Capitulo 15

221 33 6
                                    

El pelinegro decidió olvidar que había un intruso en su habitación, entró al baño y se deshizo de su ropa, quedando desnudo, se metió al baño y se dió una ducha tranquila pero no lenta pues sabía que tenía que regresar a la habitación pues estaba Seok Jin, esperándolo.

Salió y se colocó una toalla mientras lavaba sus dientes, seco su cabello y se puso una bata de baño antes de salir.

Encontró al rubio observando su ropa y haciendo muecas de desaprobación, toda su maleta estaba desecha y la ropa regada en la cama.

— No puedo creer que no tengas nada decente en tu maleta, y dudo que es tu casa lo haya, o siquiera lo conozcas - giro su rostro hasta el más bajo, mirándole con intensidad.

— Vamos, siéntate, siéntate, ya arreglaremos lo de la ropa, primero el maquillaje, solo tenemos pocas horas y tengo que hacer milagros - se encaminó hasta tomarlo de los hombros y dejarlo sentado frente al espejo, regreso por sus cosas y abrió su maleta.

Jimin casi se desmaya cuando vio todo lo que había en esa bolsa, y no era la única en la habitación.

Dió un respiro y cerró sus ojos, dejando que el rubio hiciera lo que tenía que hacer.

Primero se sorprendió al ver que el rubio sacaba tijeras para cortar su cabello y aunque se negó, no pudo contra el mayor.

Luego de cortarle el cabello, se dedicó a maquillar lo solo un poco pues no le gustaba el maquillaje tan intenso o notorio, solo para resaltar los bonitos ojos que tenía. Al menos eso le había dicho el rubio pues nunca le había hecho un cumplido.

Termino y le ayudo a piense su cabello para que no se enredará, pero aún estaba preocupado por lo que iba a usar en la fiesta pues según el mayor, él no tenía nada decente para poder utilizarlo en un evento como ese.

— Bueno, creo que tendré que prestarte uno de los trajes que ya no me quedan, porque no llevarás una de esas cosas - señaló a su maleta como si fuera horrible lo que había allí dentro.

— Pero yo no puedo aceptar eso, señor Kim, usted ya ha hecho mucho con ofrecerse a maquillarme, peinarme y de más - se quejó Jimin - además tengo trajes, no se preocupe puedo ponerme cualquiera.

— Claro que no, si lo hice fue porque soy un alma caritativa y no iba a dejarte salir con tus trajes así, además debo reconocer que aunque tu estilo no me guste eres guapo - se encogió de hombros restándole importancia a sus palabras. - Bueno, listo iré por los trajes ya vuelvo, no te muevas - le advirtió con los ojos entrecerrando antes de salir de la habitación.

Apenas salió, Jimin suspiro con cansancio, caminando hacia el espejo del baño para poder ver como había quedado.

Hasta el mismo se sorprendió, pues hace mucho que no se veía de esa forma, desde antes de comenzar a salir con su ex novio, hace casi cuatro años.

Más se distrajo cuando volvió a escuchar la puerta abrirse, no sabía cuánto tiempo se había quedado frente a aquel espejo pues el rubio ya había regresado con los trajes.

— Listo, mira, son perfectos para ti, tú solo entra al baño, pontela y sal para que me los muestres - no le dejo contestar solo le empujó al baño con los trajes en su mano.

No le quedó más que quitar la bata y comenzar a ponerse cada uno de los trajes, cada que salía recibía la mirada analizadora del rubio y negaba ante cada opción que Jimin ya se había cansado de entrar y salir tantas veces al baño y cambiarse, a su parecer cualquier traje estaría bien, peor Jin había insistido en que debía ser el que mejor combinará con él y su personalidad no entendía pero no había de otra manera, aún quedaban varios trajes y él ya estaba cansado.

💕Ciegos de Amor💕 «Kookmin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora