Capítulo 3

2.7K 135 5
                                    


Sage atravesó el jardín de la bastante bonita casa de sus padres mientras era perseguida por dos mujeres de limpieza que gritaban su nombre. Sus padres no estaban y su pequeño hermano se encontraba de campamento. Era el momento ideal para sacar sus cosas e irse. Cargó con dificultad el último maletín que faltaba hacia el portón de salida y volteó a mirarlas.

— ¡Díganle que no volveré jamás! —gritó bastante dramática antes de darles la espalda y echarse a reír. Ambas mujeres se escandalizaron con cada cosa que Sage les decía mientras sacaba sus maletas y eso le divertía.

Harry y ella habían decidido mudarse tan pronto como tuviesen oportunidad y a decir verdad era la época perfecta, Sage acababa de salir de vacaciones por lo cual tenía un par de meses para chantajear a sus padres antes de que estos se reúsen a pagar su inscripción universitaria entrante y le quitasen todos sus privilegios.

El departamento de Harry era bastante amplio, considerando el diminuto tamaño que tenían la gran mayoría de ellos en la ciudad, y se situaba en una bonita zona de Nueva York. Era moderno y acogedor, bastante bonito a decir verdad, iba acorde con los gustos de ambos. Contaba con dos habitaciones, pero una de ellas la ocuparía Harry como una pequeña oficina y permanecería bajo llave. Sage sabía que él trabajaba para el departamento de criminología en la ciudad de Nueva York y que había cosas que ella simplemente no podía saber, Harry tampoco compartía mucho y ella no le tomaba importancia. Las conversaciones entre ellos giraban en torno a todo menos su trabajo.

Se habían instalado improvisadamente en la habitación principal puesto que era su primer día ahí. Así es, tan pronto como le dieron las llaves del departamento fue a buscar a Sage y esta alistó sus maletas.

Sage sostuvo una liga entre sus dientes mientras peinaba su cabello. Harry llegó pronto sosteniendo baldes de pintura y con poco esfuerzo los colocó sobre la mesa. El color de la sala no le convencía mucho que digamos, por lo que había salido a comprar colores nuevos, no era amante de la tonalidad de marrones combinados ya que se le hacían demasiado aburridos.

— ¿Gris o blanco? —Palmeó sobre la tapa de cada uno.

— ¿Qué son esos? —Preguntó ella más interesada en los colores brillosos que sobresalían de la bolsa.

—Me las regalaron por comprar los otros galones, también traje un par de brochas—Dijo observándolas de reojo y volviendo hacia el balde que acababa de abrir.

La muchacha se agachó volviendo a subir con un par de frascos pequeños. Destapó el primero, Harry se acercó a ella con una brocha, mientras ejercía el acto inmediato de besar su mejilla por unos largos segundos, ella rio sin notar que hundía un dedo en el pote y manchaba su otra mejilla, luego se alejó sonriendo.

—El azul te queda bien—Dijo y se volteó para empezar a pintar su pared. Le dio la espalda mientras reía por lo bajo.

—Hey Haz...— Lo llamó. El musitó mientras volteaba a verla.

Su mejilla chocó contra la brocha que esperaba pacientemente sobre su hombro. Harry se unió a la risa de su novia y la miró vacilante.

Ella conocía bien esa mirada. Acababa de desatar una guerra.

— ¡Haré lo que quieras! — Soltó al ver que Harry no dudaría ni un segundo en tirarle el balde de pintura que levantó de la mesa.

—Bien te doy 3 segundos para que lo hagas, quítate eso— Ordenó, inclinando la cabeza en dirección al viejo camisón que llevaba puesta.

— ¡Esto es un abuso! —Se quejó ella empuñando las manos a sus costados.

—Uno...—Comenzó a contar.

—Harry...—Suplicó. Ya tenía varias de sus extremidades manchadas.

—Dos...—La ignoró. Comenzó a balancear el balde de atrás hacia adelante.


­<<Siempre buscas la forma de quitarme la ropa>>


— ¡Tres!

— ¡Ya está! — Lo detuvo. La observó satisfecho pero poco le importó, dos segundos más tarde estaba bañada en pintura.

Harry asintió positivamente ante lo que sus ojos veían. De pronto soltó el balde sobre la mesa e intentó salir corriendo y si no fuese porque Sage estaba tan cerca, se hubiese ido, tomó su mano y se abrazó a él fuertemente.

No esperó menos, él la sujeto fuertemente por los muslos antes de alzarla y colocarla a altura de su abdomen, Sage amarró sus piernas con fuerza alrededor de su cuerpo, sus labios se fundieron en un bastante ardiente beso, sus cuerpos totalmente pegados, piel con piel mezclando colores.

Tomorrow [H.S.]Where stories live. Discover now