Capítulo 2

1K 59 0
                                    

Estoy fuera de la casa, entregando las fotos enmarcadas de flores e imágenes de la playa, para los restaurantes y las tiendas a lo largo de Alki Beach.
-¡Hola, Sra. Henderson! -le sonrío a la mujer gorda de cabello gris tras el mostrador de Gif Galore, una de mis tiendas favoritas de baratijas.
Estoy feliz al ver mi trabajo colgado detrás de la caja registradora. Hay estantes y estantes de objetos con el tema de playa, joyas, obras de arte y mucho más. Es un lugar divertido para pasear.
-¡Hola, Natalie! ¡Veo que tienes algo para mí! -Ella sonríe y camina alrededor del mostrador para darme un fuerte abrazo.
-Sí. Espero que puedas usarlo.
-Oh sí, casi se me acabaron los otros que me dejaste la semana pasada. Te convertiste en una artista muy popular.
La Sra. Henderson comienza a mirar mi trabajo soltando varios oohhh y aahhh, y siento el orgullo llenar mi pecho cuando dice que se quedará con todo lo que le traje hoy.
Conversamos en el mostrador, mientras hace un cheque por las ventas de la semana pasada y me giro para salir, pero tropiezo con un pecho duro.
-Oh, lo siento... -Doy un paso atrás y miro hacia arriba. Oh mierda.
-Hola, Natalie. -Luke me esta mirado, con una sonrisa bailando en sus labios.
Él parece un poco sorprendido, feliz y...
¡Oh Dios mío!
-Hola, Luke. -Mi voz suena como susurro de nuevo y mentalmente me estremezco.
La Sra. Henderson se va al fondo de la tienda para hablar con un cliente, dejándome sola con Luke. Miro mis sandalias, acordándome que necesito una pedicura. ¿Que debería decir?
-Entonces, eres una artista. -La mirada de Luke va hasta mis fotos enmarcadas, todavía en el mostrador.
-Sí -sigo su mirada-. Vendo mi trabajo en las tiendas locales.
Sonríe y siento mi estomago moverse nuevamente.
-¿Que estás haciendo aquí? No pareces del tipo de tiendas de baratijas.
-Estoy buscando un regalo para el cumpleaños de mi hermana. -Comienza a mover mis cuadros-. Estos serían perfectos. Acaba de comprar una nueva casa en un condominio. ¿Cuál de ellas me sugieres? -Me mira y no me puedo negar, me reúno con él al final del mostrador, mientras miramos las veinte imágenes una al lado de la otra.
-¿Qué prefiere? ¿Flores o paisajes? -pregunto.
-Err... -traga en seco. ¿Será que también tengo algún tipo de efecto sobre él? Me inclino un poco más cerca, fingiendo mirar las fotos en el mostrador y lo escucho recuperar el aliento.
-Probablemente flores.
-Entonces escogería una de estas. -Sonrío para mí, aprovechando que la proximidad de ahora que no me hace sentir amenazada, selecciono cuatro fotos de flores, todas de diferentes tipos y colores.
-Perfecto. -Una sonrisa brilla en su rostro y no consigo dejar de sonreírle-. Eres muy talentosa.
Su halago me toma por sorpresa y siento mi rostro ruborizarse.
-Gracias.
Luke le paga a la Sra. Henderson, después me sigue fuera de la tienda hasta mi auto.
-¿Para dónde vas? -pregunta, cuando me alcanza.
-Bien, esta fue mi última entrega, voy para casa.
-Oh -responde calmamente-. ¿Podría llevarte a tomar un café?
Mi estómago se contrae animado. ¡Todavía está interesado! ¿En mi? Él podría ser un asesino. O peor.
-¿Un Happy hour? -continua
Sonrío y miro a lo lejos, todavía caminando en dirección al auto.
-¿Cenar? ¿Puedo pagarte un helado? -Se pasa la mano por el cabello desordenado y mentalmente me abrazo a mí misma.
Algún lugar público debería ser seguro, entonces antes de colocarle más obstáculos, me escucho diciendo-: Vamos a tomar una bebida. Hay un bar a una manzana que tiene un buen Happy Hour.
