Dispuesto-willing

Capitulo 77

El apartamento

Severus se apareció a sí mismo y a Harry en el Callejón Knockturn, en la entrada; el ajetreo y el bullicio de Diagon Alley estaba justo a sus espaldas. Honestamente podría decir que prefería estar aquí abajo. Fue mucho más tranquilo; aquí no había niños, a menos que, por supuesto, vivieran allí. No era que odiara a los niños, le gustaba alejarse de su ruido; quedarse en Hogwarts lo hizo apreciar el silencio cuando pudo conseguirlo. Era la primera vez que Harry estaba aquí abajo y tenía curiosidad por saber cómo lo manejaría. Aquí había gente de todos los orígenes: aquellos que eran sarcásticos, extremadamente coquetos, y había toda clase de criaturas mágicas que Harry ni siquiera había visto, oído o leído. Observó a Harry fruncir el ceño ante las sucias paredes de ladrillo, antes de retroceder dos pasos y inclinar la cabeza hacia un lado, desconcertado.

Harry estaba empezando a aprender la diferencia en los significados de los colores de la magia que podía ver. La magia de color claro parecía ser hechizos o runas basados ​​en la protección. Lo que le parecía más extraño era que los hechizos de color oscuro que salían de una varita podían lidiar con la protección, pero cuando golpeaban lo que fuera que estaban protegiendo, no podían verse a simple vista; A la vista de Harry cambiaron, convirtiéndose en un amarillo casi inexistente. Knockturn Alley ni siquiera tenía una quinta parte de los hechizos que protegen que Diagon Alley tenía. Él no entendió, ¿no era parte del distrito mágico? "¿Estamos en el mundo normal ahora?" Preguntó Harry, todavía yendo y viniendo sonriendo tímidamente.

"Tal vez quieras dejar de hacer eso antes de que alguien te reconozca; te dejaré que te ocupes de eso", Severus amenazó, un poco más bruscamente de lo que pretendía. No quería tratar con los periódicos y la prensa en este momento. De hecho, solo quería volver a su apartamento, pero Harry estaba tan acostumbrado a un collar ahora que estar sin uno se sentía extraño por él. No solo podía sentir lo mucho que Harry lo extrañaba, sino que constantemente lo veía distraídamente rascándose el cuello, como si hubiera intentado agarrarlo para darse cuenta de que ya no estaba allí. Los actos inconscientes revelaron más que los conscientes, en su opinión.

"No lo harías", dijo Harry, pero lo detuvo, sintiéndose extremadamente tímido ahora, estremeciéndose ante la idea de tener que correr para ello como en el Ministerio. No le gustaba su llamada 'fama' o ser famoso; no le importaba, y cuanto antes todos se dieran cuenta, mejor. No quería pagar por reemplazar constantemente las cámaras y todo eso si se ponían de cara. Si lo molestaban lo suficiente, su magia también podría atacarlos.

"Lamentablemente no, pero preferiría quedarme aquí sin ser molestado; estoy seguro de que los residentes de aquí estarán encantados por lo mismo", respondió Severus con ironía. "Ahora, ¿por qué preguntas si estábamos en el mundo muggle?"
¿Harry dejaría de llamarlo el mundo normal? ¿Preferiría siempre el mundo muggle al mundo mágico? Aunque considerando cómo habían reaccionado todos a la presencia de Harry, no podía culpar al adolescente por desear el anonimato. Harry se perdería la magia, al menos aprendiéndola, ya que Harry había usado la magia mientras estaba en el mundo Muggle para hacer lo que debía para sobrevivir.

"Ahí afuera hay mucha luz, aquí casi no hay nada; es como si se hubiera desviado de allí", dijo Harry, señalando mientras explicaba de una manera que tenía mucho sentido para él.

"¿Ligero?" Preguntó Severus; ¿Se estaba refiriendo simplemente a lo brillante que era Diagon Alley en comparación con Knockturn Alley, o estaba hablando de magia? Mantuvo esa habilidad estrechamente protegida, así como protegida; le dio muy fuertes dolores de cabeza cuando podía ver el sangrado mágico de cada poro en Hogwarts. Teniendo en cuenta que a Harry no parecía molestarle, asumió que también lo había encerrado, algo que no debería tener problemas para hacer, después de todo, su maldito mocoso había ocultado su magia con éxito durante dos años. No importaba lo emocional que se pusiera, no había habido ningún estallido de magia; había tenido un control extremadamente bueno de su magia.