Wanderlust. | Mike.exe × Trollino

☀ Twelve

Trollino observaba desde su comedor al rubio quien veía la televisión con suma atención, se encontraba viendo una película cualquiera, de aquellas que pasaban en una tarde de sábado. 

Dejo de lado su vaso de agua y camino hacia el rubio para sentarse a su lado. El día estaba nublado pero finalmente había dejado de llover.

No se concentró del todo en aquella película como el contrario, estaba perdido en las ideas que repentinamente inundaron su cabeza fluyendo aún ritmo acelerado.

Michael se encontraba maravillado con su mundo, se sentía como un completo idiota al recordar todas las cosas negativas que dijo e hizo contra el rubio. Entendió un poco tarde que en realidad no era malo; se había aferrado a una sola idea.

Un foco pareció prenderse arriba de el, sonrió y se dirigió a su cuarto buscando sus ahorros. Estaba por hacer algo que normalmente no hacia. Una vez lo encontró lo tomo todo y lo guardo.

Estaba por mostrarle todo lo bueno que había en su mundo.

—¡Mich!— Gritó tomando una maleta que se encontraba arrumbada en su armario.

—¿Si?— Preguntó recargándose en el marco de la puerta.

—Toma, guarda aquí todo lo necesario.— Habló entregándole la maleta al ojirubi quien le miro extrañado.

—¿Para qué?—Preguntó tomándola.

—Nos iremos de vacaciones.— Respondió sonriéndole.

El exe no pudo evitar sonreír también, pero no era por la repentina decisión del azabache sino por que nunca le había sonreído de esa manera tan bella.

—¿En serio? ¿Por qué?— Preguntó acercándose a él.

—Pues hay lugares que me gustaría que conocieras, estoy seguro que te encantarán.— Respondió sacando otra maleta para guardar sus pertenencias.

—¿Lo estás haciendo por mi?— Preguntó, el ojiazul le miro. Por primera vez sus mejillas se colorearon de un hermoso color rosa tan sutil como un clavel.

—No, en realidad quiero salir e ir a descansar.— Contestó de manera rápida, estaba mintiendo.— Corre, ve y guarda lo necesario.

—Claro.— Contestó alargando la o. En un rápido movimiento se acercó al pelinegro hasta darle un beso en la mejilla derecha.— Gracias Trolli.— Murmuro retirándose de la habitación.

El ojiazul lo miro irse sorprendido. Mordió su labio y decidió sentarse en su cama para pensar.

¿Qué demonios estaba pasando?

Tan de repente sólo pudo pensar en que esa había sido la mejor sensación que había tenido en su vida; el tener cerca a Michael le hacía sentirse feliz.

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@Globit0o