Capitulo III: Pez, el león.

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- ¿Y en serio crees que eres una chica grande?

Las mejillas de la menor tomaron un fuerte color rojo. Hasta hace unas horas estaba trabajando por algo de comer y ahora esas desconocidas hasta le habían ayudado a tomar un baño.

-Bueno cariño no queremos abrumarte ni nada, - comento Lucy dándole una mirada a su esposa en señal de que se relajara -pero si vas a quedarte no podemos tenerte con esas blusas tan grandes, iremos de compras ¿okey?

La pequeña estaba por asentir, poco convencida, pero hablo. -No.. yo no... tengo dinero.

-Eso no es algo por lo que una pequeña como tú, deba preocuparse. – aclaro la oji-marrón que sin pensarlo tomo una servilleta limpiando la salsa con la que estaba manchada la infante.

Lauren sonrió ante la escena. -Queremos ser tus madres cariño, las compras van a nuestra cuenta.

Después de eso, siguieron comiendo tranquilamente, la comida estaba deliciosa por eso la latina movía sus piernas hacia atrás y hacia adelante alegremente, la pareja estaba conteniéndose fuertemente para no ir a su lugar y comerla a besos. Unos minutos mas y terminaron de comer.

-Espera a que vaya por ti, bebe. – hablo Jauregui sin darse cuenta del pronombre y actuando por puro instinto maternal -Si saltas te puedes lastimar, y no queremos eso.

La mencionada sintió su pecho latir con fuerza ante el pronombre y el tono cariñoso con el cual le hablaban. ¿Por qué eran tan amables con ella?. La pelinegra por su parte se acerco a la menor, cargándola con cuidado sin dejarla de nuevo en el suelo.

-Amor, ponle unos calcetines, - demando la morena que recogía la mesa – no tenemos zapatos de su talla, compraremos también.

Camila por alguna razón inexplicable se sentía muy cómoda entre los brazos de la mayor e incluso se sentía... segura. La chica de ojos verdes subió con la menor hasta la habitación principal que compartía con su esposa, tener en sus brazos a la latina era de las mejores cosas que pudo sentir, era como si todo estuviese completo.

Al llegar al cuarto miro un iPad en su mesa de noche, sinceramente ella no lo utilizaba mucho, pero tenía varios juegos descargados así que tuvo una idea. Dejo a su bebe en la esquina de su cama para tomar el objeto y enseñárselo.

- ¿Quieres jugar con esto?

La infante miro el aparato con sus grandes ojos marrones, curiosa porque nunca había tenido uno de esos de cerca. Ladeo su cabeza nuevamente como una manía que parecía común para ella y Lauren se resistió fuertemente para no llenar su cara de besos.

- ¿Cómo? - indago la niña tomando tímidamente el iPad.

-Mira pasas tu dedo así, - enseño la pelinegra dando una demostración -y se desbloquea, después eliges un juego, ese es mi favorito, - aclaro dando clic en un cuadro -tienes que hacer un camino de agua para que el cocodrilo se bañe. ¿Quieres intentarlo?

-Si. - asintió contenta trazando un camino con su dedo hasta que el cocodrilo contento tomo su ducha, las facciones de la menor se alegraron con una gigante sonrisa -¡Lo hice, ¿lo vio, señorita?!

-¡Lo vi!- festejo la mayor junto a ella -Lo hiciste increíble cariñ...

-Lauren ¿Por qué la niña aún no tiene calcetines puestos? - pregunto Lucy que venía entrando a la habitación.

-Voy por ellos. – respondió la oji-verde caminando hacia el vestidor y abriendo un cajón para sacar un par de calcetines blancos. -Le mostraba como jugar con el iPad.

Nuestra bebé (ABDL)Where stories live. Discover now