la puedas traer aquí después de clases? Tengo mucho que agradecerle". Dijo con seriedad, luciendo bastante interesada en ver a Serena.

-"¿Por ser mi amiga?" Pregunté con algo de dudas. "Eso sería bastante vergonzoso". Y ella rió como si hubiera dicho alguna tontería.

-"¿Recuerdas esa vez hace algunos meses que intentaron secuestrarme?" Yo asentí con lentitud.

Recuerdo que recibí una llamada a la escuela y unos policías me llevaron a mi casa, mi mamá parecía francamente miserable hasta que atraparon a los culpables. No pude ir a clases por un mes porque mi madre estaba preocupada por mi seguridad y recibí clases particulares por todo ese tiempo.

El hombre que contrató a los hombres que intentaron secuestrar a mi madre, era uno de los accionistas del hospital y lo hizo porque quería sacar a mi mamá del camino. Confesó querer. Por suerte él terminó en la cárcel y sus acciones se distribuyeron entre amigos de mi mamá.

-"¿Qué tiene que ver Serena con eso?" Pregunté sin entender hacia donde iba esta conversación.

-"Es por ella que estoy aquí, contigo". Respondió con suavidad haciéndome estremecer. "Ella me liberó de esos rufianes, me ayudó a escapar y me llevó hacia la estación de policías. Ella parecía estar dispuesta a recibir los disparos por mí". No pude evitar sentir terror al escuchar esa parte.

Debe estar confundiéndola con alguien más. Serena es muy amable y le gusta ayudar personas, pero esto es demasiado, especialmente porque yo sé que esto fue antes de que ella se convirtiera en una sailor.

-"Tal vez se trate de otra persona. Quiero decir, Serena es muy buena persona, pero es imposible que sea ella. Ella se queda dormida en clases con frecuencia, es algo llorona, miedosa y no es muy atlética". Dije recordando a Serena llorando al tropezar, asustándose por un par de bichos que aparecieron durante el almuerzo de ayer y cuando la vi recibir un balón con el rostro en gimnasia.

Ella no es el tipo de persona que haría algo similar.

-"Amy, no está bien menospreciar a tus amigas simplemente porque son diferentes a ti. Debes valorar más a tus amigos y darles el respeto que se merecen". Me regañó con seriedad sorprendiéndome enormemente. La última vez que me habló de ese modo fue cuando era una pequeña.