La única forma es a tu lado

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- ¿Estás segura de esto? - La rubia observaba por la ventana del cuarto de su novia hacia el patio exterior, su mirada denotaba melancolía y un dejo de tristeza
- Amor a donde quiera que tu vayas iré yo, no importa nada más - la morena alta se acercó a su novia para envolverla entre sus brazos
- pero no se lo dijimos a las demás - la rubia se giró en los brazos de la menor
- lo sé, pero bastante tienen con sus problemas - besó tiernamente la frente de la bajita y deshizo el abrazo para seguir guardando su ropa en su maleta.
- Soo - la detuvo la rubia -te amo -sonrió feliz y se acercó a la joven para darle un casto beso en los labios
- y yo a ti — le pellizco la mejilla — sin tristeza, sabes que es la mejor oportunidad que se nos pudo presentar, te prometo que todo saldrá bien - la mayor solamente asintió y se acurrucó en los brazos de la más alta una vez más, se quedaron en esa posición, así, envueltas en un silencio cómodo que se evaporó cuando el celular de Sooyoung comenzó a sonar; la castaña se separó de la mayor para tomar el pequeño objeto que se encontraba en su cama - Es Taeyeon – comentó sonriente antes de contestar - Hola enana - guardó silencio y al escuchar lo que del otro lado la castaña le decía su mirada se ensombreció, de la impresión se sentó lentamente en la cama. Sunny al ver el cambio la reacción de la castaña se acercó para quedar frente a ella, la menor colgó la llamada y su celular se le resbaló de las manos cayendo al suelo.
- ¿qué pasa Soo? – la mayor levantó el objeto del suelo.
- creo que nuestro viaje tendrá que suspenderse – la mirada perdida de la castaña era más que suficiente para entender que algo no iba bien.

