𝒕 𝒐 𝒓 𝒎 𝒆 𝒏 𝒕 𝒂 / trueno

•CAPÍTULO 30•

-Narra Alisson.

Mateo no me hacía caso, posta es normal, está enojado.

No me imagino que sentimientos debe tener en su interior, debe estar lleno de culpa, odio, dolor, soledad.

Me da mucha lástima, creo que por eso voy detrás de él.

A mí no me gustaría que me dejaran sola en un momento así.

Conseguí alcanzarlo justo cuando entraba en su casa, sujeté la puerta con el pie y entré.

La casa se veía re apagada, oscura, sucia.

Alisson: ¿estás bien? - me acerqué a él.
Mateo: ¿no te cansás? Pregunto.
Alisson: ¿de qué?
Mateo: de ser tan pelotuda, digo, sos muy pesada, ya tenés a Enzo, ¿para qué venís detrás de mi?
Alisson: sos mi amigo, ¿recordás?
Mateo: no quiero ser nada tuyo, mejor pudrite.
Alisson: estás enojado, por eso decís todas estas pavadas - me acerqué a él.
Mateo: no me toqués, no te acerques a mi.
Alisson: cabezón, dejá que te cure - le toqué la cara.
Mateo: ah, ¿qué tenés ahí? - me miró la mano que me lastimé.
Alisson: se me contagió tu pelotudez y golpeé una pared - me reí.
Mateo: ¿qué? No, ¿fue mi culpa? Si, fue mi culpa - miró al piso.
Alisson: pará de culparte por todo Mateo - puse mis manos en su barbilla y le levanté la cabeza.

Mateo solo suspiró, está mal, está confuso, está triste.

Alisson: ¿querés hablar?
Mateo: no, solo quiero.. un abrazo.

Noooo, no saben cuánto esperaba este momento, MATEO PIDIENDO UN ABRAZO.

Pasé mis brazos por sus hombros, me coloqué de puntillas para llegar, y le abracé re fuerte.

-Narra Mateo.

No sé cómo lo hace, crea una calma dentro de toda mi tormenta, solo con rozarme me tranquiliza.

Ella colocó su cabeza en mi cuello mientras me abrazaba, yo pasé mis manos por su cintura y la atraje hacia mi.

Respiré profundo, su cabello olía a manzana, me muero, es perfecta.

Mateo: gracias ratona - susurré en su oído.
Alisson: de nada ratón - susurró riéndose.
Mateo: ah, ¿de qué te reís vos? - me reí mientras se separaba de mi.
Alisson: ah, de nada ratón - se volvió a reír.
Mateo: alguien va a morir hoy - la miré.
Alisson: si, vos como no me dejés curarte ya, tarado.

Fuimos al baño, si hace falta me lastimo siempre para que me cure ella.