NOTA: Perdonen las faltas de ortografía, cambié de teléfono y aún no me acostumbro
B U C K Y B A R N E S
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La mayor parte de tu vida la habías pasado encerrada en una celda. A tus casi 20 años, jamás habías salido de ahí. Nunca habías visto la luz del sol, la luna, los árboles... no tenías ni la menor idea de cómo era el mundo porque jamás habías tenido la oportunidad de salir
Todos tus días eran iguales, te quedabas encerrada en aquella celda, solían traerte comida tres veces al día pero nadie hablaba contigo
Casi todos los días escuchabas gritos, parecían torturar a varias personas, pero tú sabías perfectamente lo que les hacían, experimentaban con ellos justo como lo habían hecho contigo años atrás. Esos gritos desgarradores eran insoportables y para no pensar en eso, cerrabas los ojos e imaginabas estar afuera de esa estupida celda
Imaginabas tener una vida normal, sabías que jamás podrías salir de ahí, sin embargo, te gustaba creer que algún día lo harías, aunque en el fondo de tu corazón sabías perfectamente que aquello no sería posible nunca
A veces te daban libros, eran muy pocas las ocasiones pero cada vez que lo hacían te ayudaba a imaginar y a aprender del mundo
Un día, tu vida cambió
Cuando lo conociste a él
Al soldado del invierno
Recordabas cada detalle de ese día. Tú estabas sentada en el suelo, como siempre, imaginando salir de ahí algún día, cuando abrieron tu celda
Volteaste tu cabeza hacia la dirección de la puerta y observaste como tres hombres entraban, dos agentes que traían cargando a un hombre con un brazo de metal, sin cuidado lo dejaron en el suelo y se fueron de ahí sin darte una explicación
Cerraron otra vez la celda y observaste al hombre tirado en el suelo, estaba inconsciente y podías ver rastros de sangre en su rostro y ropa, aunque sabías que la mayoría no era de él y un escalofrío recorrió tu espalda al imaginarlo
Pasaron horas hasta que despertó, pero tú no te habías movido de tu lugar. Lo habías observado durante todo ese tiempo, tenías curiosidad de saber quién era