-¡Solo me tienes que indicar el camino!
Joder, yo haría cualquier cosa por una sonrisa como esa.
-¿No quieres guardar las fotos de tu hermana en tu auto?
-Vine caminando. -Se encoge de hombros.
-Aquí, guárdalas en mi auto. -Abro el maletero de mi Lexus SUV y levanto la puerta para él.
-Lindo Auto -dice, sorprendido. Sus cejas se alzan mientras me mira.
-Gracias. -Cierro la puerta y pongo el seguro al auto nuevamente, mientras caminamos por la acera.
Luke toma las gafas de sol de su camisa blanca y se las coloca, mirando alrededor, como asegurándose si alguien lo está mirando.
Arrugo mi frente. ¿Sera que siente vergüenza de ser visto conmigo? ¿Si tiene vergüenza, entonces porque me invitó a salir?
Todavía no entiendo esto, cuando sostiene la puerta abierta, de mi bar irlandés favorito, y entramos.
-¡Hola! Bienvenido al Swell Celtic.
Una camarera joven nos sonríe a los dos, con una atención especial para Luke, y yo mentalmente ruedo los ojos.
-Hace un lindo día afuera -continua-, ¿será que les gustaría sentarse dentro o fuera?
Miro a Luke y sin pausa, sin preguntarme lo que prefiero, dice:
-Dentro.
-Seguro, sígueme, lindo.
Le parpadea a Luke, ignorándome completamente, y nos lleva hasta una mesa próxima a la parte de atrás del balcón. Nosotros nos sentamos, y la coqueta señorita coloca el menú del Happy Hour con orgullo sobre la mesa, sonriendo largamente a Luke, y después nos deja solos.
-¿Estas avergonzado por estar a mi lado? -Estoy determinada a llegar al fondo de la cuestión.
Luke se ahoga, quitándose las gafas de sol mostrando sus grandes ojos azules, me mira horrorizado. Los nudos de mi estómago lentamente se sueltan.
-¡No! No, Natalie, ¡absolutamente no! La verdad, es que estoy muy feliz de pasar este tiempo contigo. -Parece sincero-. ¿Porque lo preguntas?
-Bien... - doy un profundo sorbo al agua que la camarera acaba de poner delante de mí, antes de volver a mirarlo-. Pareces...
-¿Qué?
-Es que te quedaste silencioso de repente. -es lo mejor que consigo decir.
Joder, ¿por qué me pone tan nerviosa?
-Estoy feliz de estar aquí, contigo. Solo... -balancea la cabeza, pasando la mano por su hermoso cabello-. Soy un hombre discreto, Natalie.
Él respira rápidamente y cierra los ojos, como si estuviera luchando con algún difícil debate interior, antes de regresar su mirada azul brillante hacía mí.
-Está bien. -Sostengo mis manos en frente, como una señal de rendición.
-Sólo estaba investigando. No te preocupes. -Le sonrío esperando tranquilizarlo y tomo el menú del Happy Hour, antes que él pueda decir cualquier otra cosa.
Sus cambios de humor y las razones detrás de ellas no son de mi incumbencia.
Nosotros salimos apenas para tomar una bebida. Vamos a mantener las cosas ligeras.
Él sonríe, y soy salvada de iniciar una conversación cuando regresa la coqueta camarera para tomar nuestros pedidos.
Luke levanta una de sus cejas en mi dirección.
-¿Que le gustaría a la señorita?
-Una margarita, sin hielo y sin sal, limón extra.
Mis cejas se alzan, cuando la camarera, con las mejillas sonrojadas, se ve obligada a reconocer mi presencia y escribe furiosamente en su block de notas. Luke es caliente, no puedo culparla por prestarle atención, más hay algo primitivo en mí, quiero arrancarle sus bonitos ojos castaños. Y ni siquiera es nada mío.
Luke rie.
-Que sean dos.
-Puedes apostar. ¿Alguna cosa más? -le pregunta a Luke, ignorándome, y sonrío para mí misma, cuando Luke sin molestarse en mirarla, apenas gruñe:
-No, gracias.
