𝒕 𝒐 𝒓 𝒎 𝒆 𝒏 𝒕 𝒂 / trueno

•CAPÍTULO 59•

-Narra Mateo.

Levanté la mirada, ahí estaba ella, detrás de Manuel; llevaba una remera de Manuel, le quedaba de vestido, estaba con una cola despeinada, tenía ojeras, los ojos rojos, hinchados, la mirada triste.

Me siento fatal.

Mateo: Alisson, no recuerdo nada.
Alisson: las personas que toman nunca mienten ¿no? Capaz solo necesitabas alcohol para decir la verdad.
Mateo: te juro que no, Bruno me ha contado que peleé contigo, decime, ¿que te dije? - me acerqué a ella.
Alisson: pasá y hablamos - suspiró.

Manuel me miró, se que no está convencido de dejarme pasar, ellos han pegado fuerte amistad desde el primer momento.

Finalmente me dejaron pasar los dos, me senté en el sofá junto con Alisson, Manu se fue a su cuarto para dejarnos intimidad.

Mateo: ratona, ¿qué te dije? - la acaricié el mentón.
Alisson: no me llamés así - se apartó.
Mateo: por favor, dejá que te explique.
Alisson: no quiero escuchar ninguna explicación, lo dijiste y ya está.
Mateo: pero no está bien, yo estaba tomado, fumado, volado - suspiré.
Alisson: excusas, Mateo, excusas - me miró.
Mateo: no son excusas, es posta, no estaba en condiciones de hablar "en serio" con alguien - la miré a los ojos - Perdoname.
Alisson: no puedo perdonarte algo así, justo después de morir mi mamá.
Mateo: ya sé Alisson, la re cagué, pero como vos decís, ¿todos merecemos una segunda oportunidad,
no?

Ella se quedó mirándome, no quiere darme una segunda oportunidad, se nota, pero por otra parte se que aún me quiere, queda re agrandado decirlo, pero ella es para mi y yo para ella.

Mateo: te prometo que dejaré la hierba - agarré su cara.
Alisson: ya seguro.. - me miró.
Mateo: te juro que haré lo mejor por vos, porque te amo - la miré.
Alisson: Mateo.. no sé - suspiró - Vos sos muy diferente a mi, vos sos.. malo y yo soy.. buena.
Mateo: cambiaré - mis ojos empezaron a cristalizarse.
Alisson: no.. no llores - puso sus manos en mi cara.
Mateo: no puedo vivir sin vos - me cayó una lagrimita del ojo derecho.
Alisson: pará - la limpió con su pulgar.
Mateo: perdoname - susurré.

Ella miró al piso, después a mi, respiró profundamente y fijó su mirada en mis ojos.