Guerra de amor (Camren G!p)

Capitulo 2: El campamento

CAPITULO 2- En el campamento

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Choques entre espadas, golpes dirigidos a los rostros, gritos de guerra, risas, mal olor, barro, sonidos de gente escupiendo, tiendas de campaña, caballos, escudos, armas…hombres altos, bajitos, corpulentos, feos, sudorosos, fortachones, calvos, peludos…

Rápidamente volvió a esconderse tras el árbol, y con una mano sobre su pecho respiraba agitada, con los ojos bien abiertos.

–Camila–. el pequeño dragón protector se asomó por la cabeza del caballo y se tumbó entre sus orejas, apoyando su cabeza en sus manos- ¿estás segura de esto?-

Ryu la examinó fijamente. Llevaba las mismas botas de montar, unos pantalones amarronados que había robado de su padre y que debía llevarlos atados con una cuerda, una camisa blanca y amplia de botones metida dentro del pantalón, y una chaqueta sobre esta del mismo color que el pantalón. Sin embargo, y lo que más llamaba su atención, era aquel rostro moreno y femenino que ya no contaba con aquel largo cabello. Un corte rápido y preciso, con algo de flequillo en su frente y que se revolvía y ponía en punta con mucha facilidad.

Esos grandes ojos, sus pestañas, su nariz y esos labios… él no era una persona, pero no hacía falta darse cuenta que a la vista era una chica. Suspiró negando.

-No sé quien podría creerse que eres un chico-

Camila frunció sus labios, mirando al pequeño dragón.

-Se supone que estás aquí para ayudarme- masculló ella, respingando al escuchar las espadas chocarse a lo lejos.

-No me gusta esto- Ryu se incorporó y sentó, cruzados de patas- es muy peligroso-

-¿Y crees que a mí me gusta? Lo hago por padre, él…-su mirada se desvió a la grupa del caballo, donde resplandecía el dragón de la vaina de la espada- no puedo permitir que muera- y volvió a mirarle- Yo soy la primogénita. Es mí deber cumplir con esto-

-Tu deber es estar en casa y cumplir con las obligaciones que las damas os indiquen- replicó Ryu mientras Camila se volteaba y volvía a mirar hacia el campamento- aquí todos son hombres. Armas, mal olor, sudor, mala comida, hombres… ¿crees que podrás soportar todo eso?-

-Lo haré- respondió ella mirando al campamento, asustándose al a ver a un hombre que parecía un gorila. Se volteó de nuevo y apretó su puño al aire- lo haré por mi padre- le miró, sonriendo- me convertiré en un guerrero como él-

Ryu volvió a suspirar, derrotado. Aquello ya no tenía solución ni vuelta atrás. Camila podía ser tan cabezota como su padre y nada le haría desistir de esa absurda idea.

-¡¿Convertirte en chico?-exclamó Ryu alarmándose.

Camila asintió, con la mirada firme y determinada. Ryu se dejó caer en la cama, asombrado.

-¿Quieres hacerte pasar por un chico para sustituir a tu padre?- aquella idea realmente le parecía absurda- Camila, tú has pensado bien…-

-Si- se levantó de la cama y dirigió al espejo- yo iré a posición de mi padre- se agarró el cabello con ambas manos y lo dejó caer sobre sus hombros-defenderé al rey cueste o que me cueste-

Y dejó que entre sus dedos, el cabello se deslizara. Eso sí que le entristecía, aquel cabello del cual estaba tan orgullosa…desaparecería pronto. Pero debía hacerlo. Por el bien de su familia, combatiría contra Vamps y defendería al rey.

Siguió observándola hasta que finalmente volvió a suspirar.

-Está bien. Seguiremos con este plan- Camila sonrió- Pero como ocurra algo…como alguien se le ocurra hacerte algo. Lo mataré, le morderé y le estrangulare. Le maldeciré y…-