-Merezco una margarita después del día que tuve. -Tomo un trago de mi agua.
-¿Qué paso?
Luke se inclina hacia delante y adoro darme cuenta que parece realmente interesado.
-Bien... -miro el techo, como si estuviese inmersa en mis pensamientos-: Vamos a ver. No conseguí dormir mucho anoche, entonces decidí hacer una caminada matinal para sacar unas fotos. En ese momento casi fui asaltada. -Lo miro lanzándole una mirada sarcástica de horror.
Luke ríe, una risa abierta, y mi barriga da un vuelco nuevamente. Dios Santos, ¡es tan lindo!
-¿Y entonces...?
-Entonces, conseguí hacer una huida audaz. -Sonrío y él está sonriendo de oreja a oreja, con la barbilla apoyada en la palma de la mano-. Fui para casa, y desayune con mi compañera de cuarto, en seguida, tome una siesta.
-Me hubiese gustado ver eso. -Sus ojos se estiraron y me siento enrojecer.
-¿Adorarías verme desayunar con mi compañera de cuarto?
-No, listilla, adoraría verte dormir.
-Estoy segura que eso no es tan excitante. -Agradezco a la camarera por mi bebida y tomo un largo trago.
Oh, esto es bueno.
-¿Y después de que te despertaras?
-¿Realmente quieres saber sobre todo mi día?
-Sí, por favor. -Luke toma un trago de su bebida y después arruga los labios sobre la copa.
Oh mí....
-Hum... - me aclaro la garganta y sonrío para Luke, que nuevamente disfruta de mi reacción-. Tuve una sesión de fotos al medio día, que término más o menos a las 14 hs. Entonces hice algunas entregas por el barrio y encontré a este guapo asaltante, y estoy ahora disfrutando de una bebida con él.
-Me gusta más la última parte.
Oh.
-¿Y qué hizo hoy, el señor? -pregunto, descansando los codos sobre la mesa, feliz por regresar la atención a él.
-Resulta, que yo conseguí dormir bien anoche, entonces, me levante temprano para dar un paseo y disfrutar de la vista de la playa. -Hace una pausa para tomar un trago.
-Mmm hmm...
-Entonces hice una cosa realmente estúpida con esta increíblemente bonita y sexy mujer que me encontré.
Suspiro mordiéndome el labio. ¿Sexy y bonita? Wow.
Los ojos de Luke se fijan en mis labios.
-¿Sera que ella te perdono por ser un idiota? -Mi voz parece agotada.
-No estoy seguro. Espero que sí.
-¿Entonces qué hiciste?
-Regrese a casa a leer un poco.
-¿Qué tipo de lectura? -Mmm, este margarita esta delicioso.
Luke arruga la frente un poco, en seguida, encoge los hombros.
-Apenas algunas lecturas para el trabajo.
-Oh ¿Y qué haces? -Levanto mi copa para que Miss Coqueta la llene de nuevo, alzo mis cejas para Luke por si el también quiere, y él acepta.
-¿Por qué quieres saberlo? -susurra y de repente parece pálido.
¿Qué mierda es esa? ¿Realmente es un asesino en serie? ¿Un espía? ¿Esta desempleado y en busca de una patrocinadora? Alejo ese pensamiento, él no sería capaz de vivir en este barrio si estuviera desempleado.
-Bien, ahora estoy curiosa. -Me inclino hacia adelante. Él parece incomodo; así que decido liberarlo de su aflicción-. Pero realmente no es de mi incumbencia. ¿Entonces, leíste y después?
Luke se relaja visiblemente, y no consigo dejar de sentirme un poco desilusionada, no me va a decir que hace para ganarse la vida.
-También tome una siesta.
Sonrío y lo miro de arriba abajo.
-Hubiera querido ser una mosca en la pared.
Ah, ¡casi me había olvidado lo divertido que era coquetear! Se ríe y me siento vibrar por dentro, haciéndome reír también.
-Entonces salí a hacer compras para el regalo de cumpleaños de mi hermana y encontré la cosa perfecta.
-¿Oh? ¿Y qué fue eso? -Inclino mi cabeza para un lado, disfrutando del juego y tomando un trago de la deliciosa bebida.
-Bien, hay una brillante artista local, que toma lindas fotos, y tuve suerte de encontrar algo de su trabajo.
Parece casi orgulloso, lo que me deja caliente y feliz.
-Eso es bueno. -No sé qué más decir.
-Entonces, ¿tienes una sesión de fotos hoy?
Wow... cambio de tema.
-Sí. Creo que necesito otro margarita si esta conversación va a tomar el rumbo en el que pienso que va. Necesito de una bebida.
Señalo a Miss Coqueta y sin preguntar, pido otra para él también. Él levanta una ceja.
-Pensé que no hacías fotos de personas.
-¿Por qué crees eso? -pregunto con una mueca.
-Porque lo dijiste esta mañana, durante nuestro particular encuentro.
-Oh, eso es cierto. No hago fotografías de retrato tradicional.
Aclaro mi garganta y miro alrededor del bar, para cualquier lugar, menos hacia él. Rezo para que no haga la pregunta siguiente, y hago una mueca cuando la hace de todas maneras.
-¿Qué tipo de fotografías de retrato haces? -Parece confundido.
Tomo una respiración profunda. Mierda.
-Bien, eso varía. Depende del cliente. -Estoy nerviosa nuevamente. No hablo con muchas personas sobre ese lado de mi trabajo fotográfico. Creo que la mayoría de las personas son muy críticas, y, honestamente no es de la incumbencia de nadie, apenas mía y de mis clientes.
-Mírame. -Su voz es baja y gruesa, él no está bromeando. Mierda.
Miro a sus ojos, y trago en seco.
-Me lo puedes decir, Natalie.
Ah, es tan... sexy. Y agradable. ¿Eso es posible?
-Tal vez algún día te lo cuente. Cuando me cuentes que haces para ganarte la vida. -Sonrío y golpeo la mesa y su humor se levanta inmediatamente.
-¿Entonces me lo vas a contar... algún día?
-¡Oh, espero que sí! Si juegas bien tus cartas.
-Eres una pequeña cosa atrevida, ¿no es así?
-No tienes ni idea, Luke.
-Me gustaría saberlo, Natalie. -Y su rostro se vuelve serio de nuevo, haciéndome temblar.
-¿Eres un galán, verdad?
Luke sonríe, una sonrisa larga y linda. Le devuelvo la sonrisa y termino mi tercera bebida. Mi cabeza está volviéndose tonta y sé que es mejor parar con el alcohol.
-Otra bebida. -Luke comienza a llamar a Miss Coqueta, pero niego con la cabeza.
-Es mejor que regrese al agua.
-Claro. Mas agua para mi amiga y para mí, por favor. -La exagerada y simpática camarera viene caminando, moviendo deliberadamente las caderas, en la esperanza de conseguir llamar la atención de Luke, pero él me está mirando y la ignora completamente.
-¿Qué tipo de películas te gustan?
¿Hmm? ¿Me está preguntando sobre películas?
-No veo muchas películas.
Inclina la cabeza para un lado y me mira como si estuviese hablando que los cerdos vuelan.
-¿En serio?
-No tengo mucho tiempo para eso.
-¿Quién es tu actor favorito? -Él sonríe, y siento que eso es algún tipo de prueba, pero no se dieron los apuntes de estudio.
-Ni sé quién es popular ahora. -Enderezo el cuerpo, y aprieto mis labios, pensando sobre eso-. Cuando era adolescente, adoraba a Robert Redford. - Encojo los hombros.
Luke parece que se ha llevado un golpe en el estómago, y de repente me siento avergonzada. Entonces su bello rostro se transforma en una sonrisa y sus ojos se suavizan cuando me mira
- ¿Por qué él? ¿No crees que sea un poco viejo para ti?
Me reí a carcajadas.
-Sí. Pero cuando vi "The Way We Were" con él y Barbara Streisand, tenía quince años, y me enamore por Hubbell. Él era muy soñador. Yo no le presto mucha atención a las películas. Hay muchas tonterías por ahí.
Luke ríe.
-¿Tonterías?
