Toro

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DISCLAIMER: NADA ME PERTENECE, SOLO MI CORAZÓN SHIPPER.


Gendry estaba entrando a Storms Ends y estaba feliz. Los trabajadores se detenían de las actividades y lo saludaban, él correspondía con una sonrisa también. Lo cierto era que todo este comportamiento le era extraño, jamás creyó que fuera merecedor de tanto cariño por la gente. Pero las diversas decisiones que él y Arya habían tomado en el poco tiempo aquí parecía tener contentos a los pequeños.

Él buscaba desesperadamente a su mujer mientras desmontaba pero no la veía.

-Lord Baratheon- el maestre fue el primero en saludar- ¡QUÉ GUSTO TENERLO DE REGRESO!

-Mi Señor- Lord Gilbert se había inclinado respetuosamente- Un placer recibirlo en casa otra vez.

-M'Lord- decían varias personas cerca de él y Gendry solo asentía abrumado por el repentino recibimiento.

-¿Todo bien en su viaje a Desembarco del Rey?- el maestre preguntó cortésmente.

-Todo excelente- contestó secamente mientras seguía buscando a su loba.

- Mi Señor- una voz lo sacó de su inquietud.

-Lady Errol- asintió Gendry.

-Bienvenido otra vez.

A Gendry se le hizo raro no ver al padre de la chica pero no dijo nada necesitaba ver a su mujer ya.

-¿Dónde esta mi esposa?

-En sus cámaras mi Señor. Junto con su hijo.

Gendry sonrió ellos estaban bien.

-Voy a verla.

-Mi Señor- Ser Gilbert interrumpió y Gendry casi gritó.

-Qué.

-Necesitamos hablar con usted. Han pasado unas cosas.

-Por supuesto pero antes voy a ver a mi familia.

-Pero mi Señor, esto es urgente, usted debería...

-Ver a su esposa e hijo- Una voz interrumpió la conmoción.

-Arya- Gendry sonrió.

-Se supone te reunirías a mi en nuestras cámaras, pero parece tomarte todo el tiempo del mundo- la loba estaba frunciendo el ceño.

Gendry se abrió paso hasta acercarse a su mujer y la besó, mientras le susurraba lo mucho que la había extrañado. Fue entonces cuando él se dio cuenta de los moretones en su cara, casi imperceptibles para el mundo, pero él conocía cada centímetro de la piel de esta mujer y eso no estaba ahí antes.

-Arya, tu cara. ¿Qué pasó?- Gendry dijo un poco más fuerte de lo que quería.

-De eso queríamos hablarte Mi Señor- Lord Gilbert dijo con miedo.

Gendry se volteó con una furia apenas contenida y le dijo al hombre.

-¿Quién le ha hecho esto a mi esposa?- exigió- ¿Cómo es posible que esto sucediera? ¿Por qué en los siete infiernos no me habían dicho nada?

-Mi Señor, intentamos que usted viniera con nosotros- el maestre decía nervioso.

-Me estás diciendo que tengo que ausentarme por órdenes del Rey y en mi ausencia mi esposa y mi hijo estuvieron en peligro. ¡Eso es inaceptable! ¡Exijo que me digan en este momento lo que pasó!

Arya había rodado los ojos ante el arrebato de su marido, sacó una manzana que tenía en el pantalón, la comenzó a devorar y se sentó en un banco que estaba cerca. Completamente divertida al ver a los hombres de Gendry intentar calmarlo. Lo único que le preocupaba era el pequeño círculo de gente que ya estaba escuchando todo.

The final battle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora