Evans, como dice llamarse, dice que todo empezó hace casi un año, el es herrero y como todos los días salió a trabajar, dejando en casa a su esposa y su pequeño hijo de dos años.
Ese día, después de trabajar iba llegando a su casa cuando pudo notar que la policía estaba en su casa, tenían todo acordonado, de inmediato supo que algo estaba mal, al intentar entra a su casa la policía le preguntó si vivía alli, al confirmarlo le dijeron que debería tener mucha calma, al imaginarse lo peor, entró para darse cuenta de que sus peores temores eran ciertos, su esposa y su hijo estaban muertos.
Él colapsó, luego tuvo un ataque de ira, quería saber que había pasado, quien había hecho tal cosa, exigía respuestas, los policías trataban de calmarlo pero era inútil, había perdido todo lo que amaba, su mundo se vino abajo, le preguntaron si tenía algún enemigo que quisiera hacerles daño, si tal vez había ofendido a alguien y quiso vengarse, pero nada de eso era posible, incluso hubo la teoría de que había sido él quien los había asesinado.
Un vecino llegó con una pista muy importante, había visto salir de la casa a tres conocidos delincuentes y drogadictos, incluso llamó a la policía para denunciar la presencia de estos hombres en el sector, pero nunca llegaron.
Se descartó que el fin fuera robar, pues no se habían llevado nada, entonces quizás quisieron abusar de su esposa y algo salio mal, pero deberían analizar el cuerpo de ella para estar seguros. Mientras tanto, evans tuvo que enterrar a su pequeño hijo, cosa que lo devastó, y al salir los resultados se pudo comprobar que si habían abusado de su esposa, incluso se encontro material genético de tres hombres diferentes, al parecer los mismos que el vecino había visto.
Y para terminar de confirmar, estos hombres habían desaparecido, la policía no pudo dar con ellos, y desde ese entonces el caso estaba sin resolver; el había estado buscándolos por su propia cuenta, y casi se dio por vencido hasta que un día en un bar, mientras bebía, vio entrar a dos de ellos, al principio no dio mucho crédito a lo que veía, pues estaba algo ebrio, pero supo que no era una alucinación, eran ellos. Desde el asesinato de su familia, llevaba consigo un arma, salió del bar y los espero en un callejón, cuando por fin salieron los acorralo con su arma, primero le disparo a uno, después le exigió al otro que le dijera el paradero del tercer criminal, y al conseguir la información, también le disparó, por último fue a donde sabía que encontraría al otro hombre y allí, enfrente de varias personas lo mató, trató de huir, pero por su estado no llegó muy lejos y la policía lo encontró.
Ya cuando estaba sobrio, se dio cuenta de su terrible error, no debió hacer justicia por su propia mano, pero ya era demasiado tarde, se fue en contra de todos sus valores y principios, sabía que debía pagar por lo que hizo, pero tenía miedo de la pena de muerte, por eso se escapó.
Después de contarle su historia a Jessika, la desamarra y le pide perdón por haberla tenido así, en contra de su voluntad, y por el miedo que le pudo haber causado, le dice que si desea puede entregarlo a la policía, ahora ella no sabe que hacer, ya duda de que la este manipulando, incluso siente pena por el, y justo en ese momento, alguien llama a la puerta
