ALIX (PAUSADA)

8

DARIEL

—No lo haces nada mal —dijo Abraham bajándose de la puerta del copiloto.

Sonreí victoriosa sacando las llaves y entregándoselas. Hace un tiempo había aprendido a conducir a espaldas de mi hermano y Billy.

—Fue sencillo— dije encogiéndome de hombros.

Abraham se río guardando las llaves en su bolsillo. Ambos nos dirigimos a la escuela y Devon se nos unió en el trascurso hacía la entrada. Lo miré de reojo ya que ninguno de los dos habíamos hablado desde ese día.

Mi hermano nos miró y paró de caminar—Bien, hablen y arreglen sus problemillas. Los veo luego.

Maldito traidor.

—Dariel, lo siento ¿de acuerdo? dijo mirándome con extremo cuidado mientras se balanceaba en las puntas de sus pies— Ninguno de los dos pensamos que te afectaría tanto no saber.

Jaja, quién lo diría.

—Descuida, entiendo que ustedes tienen sus secretos y es entendible.

Devon sonrió—¿Entonces ya todo volverá a la normalidad?

Intenté con todas mis fuerzas no dejar escapar la risa que no producía su expresión. Fallé—Claro que sí.

Devon dio un paso hacía a mi para abrazarme—Eres insoportablemente buena, desde ahora intentaré ser lo más trasparente contigo.

Vi a la mayoría echarnos un vistazo. Muchos creían que yo mantenía una relación con Devon a espaldas de mi hermano, ya saben por los códigos. La verdad me importaba una mierda todo.

Devon y yo nos separamos para irnos a nuestras respectivas clases, era increíble tener amistades con hombres, una vez solucionado el problema no hay rastros de rencor, remordimiento, simplemente volver a la normalidad.

Hoy estaba en las nubes, me sentía llena de energía y nada iba a arruinar eso.

Entré al salón y ubiqué rápidamente un pupitre para mí, a mi lado estaba Brooke, al sentarme ella posó sus ojos en mí.

Aclaré mi garganta y decidí hablarle—¿Y? ¿Leíste mi parte?

—Hiciste un buen trabajo.

Asentí resignada, mantener una conversación con ella era imposible.

—Chicos en orden quiero los ensayos sobre mi mesa, primero la fila de al medio, después la de la derecha y así sucesivamente, —habló el profesor mientras se ponía sus anteojos, al ver que no nos movíamos aplaudió—Vamos chicos, mientras más rápido las entreguen, más pronto tendrán sus calificaciones. Hoy les daré esta hora libre, pero deben mantenerse en el salón.

Tomé el ensayo del pupitre de Brooke al ver que ella no se levantaría, me acerqué hasta la mesa del profesor y lo dejé sobre los otros.

—Dariel—me giré al oír mi nombre—¿Cómo estás?

—Tyler—sonreí al reconocerlo—Bien ¿y tú? —respondí dudosa.

—Me alegro, mira iré al grano ¿Tienes algo que hacer hoy?

Tyler es un chico apuesto y es el primero de la clase, definitivamente tiene lo suyo, pero no es mi tipo. Miré alrededor y había unas cuantas miradas sobre nosotros, expectantes de lo que saldría de mi boca.

—Esperar a mi hermano—me excuse.

—Podemos esperar juntos, —dijo sonriendo—No tengo apuro.

—Pero luego tenemos que llevar a nuestro gato al veterinario, ha estado terriblemente enfermo— mentí forzando una sonrisa en mi rostro.

—Yo sé que no tienes un gato, Dariel—dijo riéndose—¿No quieres verdad?