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Abrió sus parpados lentamente un dolor horrible la invadió, sentía que su cabeza estallaría en cualquier momento, observó a su alrededor, no podía identificar el lugar donde estaba, tenues rayos de luz se filtraban por los pequeños espacios que dejaba el marco de las ventanas, no sabía cuánto tiempo había estado en esa posición y en ese lugar; la puerta se abrió repentinamente permitiendo que la luz entrara sin delicadeza alguna haciendo que la morena entrecierre un par de veces sus ojos que se habían acostumbrado a la oscuridad, intentó moverse pero las extremidades de su cuerpo estaban atadas con tal fuerza que la lastimaban hasta crear pequeños cortes en su piel.
- veo que por fin despertaste dormilona – la castaña entró cerrando la puerta tras de sí y tiró de un cordón que colgaba desde el techo para encender la única lámpara que iluminaba aquel lugar, se acercó rápidamente a la morena y de un jalón le retiró la mordaza de la boca.
-¿qué es lo que quieres Victoria? –las palabras casi no querían salir de su boca, la pelinegra tenía la garganta y la boca secas, sumado a eso la penetrante luz hacia qué sus ojos le ardieran y casi no podía ver de forma clara.
- Te quiero a ti –la mayor asentó su cartera y una bolsa blanca en una pequeña mesa de metal cerca de la puerta– pero ya es tarde para darte una oportunidad, me humillaste, me rechazaste y vas a arrepentirte de ello.
- suéltame, te prometo que no llamaré a la policía -intentó persuadir a la castaña mientras se movía en vano para poder soltarse — olvidaré este mal momento y seguiremos como si nada– mintió; su objetivo era convencer a la mayor de sacarla de esa situación, su respiración era pausada, incluso algunas veces se le hacía difícil respirar y el dolor en su cabeza la estaba matando.
- Eres tan sexy y guapa, pero a veces tan ingenua - la mayor sacó de aquella bolsa una botella de agua y se acercó a la pelinegra de nuevo– ¿Me crees tan imbécil?, Yuri te di una oportunidad y la desperdiciaste rechazándome — desenroscó la tapa de la botella —si no quieres estar conmigo no estarás con nadie más – la ira en la castaña era evidente aunque intentaba mantener un discurso calmado; se sentó sobre las piernas de la menor abrazándola por el cuello, acercó su rostro para besar sus labios pero Yuri giró el suyo para evitar el contacto, aquel rechazo causó risas por parte de la mayor – amor – acarició su mejilla con suavidad – ya deberías entender que tu necedad no te llevará a nada bueno – con su mano tomó la mandíbula de la menor girándola para que sus rostros queden frente a frente de nuevo y sonrió maliciosamente, levantó la botella de agua y comenzó a beber de ella delante de la morena que inconscientemente relamía sus labios y tragaba en seco a causa de la sed – ¿quieres? —preguntó coqueta acercándole la botella a los labios, la morena inevitablemente asintió y cerró sus ojos dispuesta a recibir aquel liquido indispensable para calmar su sed pero este nunca tocó sus labios, abrió sus parpados de nuevo y observó como la castaña sonreía burlonamente – no creas que te será tan fácil – aun con su risueña expresión alejó la botella de sus labios.
– ¿qué quieres? – la morena estaba fastidiada - ¡esto no es un juego Victoria! -gritó molesta
- shhhh... shhh...shhhh, no seas mal educada – puso su dedo índice sobre los resecos labios de la morena que en un movimiento hacia atrás forzó a la castaña a retirarlo.
- solo un beso – la mayor sujetó con su mano el mentón de la morena sosteniéndolo firmemente y posó sus labios sobre los tibios labios de la pelinegra que la volvían loca – siempre quise hacer esto - susurró en los labios de la menor y comenzó a besarla lentamente, pero el beso no fue correspondido, Yuri estaba estática en su posición queriendo que el mal rato terminara pronto, la castaña sin rendirse continuó besando insistentemente los labios de la morena hasta que de repente sintió que sus labios ya no se movían solos, el corazón se le comprimió al sentir que la menor estaba correspondiendo el beso – ¡ah! - Gritó alejándose de la morena, que había mordido fuertemente su labio inferior hasta hacerlo sangrar se acercó de nuevo y en un brusco movimiento pasó su lengua desde su mejilla deslizándola lentamente por su cuello hasta llegar a su clavícula dejando un rastro de saliva por todo el camino
- Prefiero morir de sed – sentenció, estaba furiosa - la castaña ignoró las palabras del menor, solo quería aprovechar su vulnerabilidad, continuó con sus atenciones hasta llegar a los pechos de la menor — me das asco Victoria —sus intenciones quedaron en cero al escuchar aquellas palabras pronunciadas con tanta repugnancia; se separó de la morena levantándose de su regazo, levantó la botella encima de la cabeza Yuri y dejó que el agua cayera recorriendo el cuerpo de la morena mojando su cabello su rostro y su ropa, la menor mientras tanto en un intento desesperado porque algo de agua llegue a su boca sacó su lengua para atrapar pequeñas gotas de agua y con eso aliviar en algo la sed, sintió el sabor a hierro de la sangre de la herida de su cabeza que se había mezclado con el líquido transparente - Te lamentaras por esto Victoria, cuando noten mi ausencia me buscarán y juro que te refundirás en la cárcel – amenazó con el tono de voz elevado; la mayor solo se alejó lanzando la botella en frente de ella, la morena observó como el agua que quedaba en la botella se derramaba en el piso, volvió a tragar con dificultad.
- insisto — se cruzó de brazos frente a la pelinegra — que ingenua eres mi vida— sonrió con suficiencia —¿acaso crees que no quiero que te busquen? — lo dijo con tranquilidad —sé que lo harán sobre todo tu noviecita, es más, le hice una cordial invitación – tomó la única silla restante en aquel cuarto y la colocó frente a la de la morena, se sentó en ella mientras la observaba detenidamente.
- ¡no te atrevas a tocar a Jessica! – la morena con las pocas fuerzas que tenía gritó tan fuerte que el eco de su voz retumbó en las cuatro paredes de la pequeña habitación, estaba furiosa y se retorcía en la silla intentando soltarse.
- No, no, no – la mayor movió su dedo en señal de negación – te lastimarás más así que te sugiero que te calmes — acomodó levemente su posición en su silla cruzando la pierna, a pesar de la situación seguía manteniendo su elegancia y garbo —te lo advertí, tu y ella jamás estarán juntas — en ese momento su teléfono comenzó a sonar del otro lado de la habitación, así tuvo que dejar hasta ese punto aquella conversación, se levantó de la silla y salió del lugar para contestar no sin antes enviarle un beso volado a la morena.

I can't live... If living is without youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora