tres

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Al día siguiente, Jimin recordó llevar bloqueador solar.

La ventana de su casa seguía sin ser reemplazada, pero aparentemente, alguien iría a hacerlo hoy, por lo que Jimin no tendría que seguir paseando al perro. Bueno, eso es lo que su madre le había dicho. Uno de sus vecinos le debía a su familia un favor y había aceptado arreglar su crisis de ventana.

Jimin, al igual que las otras dos mañanas, alcanzó la piscina de rocas de Yoongi justo cuando se alzaba el sol, perro siguiendo detrás.

En su otra mano, en vez de un kit de primeros auxilios, cargaba una bolsa de plástico pequeña. En ella estaba el bloqueador y otra bolsa llena de carne. Excepto que no era realmente carne. No había carnicerías cerca, y el supermercado no abría hasta las ocho. Además, no tenia exactamente los fondos para ir a comprar cerdo, res o siquiera la mitad de un pollo.

Así que, en su pequeña bolsa, tenía lo que había tomado del refrigerador. Esto era: varas de salami, un paquete de rebanadas de jamón, y tres nuggets de pollo que le habían sobrado de su almuerzo el otro día. Eso estaría bien, ¿no? Era carne después de todo.

No creía que Yoongi fuese a ser tan malagradecido. Parecía paciente mientras esperaba a que Jimin lo liberara de la red y los anzuelos. Incluso se había mostrado interesado cuando Jimin le había contado de su aburrido drama familiar.

Probablemente no le importaría un nugget o tres.

Yoongi estaba estudiando los pequeños orificios en su cola cuando Jimin bajó la bolsa junto a la piscina de rocas. Se torcía en su lugar, tratando de ver mejor el daño. Las marcas en sus brazos habían empezado a calmarse y ya no estaban tan rojas. Sus moretones tornándose amarillentos, pero aún lejos de desaparecer.

La agitación de las bolsas de plástico parecían haber atraído su atención, y Yoongi alzó la cabeza en dirección a Jimin mientras este tomaba el bloqueador de la bolsa. Se lo pasó con cuidado. Yoongi tomó la botella, y la giró despacio, ignorando la etiqueta y estudiando las imágenes.

Jimin estaba a punto de explicarle lo que era, pero él parecía saber para que era, pues abrió la tapa y comenzó a ponérselo en los brazos. Frotándolo en líneas blancas y luego en círculos, hasta que ya no podía verse.

Jimin había traído el de factor cincuenta. Parcialmente porque Yoongi era muy pálido, pero en su mayoría porque era lo que tenia a la mano. Él mismo nunca había usado la crema. La había comprado, pero nunca la había usado. Le gustaba el cálido brillo que el sol bronceaba en su piel. Y nunca se quemaba, porque rara vez pasaba periodos extensos de tiempo en el sol caliente.

Bueno. Nunca lo había hecho hasta hace dos días. Pero se había puesto un poco de crema detrás del cuello, y en sus brazos desnudos esta mañana mientras caminaba a través de la arena. Su piel había estado algo sensible donde se había quemado ligeramente.

''Ayuda'' llegó la voz, calma y relajada. Yoongi veía a Jimin. Sostuvo el bloqueador hacia él y le dio la espalda. ''No alcanzar'' dijo él.

Tragando saliva, Jimin aceptó la crema de vuelta, tomando cuidado en evitar rozar dedos con Yoongi, mas por sus garras afiladas que por vergüenza. Cada una era aproximadamente de una pulgada de largo, y excepcionalmente afiladas. Los lados eran serrados y Jimin sabia que definitivamente, no quería ser atravesado por ellas.

De nuevo.

Su brazo aún dolía si lo agitaba muy rápido. Podía recordar claramente como se habían sentido esas garras hundiéndose en su piel, y eso fue cuando Yoongi se había contenido. Ni siquiera las encajó completamente, sólo las puntas.

Beneath the surface | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora