𝒕 𝒐 𝒓 𝒎 𝒆 𝒏 𝒕 𝒂 / trueno

•CAPÍTULO 57•

-Narra Alisson.

De pronto se levantó de la cama, me miró enojado.

Mateo: te defendí, ¿y me tratás así?
Alisson: Mateo, sentate y te sigo curando - le agarré del brazo.
Mateo: no me digas lo que tengo que hacer, soy mayor para eso.
Alisson: tan mayor sos que andás peleando por una tontería - me reí.
Mateo: ¿qué te reís? - me empujó.
Alisson: Mateo, estás borracho, calmate ¿si?
Mateo: ¡QUE NO ME DIGAS QUE HACER! - me gritó enojado.
Alisson: ¡A MI NO ME GRITES! - grité más fuerte.
Mateo: te grito si me sale de las bolas ¿entendés? - me volvió a empujar.
Alisson: pará, no tiene gracia esto - le miré.

Mateo: sos una exagerada, todo lo exagerás, sos re víctima, siempre andás queriendo que todo el mundo haga lo que vos querás y las cosas no son así Alisson, sos una agrandada.

Se me partió el corazón, se me partió la vida, el alma, todo lo partible que hay en mi cuerpo.

Esas palabras duelen, capaz tenga razón, capaz solo esté pasado de tragos, pero aún así duele.

Los pibes entraron a la habitación porque escucharon los gritos, yo solo miraba a Mateo, con los ojos llenos de lágrimas, sentía un "tierra trágame" enorme, él me tenía acorralada en la pared y se veía re enojado.

Manuel: ¿qué está pasando?
Mateo: sos re víctima wacha - suspiró.
Katherine: ¿qué decís Mateo? - me miró - ¿Estás bien Lisi?

Negué con la cabeza, quería morirme, desaparecer, es el peor día de mi vida, mi mamá ha fallecido, mi papá es un boludo, mi novio se comporta como un idiota.

Niccolo: Mateo no podés ser así cuando tomás - se acercó - Vamos, te venís a mi casa.
Mateo: no quiero ir a tu casa, estoy en la mía y estoy bien - me miró - Vos sos la que te vas a ir.
Alisson: ¿qué? ¿Yo? ¿Y dónde voy Mateo? Dejé todo por vos.
Mateo: no, vos dejaste todo por vos misma, yo no tuve nada que ver.
Manuel: ¡dejá de joder Mateo!
Mateo: no estoy jodiendo, es la verdad.

Estaba helada, paralizada, un millón de ideas malas pasaron por mi cabeza, locuras en mi opinión, pero me parecían lo más lógico en este momento.

Katherine: en mi casa no podés quedarte Lisi, pero cualquier cosa me avisás.
Manuel: vení conmigo si querés, a mis viejos no les importará - sonrió.

Pues nada, me tengo que ir a vivir con Manuel, porque mi novio me echa de casa, ¿Todo bien, no?