Hola mi nombre es Roy y por culpa de dios morí y reencarnar en otro mundo.lo se muy cliche no?. Bueno esta es la historia de mi vida en un nuevo y extraño mundo.
Soy nuevo en esto así que perdonen los errores al escribir.
En una ciudad sin nombre o ley, los líderes de las organizaciones más peligrosas de esa área tienen una reunión divertida.
Mujer: mmm..., ah!
Mercenario: vamos!..., gime puta!
Un grupo de hombre abusaba sin compasión a una mujer mayor mientras un hombre a su lado era golpeado sin parar.
Jefe: esto te pasa por no pagarnos mísero gusano...
El líder de ese grupo se reía junto a otros líderes de organizaciones al ver a la mujer del hombre apresado ser violada por sus hombres.
Mercenario: jefe unos representantes de un grupo de bandidos mercenarios quiere hablar con ustedes.
Jefe2: qué pase...
Jefe: como sea...
Los líderes sin Interes dan paso al representate de la banda de bandidos mercenarios.
Marcos: buenas tardes líderes de organizaciónes..., no diré cosas estúpidas o algún elocuente discurso..., si lo hago mi señor me matara...
Dando una reverencia Marcos miró a los líderes e integrantes viendo su gran número.
Pero no le importo eso y posó su vista en la mujer que aún era abusada por los integrantes en frente de su esposo mefio muerto.
Marcos: iré directo al punto..., ustedes trabajarán para mi señor o de lo contrario morirán...
Un silencio se formó en el lugar.
No duró mucho antes de empezar a oírse risas maníaca provenir de los integrantes.
Jefe: oye imbecil..., quien te cre...
Uno de los líderes de inmediato callo al suelo convertido en hielo destruyendose en pedasos.
Las risas pararon mientras todos empezaban a sentir un gélido frío en su cuerpo.
Jefe2: qu..., que pas...
Marcos: mi señor tiene una maldición capas de congelar la sangre de las personas que lo retan o desobedece..., lastimosamente no existe cura y la única forma de sobrevivir en ingerir estas píldoras...
El segundo al mando mostró las píldoras entregando una a la mujer y el hombre que la tomaron si tiendo ese frío irse.
Mujer: g..., gra..., gracias...
La mujer agradeció tapándose su cuerpo desnudo ayudando a su esposo que aún estaba herido.
Hombre: gracias por...
Marcos: callate..., a partir de ahora trabajarás para mi señor..., al igual que tu mujer...
Mujer: S... Si...
Marcos miró al grupo de mercenarios que agonizaban congelandose poco a poco.
Detrás de él un grupo de soldados sombras aparecieron.
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