Capítulo 13

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Se dió la vuelta al sentir unos brazos rodearle, apartando la vista de las dos personas que aún se encontraban abajo.

Dió la vuelta para encontrar la cabellera peliroja de su novio, le sonrío de lado antes de recibir un beso en su mejilla que extrañamente le hizo sentir raro, se apartaron cuando la puerta fue abierta dejando ver a el gerente del hotel con expresión exasperado y acercándose a Jungkook

- Por favor dile que no, alejalo de mi - habló el rubio con un exagerado tono de suplica y sufrimiento que le hizo reír al castaño

- Tranquilo, Namjoon no es tan mala persona - sonrió aún con un atisbo de burla, pasando al lado del contrario antes de dar una palmada en su hombro y yendo en busca de su mejor amigo.

No tardo en encontrarlo pues justo cuando salía de su habitación, el más alto caminaba en su dirección

- ¿a caso has visto al hermoso rubio? - preguntó Nam, con esperanza en sus ojos

- Si, Nam lo he visto pero lamento decirte que el no quiere vertppe a ti, le das miedo así que no te acerques - no pudo aguantar más estallando en carcajadas y ganándose miradas cargadas de enojo de su amigo, a quien no le había causado nada de grácia la situación

- Eres un mal amigo, te burlas porque tú ya estás muy coladito por tu modelo, pero rio yo, porque si no se puede con el rubio de piernas bonitas, aún tengo a Jiminie para intentarlo - lo último lo dijo en tono burlón antes de irse a su habitación dejando a Jungkook pasmado por la reciente confesión y arrugando la nariz sin que el mismo se diera cuenta

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Jimin se encontraba aún mirando hacia la maravillosa postal frente a sus ojos, ahora se encontraba solo pues su acompañante se había ido hace poco tiempo, diciendo que debía cambiarse para recorrer el lugar, lo había invitado pero Jimin se había negado amablemente diciéndole que quería descansar por hoy.

Él no había viajado a muchos lugares, así que le gustaba disfrutar de cada pequeña cosa a dónde iba, soltó un suspiro lleno de paz antes de girar sobre sus talones dejando atrás la playa y caminando de vuelta al hotel esperando no encontrar al gerente pues no quería más quejas sobre su ropa.

Antes de llegar pudo observar un pequeño lugar que era cerca del hotel donde según él, podía ser perfecta la campaña de publicidad, aún no sabía que era lo que su jefe iba a hacer pero estaba seguro que ese lugar podría funcionar, entró con una gran sonrisa en su rostro, ampliándose cuando no encontró al gerente en la recepción, por lo que subió a su cierto totalmente tranquilo, dejándose caer en la cama acolchonada, disfrutando de su suavidad, hace mucho que no dormía lo suficiente así que dejándose vencer por el sueño se quedó dormido, recargado en la almohada, luego de poner una alarma temprano para hacer su trabajo al día siguiente.

Parecía que apenas había cerrado sus ojos cuando los toques fuertes en su puerta se hicieron presentes, casi parecía como si quisieran tirar la puerta.

Apretando los párpados con cansancio, se obligó a sí mismo a abrirlos, tardando solo un poco en qué se acostumbra a la luz, se levanta de la cama, y fue directo a la puerta sin importar nada, pues los toques eran insoportables para sus oídos sensibles.

Con un mal genio abrió la puerta con ganas de matar a quien se que estuviese detrás de ella.

- ¿Qué?, ¿Qué es lo que pasa? - esas fueran la primeras palabras que soltó de mala gana, encontrando por fin a quien había interrumpido su sueño.

💕Ciegos de Amor💕 «Kookmin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora