Cómo era de esperarse, triunfaron y lograron recuperar el territorio dominado por el príncipe Rena. No fue difícil someter a aquel grupo de débiles guerreros. Ahora todos debían unirse y rendir lealtad al Lord de las tierras del Oeste.
Todo fue tan rápido que había tiempo suficiente para otro ataque y otro más. No le agradaba Takeshi pero su grupo de arqueros era muy bueno, sin su ayuda quizá la batalla se habría prolongado.
Han transcurrido exactamente 30 días desde la última vez que Sesshomaru y Rin se vieron.. recordó la invitación de la exterminadora y el monje. Realmente no le llamaban para nada la atención esa clase de eventos humanos, pero Rin le había pedido que fuera... Tal vez... Podría... NO. Estar entre tanto humano le provocaría alguna severa reacción alérgica.
El día transcurría normalmente. Tomó un relajante baño, bajó al comedor donde le esperaban sus más cercanos colaboradores. Estaban felices por el último triunfo que habían logrado el día anterior. Bingo seguía con su problema latente, bebía mucho bajo cualquier pretexto. Keiko por su parte había evitado enormemente cualquier contacto con Sesshomaru que no fuera meramente necesario. Sin embargo para él no acababan esa clase de problemas. Al notar esto, Fuji comenzó a acercarse más a él, pero la pobre también era rechazada de la peor manera.
Jaken por su parte evitaba hablar lo menos posible puesto que Sesshomaru le había regañado por las imprudencias cometidas frente a Katia. Ahora ella sabía que él había salido a visitar a alguien y encima de todo le había llevado no uno sino varios presentes. No le quedaba más que confiar en que la mujer no diría nada a nadie. Muchos demonios permanecían alerta ante una posible invasión por parte de Sesshomaru, lo que menos necesitaba ahora es que alguien supiera sobre Rin.
Al terminar sus alimentos, Sesshomaru se puso de pie, seguido de los demás. Se dirigían al despacho a planear el siguiente ataque. Pero no se sentía de humor. Quería tomar una decisión en torno a otro pendiente. Repentinamente se detuvo y les indicó que atendieran sus otros asuntos, pues el plan de ataque se pospondría un día más. No dio más explicaciones dejando a sus sirvientes un poco impresionados. Y es que algunos días parecía que le urgía demasiado recuperar pronto los territorios perdidos, pero otros días, como hoy, demostraba que eso era lo que menos le importaba. En fin, era el Lord y nadie podía contradecirlo.
Se dirigió a aquél jardín. Ahora tenía una gran área con árboles de cerezo, se encaminó hacia ahí. El viento soplaba y los pétalos rosas caían sobre él. Ese aroma le recordó a alguien.. Una pequeña niña cantando y corriendo entre un suelo rosado. Seguramente estaría muy emocionada por la celebración. La imaginó sonriendo, ayudando a la anciana con los preparativos. Esa niña se alegraba tan fácilmente de todo... Se quedó unas horas ahí, descansando.
Katia: ¡Hola Sesshomaru!
Sesshomaru: (Muestra una mueca de disgusto) ¿Qué quieres?
Katia: Sólo vengo a dar mantenimiento a tu jardín.
Sesshomaru: Creo que es demasiado grande como para que justamente tengas que hacerlo aquí.
Katia: Es verdad.
Sesshomaru: Habla ya.
Katia: ¿Estás bien Sesshomaru?
Sesshomaru: ¿Por qué no lo estaría?
Katia: Hay días, como hoy, que tu mirada se pierde en el horizonte.
Sesshomaru: ¿Y eso qué?
Katia: Esa mirada, no es la misma que muestras a los demás.
Sesshomaru: Hmp.
Katia: ¿Por qué no vas?
Sesshomaru: ¿Ir? ¿A dónde?
Katia: A quitarte esos ojos nostálgicos.
Sesshomaru: No sé de que hablas.
Se pone de pie y se retira dejando a aquella mujer ocupándose del gran jardín. ¿En verdad su mirada lo delataba? Caminó dentro del palacio, iba a su habitación. En su camino algunos súbditos le hablaron pero decidió ignorarlos. No tendrían nada importante que decir. Llegó a su alcoba y vio por la ventana cómo el cielo se empezaba a tornar rojizo. Suspiró. Se molestó por eso. Dio media vuelta. Lanzó sus espadas al suelo. Iba a recostarse. Se molestó otra vez. Recogió sus espadas y salió por la ventana.
Keiko: ¡Sesshomaru!
Sesshomaru voltea a verla, ella entrena sola, duda que lo llame para algo importante.
Keiko: ¡Espera!
Sesshomaru: (Molesto) ¿Qué diablos quieres?
Keiko: ¿Te gustaría entrenar conmigo?
Sesshomaru: No.
Keiko: ¿Vas a entrenar?
Sesshomaru: No tengo por qué decirte lo que voy a hacer.
Keiko: Disculpa.
Sesshomaru: ¿Es todo?
Keiko: Yo... sólo... quería...
Sesshomaru: No me hagas perder el tiempo, llevo prisa.
Keiko: ¿Cómo?
Sesshomaru: Lo que oíste.
Keiko: ¿Otra vez te vas?
Sesshomaru: Si.
Keiko: ¿Te reunirás con ella?... ¡Sesshomaru! (vio como se alejaba) se fue...
Al salir del campo de protección del palacio, Sesshomaru se convirtió en una esfera de luz que pronto llegó a aquella aldea. Descendió cerca del árbol sagrado, hasta ahí era perceptible aquel alboroto. Estaba ahí para ver a Rin, pero lamentaba ahora el ir solo, Jaken podría ir a llamarla y todo sería más fácil. Se molestó otra vez, pues tendría que acercarse a los humanos.
Agudizó su sentido auditivo para saber específicamente dónde se encontraba Rin. Pudo escuchar su risa. Ella se encontraba feliz. Justamente riendo en sincronía con ella estaba Kohaku. Estaban juntos, riendo, felices... Quizá no era necesario que él estuviera ahí. Dio media vuelta para marcharse, pero algo llamó enormemente su atención y le retuvo ahí...

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Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 2
FanficSesshomaru ha dejado a Rin en la aldea de la anciana Kaede para que aprenda a convivir con los humanos. Pero ¿Cómo afectará esto a ambos? ¿Fue una buena decisión? Los personajes principales pertenecen a Rumiko Takahashi. Continuación de la historia...