09

572 114 21
                                    

Bien, esto se estaba poniendo interesante, pensó Donghyuck.

Mantenía su semblante serio mientras miraba un punto fijo en la sala principal de su casa, sus dedos golpeteando con delicadeza el sofá.

Podría jurar que cada pequeño golpe le llevaba aún más a la locura.

¡Pero bien! ¡A quién le importa si Taeil le dejo plantado durante 2 semanas!

A nadie, menos a él.

Y Dios que quería convencerse de sus propias palabras pero cuando menos se dió cuenta estaba vistiéndose para ir hacía el correo él mismo, ya que el cobarde de Taeil nunca hizo nada él mismo debería tomar el asunto con sus propias manos.

Asi que partió con un paso apresurado y decidido, es más, quien lo viera por la calle pensaría que está corriendo una maratón de lo rápido que va.

Pero a esta altura no le importaba mucho, había esperado demasiado y la presión en su pecho crecía conforme los días pasaban.

Y habían pasado dos malditas semanas, iba a estallar en lágrimas pronto.

Pero ya, iba tan sumergido en sus oscuros pensamientos que ya despejando su mente pudo notar la puerta del establecimiento, donde apresuro el paso y se metió con un aire de pelea.

Para su mala suerte su busqueda de pelea tuvo que ser suspendida pues Taeil no estaba y debía tomar un número para ser atendido.
Sin embargo, el chiquillo estaba tan decidido que tomó el boleto y tomó asiento.

Una vez que llegó al mesón un chico con una piel muy blanca y hoyuelos le atendió amablemente.

ㅡ¿Desea usted algo, Jovencito?ㅡ Dijo el hombre con delicadeza, su voz era demasiado dulce que hizo a Donghyuck pequeño en su lugar.

ㅡEstaba buscando por Moon Taeil, él es el cartero que entrega en mi sector y...ㅡ Hablaba tan rápido que el chico solo se limitó a reír.

ㅡLo siento mucho Jovencito, me temo que Taeil ha estado enfermo durante estos días y no ha podido presentarse al trabajo.ㅡ

Ah, pensó Donghyuck.

Mr. Postman! ㅡ TaeHyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora