The moon of the panter (Grimmjow x oc)

17

Todos contuvieron en aliento en aquel momento, mirando con suma sorpresa a Emma... Menos Grimmjow que lentamente fue volviendo a poner su cabeza derecha, mirando a la joven que se hallaba ante él.

—Maldita... — Gruñó... Provocando que Emma apretase los dientes...
Grimmjow fue a devolverle el golpe, sin embargo, Emma fue más veloz y lo frenó con su zanpakuto.

Grimmjow cansado de aquello, sin miramientos tomó el filo de la zanpakuto con sus manos y obligó a la joven a juntarse a su cuerpo, golpeando su frente con la ajena, manteniéndola pegada, mirándola de una manera agresiva.

— Qué cojones te pasa.

Hisagi se preparó, dispuesto para intervenir si comprobaba que su capitana no podía controlar la situación.
Emma miró con rabia a Grimmjow y a su vez, golpeó de nuevo su frente con la ajena, provocando una mueca de desagrado en el peliazul.

— Estabas vivo... Y yo creyéndote muerto, su... Sufriendo... — Dijo la joven, esta vez gruñendo ella, mientras las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. 

Grimmjow rompió ese contacto, soltando su zanpakuto, y poniéndose derecho, mirando hacia otro lado. No quería verla así.

— Hmpf. 

— ¿Hmpf? ¿No vas a decir nada más... ?  — Preguntó Emma entre sollozos, envainando su katana. — ¿Lo que te dije en Hueco Mundo no sirvió?

Grimmjow la miró de soslayo y entreabrió sus labios... Como si fuera a decir algo, sin embargo, calló al ver el desencajado rostro de Emma.

— Grimmjow... Solo quiero que me lo expliques...O no sé decirme algo, lo que sea, algo que me ayude...— Emma tembló mientras hablaba y Grimmjow la miraba con los ojos entrecerrados.— Grimmjow sé que conforme eres puede costarte, pero... — La joven dio un paso más hacia él mostrando un sonrisa forzada, pues tampoco quería ser todo decepción... Llevó su mano hasta coger el brazo derecho ajeno, como buscando más su atención. — Por favor, yo creo que dentro de ti puede haber...

Grimmjow la miraba y chasqueaba la lengua al mismo tiempo. No tenía palabras para responder aquello o más bien, no parecía querer tenerlas. No quería explicar, simplemente lo hizo, y aunque lo negara, fue más por el bien de ella que por el suyo propio. 

Su silencio dictó y Emma, como si soltase un clavo ardiendo, le soltó y Grimmjow ensanchó sus ojos, sobre todo al ver como más lágrimas recorrían sus mejillas.

— Ya veo que no... Por eso eres un Hollow...

Emma se giró y Grimmjow cambió su rostro a una ligera preocupación que no controló, alargando su mano para tomarla de su sotana.

— ¡¡Emma!! 

Pero la joven ya se había esfumado de la zona a base de shunpos.

— Capitana... — Hisagi trató de seguirla con la mirada, hasta que desenvainó su zanpakuto.

Grimmjow cambió su expresión a una egocéntrica, echando su cabeza hacia detrás mientras miraba al joven.

— Oye, Grimmjow. — El espada se giró y vio a Ichigo junto a Nel tras de él.— Emma siente algo fuerte por ti y no has sido capaz de decirle nada.

— Tsé. — Grimmjow apartó la mirada de ellos, pero esta vez, fue Nel la que habló.

— Luego siempre te quedas observando la luna pensativo, porque así es su zanpakuto... La Diosa Lunar, lo recuerdo. — Aquello provocó que Grimmjow se girara ferozmente. ¿Cómo se atrevía? —  Pienso que tus motivos tendrás para guardar silencio, pero no niegues lo evidente. Te importa más de lo que haces creer.

— ¡¡Cállate!! — Gritó desbocado, apretando sus dientes. — ¡No pienso aguantar tonterías!

Frente a él, la imagen se comenzó a difuminar y abrirse una garganta, sin embargo, pudo comprobar como el joven que parecía ser el teniente de Emma se había ido, algo que le molestó enormente. Sin más pasó al interior de la garganta, sin mirar atrás... 

Hisagi en cambio, se concentró en sentir el riatsu de su capitana y fue velozmente paseándose por la ciudad, siguiendo su rastro, mirando a todos lados, así hasta agudizar su visión y observarla sentada, sola sobre la hierba, sin su sotana, a la vera del río.

Hisagi no dudó en aparecer a su lado en cuestión de segundos, poniéndose en cunclillas frente a ella.

— Capitana..

Emma alzó su cabeza hacia él, con sus ojos llenos de lágrimas, provocando que Hisagi relajase su rostro y llevase su mano derecha hacia la mejilla ajena. 

— Capitana, él...  Bueno dijeron que siempre se hallaba pensativo mirando a la luna en Hueco Mundo y la luna... 

— Lo sé, es el símbolo de mi zanpakuto, pero dime... ¿De qué sirve eso, si luego a la hora de la verdad, no mueve un dedo por mí? — Emma bajó sus hombros, abrazándose a sí misma. — Nunca le importé lo suficiente. 

Hisagi entrecerró sus ojos, limpiando con su dedo los lágrimas de la joven.

— No pienso así. — Dijo, retirando su mano.

— Es lo que mostró. — Mientras Emma, en el fondo agradeció aquel pequeño gesto. —Además, son muchas cosas... — Resopló, mordiéndose el labio inferior. 

— ¿Uhm...? ¿Cómo cuales?

— No sirvo como capitana, no sé mantener mi postura.

Hisagi negó con la cabeza, quitándole importancia.

— Todo capitán, tiene una debilidad, solo que aún no les tocó enfrentarse a ella...Pero a ti sí y de primeras.

Emma volvió a resoplar.

—  Aún así... Otros hubiesen reaccionado de otra manera. 

— Cada ser es un mundo, no puedes rebatirme eso.

Emma le miró sorprendida alzando sus cejas. Genial... Ahí sí le dejó sin respuestas.. No obstante, no quería hablar sobre eso... ¡Había mucho más...!  Tenía un cóctel trágico en su interior. 

— Luego... Leíste mi cuaderno. ¡Lo viste todo! — La joven se alteró, girándose hacia él y Hisagi se ruborizó por la vergüenza de ser descubierto. 

—No todo pero... Sí... Lo lamento. 

— ¿Por qué lo hiciste? Te hubiese respondido si me hubieras preguntado sobre el tema,en su medida.

Aquella pregunta le sorprendió y levemente, apartó su mirada... ¿Cómo lo había sabido...? ¡Seguro se lo dejó abierto!

— B-bueno, lo vi y me entró... Curiosidad. 

Emma suspiró, llevándose una mano a la frente, y posteriormente a sus ojos, limpiándose el resto de lágrimas.

— Puedo comprender eso, pero por favor no lo vuelvas a hacer...— Dijo en tono de voz queda.

Hisagi volvió a mirarla y asintió. 

— Lo prometo... Y capitana, lo que me dijiste antes de venir...

Con ojos vidriosos miró al joven, confundida, dolida, molesta, triste... ¿Cómo podía ahora hablar de eso...?

Hisagi la observó y prefirió levantarse, tendiéndole la mano. 

— No importa, volvamos a la Sociedad de Almas. Ya habrá momento para hablar de eso.