-¡Sí! Si veo más un tráiler de una estúpida película de vampiros, voy a matarme.
Él arruga la frente de nuevo, mirando alrededor del bar y de regreso a mí, mostrándose reservado.
-¿Qué? ¿Qué fue lo que dije?
-Nada. Eres apenas impredecible. ¿Cuántos años tienes, 23?
¿Por qué quería saber mi edad?
-Veinticinco. ¿Y tú?
-Veintiocho.
-Entonces, eres más viejo. -Río.
-Tienes una bella sonrisa. -Sus ojos brillan de felicidad y mentalmente me abrazo de nuevo, olvidándome que estoy nerviosa y me doy cuenta de que realmente me gusta. Es tan fácil hablar con él. Miro el reloj y suspiro con la hora. ¡Llevamos sentados aquí por tres horas!
-Me tengo que ir. -Sonrío-. Estamos aquí hace mucho tiempo.
-El tiempo vuela cuando estas con alguien bonito. -Él se inclina y toma mi mano, dejándome presa en su hechizo. Mis ojos se concentran en sus labios y él los lame, haciéndome temblar. Antes de que me dé cuenta, me suelta y me siento frustrada al perder el calor de su toque.
-Dividimos la cuenta. -Coloco una sonrisa arrogante en mi rostro y levanto la mano para pedir la cuenta.
-Oh, no. Eso es mío. -Luke toma la cuenta de mis dedos y saca su cartera.
-Estaría feliz de pagar mis propias bebidas.
Me mira y me sorprendo al ver que está molesto. Wow.
-No.
-Está bien. Gracias.
Su sonrisa está de regreso, cuando dice:
-El placer es mío.
Luke paga la cuenta y regresamos a la acera. Rápidamente se coloca las gafas de sol y es visiblemente consciente de las personas alrededor. Mi corazón brinca cuando me toma de la mano y comienza a caminar en dirección a mi auto.
El sol está empezando a desaparecer y observo la linda vista, con el sonido exuberante, el agua azul, los barcos y las montañas sintiendo la falta de mi cámara. Miro a Luke y su mandíbula esta tensa, está mirando para bajo, y estamos caminando rápido.
-Hey, más lento. -Tiro de mi mano deliberadamente y camino más lento-. ¿Estás desesperado por librarte de mí?
-No, no. -Mira alrededor nuevamente, entonces me sonríe, bajando el ritmo.
-Va a ser una gran puesta del sol. ¿Quieres caminar por el borde del agua? Prometo, ninguna cámara. -Levanto mis manos para mostrar que estan vacías.
Luke sonríe, y después mira alrededor, otra vez, sigo sin entenderlo. Hay un montón de personas caminando y aprovechando el bello día en Alki Beach. Luke balancea la cabeza y mira desesperado por un momento. Paramos en mi auto y creo que él me está mirando, pero es difícil comprobarlo a través de sus gafas oscuras.
-No me gustan las multitudes, Natalie. Es una especie de fobia. -Balancea la cabeza una vez más, se pasa la mano por el cabello sexy y suelta mi mano para colocarlas en su caderas.
-No es ningún problema. -Lo siento mucho por él en ese momento y quiero consolarlo.
Nunca quise consolar a ningún hombre antes, nunca. Nunca había tenido sentimientos suaves en relación a cualquier hombre. Ellos siempre fueron una diversión agradable, o mi peor pesadilla. Confusa, me veo alcanzando y sosteniendo su mano, para calmarlo.
-Hey -digo suavemente-. No te preocupes, Luke.
Se inclina ante mi toque y respira, coloca su mano sobre la mía, entonces la aprieta y besa mis dedos. Oh Dios.
-Vamos. -Deliberadamente rompo el momento lindo, necesitando un poco de espacio-. Te voy a llevar a tu casa. -La boca de Luke cae abierta.
-No te voy a hacer caminar hasta tu casa, llevando estas geniales y brillantes fotos en medio de la multitud. Entra.
Me lanza una sonrisa sexy, y se sienta en el lugar del pasajero.
¿Oh Natalie, en que te estás metiendo?

Conmigo #1Where stories live. Discover now