Ecos Y Ruidos (Gary x Avocato)

45 - Te Amo

Universo A-1

Gary después de tantos fracasos amorosos, alguna vez pensó "No nací para eso del amor". Pero cuando menos lo espero, lo encontró.

Avocato no creyó que volverse a enamorar sería una opción. Y sin querer, se enamoró.

Después de descubrir la mentira de una Quinn que no era de su universo, Gary y Avocato se enamoraron más.

A veces ellos creían que había un límite para el amor.

Pero incluso cuando ellos lo creían, la realidad era otra.

Por qué jamás se terminaban de conocer, jamás se terminaban de adorar y de pasar el tiempo juntos.

Quinn por su parte estaba feliz por los dos y ella ya sospechaba desde el primer momento en que los conoció.

Pequeño Cato no lo paso mal, a veces era raro pensar que el mejor amigo de su papá se convirtió en el amor de su vida, pero igual, sabía que su felicidad no debía ser condicionada por el.

Aparte de que lo había admitido. "Hacen bonita pareja".

Por supuesto, Gary ya no podía para de sonreír.

A todos los lugares a los que fuera, tomaba de la mano a Avocato y no las separaba hasta que fuera realmente necesario.

Al ventrexiano a veces le parecía un poco extremista las actitudes de su chico, pero siempre que agarraba su mano y entrelazaba sus dedos, Gary ponía la sonrisa que tanto le encantaba.

Y ver al chico feliz era lo único que le importaba.

Lo que más amaba.

Y lo mejor de todo es que lo hacía siempre.

Tanto que incluso, una vez se lo cuestionó.

—Gary... ¿Por qué sonríes tanto?.

El chico, acostado en la cama, se acercó a él y lo abrazo. —Por qué tenía razón.

El ventrexiano tomo una de las manos del chico. —¿Entonces es por eso?.

—Si, no sabes cuántas veces lo arruine por buscarte... ¿Y es que como saber que estaba buscando en el universo equivocado?, Pero eso ya no importa por qué estás aquí.

El ventrexiano a veces pensaba que en realidad, seguían en sueños.

Por qué su vida había sido tan caótica que le costaba creer que todo esto fuera una realidad.

Que fuera feliz junto a la persona que amaba.

Incluso, el no se lo había dicho, pero de alguna forma, también tuvo la razón.

Por qué a pesar de que su realidad le entregaba situaciones, el jamás podía terminar de explicarse como es que su mundo había cambiando en tan solo 6 meses.

Como es que el chico negaba absolutamente todo.

Como es que Quinn se ponía nerviosa cuándo quería respuestas.

Avocato en puntos críticos lo pensó —Esto no es mi realidad.

Cuando más extrañaba a Gary, lo buscaba y lo llamaba con todas sus fuerzas posibles.

Cuando más se sentía solo y vulnerable, cerraba los ojos y lo nombraba.

—Gary... "Te necesito".

Y una extraña vez que recordó alguna de sus travesuras, el cerro los ojos y río.

Quería ser feliz.

Junto a su Gary.

Posteriormente, los dos de alguna forma tomaron un descanso de la Guardia Infinity.

Ahora sólo serían requeridos en caso de verdadera emergencia mientras que Pequeño Cato subía y subía de ascenso junto con Mooncake que a veces le gustaba visitar a su antiguo dueño.

Avocato estaba orgulloso de su hijo.

Y nada acababa ahí, por qué era probable que fueran incontables la veces que el ventrexiano y el chico se la pasaron más que bien.

El tiempo siguió pasando y de vez en cuando Avocato le confesaba algo más a Gary y Gary le confesaba algo más a Avocato.

—Hubo una ocasión en la que trate de despedirme de ti para siempre. —Gary lo miro a los ojos.

—¿Por qué?. —pregunto sorprendido el ventrexiano.

—Por que podía morir de tristeza.

Avocato sonrió y negó con su cabeza al mismo tiempo.

—Pasan los días y no puedo verte partir...
Duele en el alma tener que dejarte morir... —El chico no desvío su mirada hacia el ventrexiano.
—Tu y yo... Éramos perfectos
Y al final... Estaremos lejos.

Gary sonrió y le dio un corto beso en su mejilla.

—Pero... Ahora que tu estás
Y ya no te irás
Yo no te soltaré
Te quiero de verdad
Yo sé que te hice bien.
Y que te hice soñar...
Hasta el último día.

Y así fue, los dos se amaron como nunca hasta su último día.

—¿Recuerdas esa vez que te regalé dos naves y tu creíste que ya no quería ser tu amigo Gary?. —rio el ventrexiano.

—Fue tu culpa, no debiste hacerlo tan obvio. —fingio enfadarse el chico.

—Y tu no debiste llorar, por qué eres un chico demasiado lindo como para que estés en ese estado.

Las mariposas en el estómago invadieron al chico mientras señalaba el anillo que el ventrexiano portaba.

—¿Nervioso?.

Avocato sonrió. —¿Por qué?.

—¿Tal vez por qué pronto te vas a casar con el mejor capitán del universo?.

El ventrexiano le dio un pequeño beso, de esos que tanto le gustaban a Gary. —Nervioso deberías estar tú, conozco las bodas humanas, pero estoy seguro que te sorprenderás cuando sea nuestra boda al estilo ventrexiano.

El chico negó divertido—Avocato.

—¿Si Gary?.

—Te amo.

—Yo también te amo.

Fin.