Formas de expresar un te amo

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Lágrimas, pequeños cristales salados, la manera en la que muchas veces el corazón expresa lo que siente, felicidad, dolor, soledad, emociones expuestas a través de pequeñas gotas de lluvia que pueden algunas veces también convertirse en tormenta cuando nada va bien, pero esos mismos cristales salados también aparecen para mostrar la sonrisa que un noble sentimiento como el amor puede sacar del corazón.

Lágrimas que ahora emanan del albo rostro de la rubia, una ola de sentimientos la invadían tantos que parecía harían estallar su corazón, tres simples palabras habían puesto de cabeza su mundo. Después de tanto tiempo sus lágrimas no expresaban dolor alguno era simple felicidad, la que te llena el corazón, con la que sientes no puedes pedir más, con la que te sientes completo.

Cásate conmigo, una frase que después de la primera impresión generada al ser dicha, iba tomando sentido en su mente, se lanzó a los brazos de la morena, era la mujer más feliz del mundo; había pasado del miedo a la tranquilidad una vez más en un segundo, tranquilidad que únicamente le podía entregar ella porque siempre había sido ella, cuando las cosas estaban bien con Yuri, todo se sentía correcto, el mundo giraba en la dirección correcta para ella, a pesar de todo lo malo uno siempre vuelve al lugar donde el amor y la tranquilidad calientan el corazón.
Sin soltarse del abrazo de la menor se separó levemente para poder mirarla a los ojos, esos ojos negros en los que podía perderse días y noches, los que le mostraban tanto amor; la menor le sonreía dulcemente y a la vez emocionada esperando pacientemente una respuesta, no era la mejor propuesta de matrimonio ni el mejor lugar, ni las circunstancias, pero todo era perfecto para ambas como si ese pequeño momento se hubiese eclipsado deteniendo el movimiento del universo entero por unos segundos.

- Quiero casarme contigo - la mayor pronunció esas palabras llena de emoción y de una felicidad indescriptible, sus lágrimas habían cesado para darle paso a una felicidad casi imposible de describir. Después de sentirse vacía e incompleta un año entero que le pareció una eternidad, hoy esa pieza que le había sido arrancada a la fuerza volvía a completar el rompecabezas de su corazón.

La morena volvió a levantarla en sus brazos, ahora la felicidad era compartida, es sorprendente como simples palabras pueden generar un momento tan mágico. Hay vidas que en el camino se entrelazan, pero no siempre llegan a unirse, ni al mismo final, así como hay vidas que se entrelazan pero no vibran en la misma sintonía o están en temporalidades diferentes, para su suerte en un mundo donde es tan difícil encontrar el amor verdadero, donde es tan fácil ilusionarse, donde es tan fácil mentir, fingir sentimientos, donde pronunciar un te amo ha perdido su significado verdadero, sus vidas no sólo se entrelazaron, si no que comparten el mismo camino y buscan el mismo final, porque su amor dejó de lado el miedo, las excusas y el peso del mundo que podía estar en contra para buscar y construir juntas la tan anhelada felicidad.

- te amo - le susurró en un suspiro cerca de su cuello, aún la tenía levantada levemente entre sus brazos
- y yo te amo a ti - respondió la mayor que estaba abrazada al cuello de la menor, no era necesario mirarse, sólo sentir y todos sus sentimientos en ese momento estaban a flor de pie, eran ellas dos nada más con el universo congelado por un instante.

La morena volvió a asentar tiernamente a la mayor en el suelo y se separó de ella, soltando el abrazo, metió su mano en su bolsillo sin sacar nada de él - ¿qué es? Preguntó curiosa la rubia, la menor no respondió mientras buscaba en todos sus bolsillos de nuevo - Amor si me dices que es lo que buscas podría ayudarte - sonrió la mayor al ver como la morena buscaba con desesperación, parecía una pequeña niña entonces la menor detuvo su búsqueda y sonrió confundiendo a la rubia, extendió su mano y la metió en el bolsillo lateral de la falda azul de Jessica.
- aquí está - dijo felizmente, y tomó algo pero lo escondió rápidamente en sus manos; la rubia no entendía a que jugaba la pelinegra, tampoco entendía que rayos tenía en su bolsillo si no recordaba haber guardado nada.

I can't live... If living is without youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora