RWBY: La historia de Gambito

Capitulo 4

Hola a todos, un nuevo capitulo de nuestro mutante ladrón favorito. Antes de que continuen, para avisarles que hay un anuncio al final.

Disfruten.

Después de la reunión, donde acordaron que la boda tendria lugar en 8 meses para darle tiempo a la joven pareja que se conociera. En estos momentos Jaune y Giada estan caminando por las calles de Argus (vigilados por los guardias de ambos a lo lejos) tras tener el permiso del padre de el y del abuelo de ella para poder empezar a conocerse.

El rubio pago por dos helados para ambos, después de la comida entre los gremios ambos querian un postre. Ahi descubrio el gusto de Giada por el sabor fresa. Tambien vio como se burlo de el por elegir el sabor vainilla.

-Espero que no seas tan aburrido como tu sabor de helado.- Comento con burla Giada, haciendo que el rubio girara sus ojos rojos.

-No juzgues a un hombre por su sabor de helado chérie (cariño).- Fueron las palabras de Jaune ante la pelimorada antes de guiñarle el ojo, que se sonrojo al oir el acento del rubio. -No imagine ver a una asesina del gremio sonrojarse.- Giada fruncio el seño y le pego suavemente en el hombro a Jaune.

-Callate idiota.- El rubio se rio por las acciones de la pelimorada.

Ambos siguieron caminando, conociendo la historia de cada quien. Giada se sintio triste al oir como el fue abandonado por su familia biológica pero agradecia que los LeBeau le dieron un hogar y una familia. El rubio tambien escucho la historia de Giada, sintiendose afligido al oir que la madre de Giada fallecio cuando ella era pequeña, pero se sentia contento en saber que su padre estubo ahi para cuidarla.

-Por cierto, creo que tu hermano me odia.- Comento al recordar la mirada de pocos amigos del pelinegro.

-No te odia, solamente es muy sobreprotector.- Fue la respuesta de Giada, que ignoraba la cercania que su mano tenia con Jaune. -DEMASIADO sobreprotector de acuerdo a mi papá y mi abuelo.-

-Debio haber sido dificil poder hacer amigos.- Dijo el rubio mientras tiraba la basura en un bote cercano.

-No tienes la menor idea.- Ambos se rieron por su comentario.

Ambos entraron al parque de la ciudad, siendo seguidos por sus "sombras" a una distancia no tan discreta para ambos.

-Aun no entiendo porque necesitamos "niñeros". Yo soy un ladrón experto en combate y tu una femme fatale con una belleza y aura angelical.- Giada volvio a sonrojarse por otro de los cumplidos de Jaune.

-Culpo a mi hermano por los que vienen de mi gremio.- Dijo la pelimorada, desviando la mirada para que el rubio no vea su sonrojo.

-Si, lo más seguro es que papá los mando por lo sobreprotectora que es mamá.- Comento el joven LeBeau mientras se frotaba la sien, para humor de Giada. -En fin mi lady, ¿qué le gustari- Ambos fueron interrumpidos al ver a un grupo de ladrones callejeros, 6 para ser exactos, salir y rodearlos.

-Quietos, denme todo objeto de valor.- Ordeno el que era el lider de ellos, mientras los jovenes se miraron entre ellos.

Claramente no saben con quienes se metieron.

-Mejor aun, porque no mejor ustedes abrutis (imbéciles)- El rubio sonrio al ver la molestia. -Se van por donde vinieron y nos dejan a mi y la mademoiselle tener nuestra cita en paz.- La pelimorada sonreia con las mejillas rojas al oir las palabras del rubio.

-Muy gracioso.- Los ladrones sacaron cuchillas y tubos de metal.

-Que conste que se los adverti.- Jaune se encogio de hombros mientras golpeaba con una patada giratoria al lider y lo lanzaba contra los que estaban a sus espaldas. -Tu los de la derecha y yo los de la izquierda.- Indicaba mientras sacaba su bastón Bo y un par de naipes mientras ella saco dos dagas ocultas.