Wanderlust. | Mike.exe × Trollino

☀ Epílogo ☉

El agua que pasaba bajo sus pies.

La arena pegándose a su piel.

La brisa del mar.

El sonriendo junto a él.

[...]

—Esto es tan hermoso Trolli.— Murmuró.

—Oh si... Es hermoso.— Murmuró el ojiazul mirando de reojo al rubio.

Se adentraron al mar, sus cuerpos resentían el frío ocasionando les ligeros escalofríos a lo largo de su espalda. Fue entonces que la arena dejo de estar para sostener al exe que tomó con fuerza al pelinegro de los hombros asustado, el contrario lo noto tomándolo con fuerza de la cadera para hacerlo flota junto a él.

—Tranquilo, no pasa nada, aquí estoy.— Habló.

—¿Siempre estarás conmigo?— Pensó el rubio en voz alta, el ojiazul asintió.

Eso le dio paz a su vida, ahora nunca estaría sólo. No otra vez, ahora lo tenia a el.

Movió sus manos hasta las mejillas del pelinegro y se acercó a el hasta que sus labios se unieron. El azabache lo abrazo impidiendo aún que dejará de flotar junto a él cerrando los ojos ante ese tacto tan delicado.

Fue cuando el rubio se separo que volvió a notar la mejillas ruborizadas del contrario, las acarició sonriendo mientras que este le miraba aún sorprendido.

—¿Cómo sabes...?— No termino de preguntar.

—Los besos si existen en mi mundo, aunque son muy desagradables.— Contestó.— Te quiero Trolli.

Las olas les salpicaba a su cabello y rostro sin embargo dejaron de sentir aquel frío que se desvaneció por un calor agradable. El pelinegro asintió junto a una tímida sonrisa.

—Yo igual te quiero.— Murmuró solamente para ellos dos.

El rubio se acercó nuevamente a el uniéndose en un beso. El había tenido el privilegió de encontrar y conocer lo más hermoso de ese mundo; Trollino. Pero tenia más suerte de aquel chico tan hermoso lo quisiera a el.

¿Así era sentirse amado? Si así era, no quería dejar de sentirse de esa manera.

—¿Sabes que significa eso?— Preguntó el azabache separándose del beso.— ¿Sabes que es querer?— Preguntó un tanto asustado de que el rubio estuviera confundiendo las cosas.

—Ahora lo se.— Contestó.— Contigo lo entendí.

Ahora entendía ese mundo, ya no había necesidad de explorarlo al completo. No cuando ya entendía y se sentía bien y completo. Trollino asintió, el rubio acostó su cabeza en su hombro mientras ambos flotaban en el mar siendo llevados por las olas a algún lugar magnífico.

Fin.

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Globit0o