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Hoseok no se sorprendió, pero su corazón empezó a latir con fuerza ante la bendita imagen mental que apareció cuando Taehyung se relamió los labios segundos después de decir aquella palabra. Él también había tenido los mismos deseos y, en el fondo, sabía que Taehyung era curioso. Demasiado curioso para su propio bien.

- Me gustaría besar a un chico, saber si es diferente...... creo que ya olvidé lo que se sentía besar a alguien -confesó retirando la mirada y ésta vez vio como el rostro de Taehyung se ponía más colorado de lo que estaba y luego reía bufando por ello-. Hace tiempo no lo hago... ah, es tan molesto.

- Es normal... yo tampoco lo he hecho desde hace tiempo -murmuró Hoseok, casi como un secreto. Apoyó el codo en el respaldo y se giró más hacia Taehyung-. Es lo único malo de ser el novio de Army -bromeó.

- ¿No te dan ganas de besar? -susurró Taehyung, sus ojos aleteando curiosos hacia él-. A quien sea... o a alguien que quieras... ¿A quién te gustaría besar?

Era tan clara esa respuesta, pero jamás la diría.

- Probablemente... si me pongo a pensar demasiado... sí -asintió-. Claro que quiero y me daría igual con quién, supongo -mintió, y aunque se le contrajo el estómago, preguntó-: ¿Quieres besar a alguien en especial?

- No, no -negó Taehyung con rápidez y luego sonrío con un brillo fugaz de alguien decaído-... sólo... sólo tenía curiosidad de que dirías. Jiminnie dijo que si tuviera la oportunidad besaría a Shawn Mendes.

Hubo un silencio antes de que ambos se echaran a reír. Luego usó aquel tono de broma y si alguien le preguntase qué tenía en la cabeza para decir eso, pues era porque estaba loco. Y algo borracho.

- Igual me gustaría besar a un chico, debe ser... interesante.

Otro silencio, y luego la voz grave de Taehyung acariciándole y sus ojos fijos en él ocultando tantas cosas. Indescifrables y curiosos, hablando otro idioma que a veces creía que no era el suyo.

- Yo podría besarte, si quieres.

Taehyung lo había dicho. Sabía que debería dejar de jugar con fuego, porque se quemaba con tanta facilidad y era doloroso. Lo insinuó con su típica sonrisa burlona, y Hoseok se acercó lo suficiente para pegarle un palmazo suave en la frente mientras reía.

- ¡Ah, mocoso!, ¿Estás loco?

- ¡Hyung, hablo en serio! -se quejó Taehyung entre risas, resoplando y sentándose en el sillón tan rápido que se mareó.

Hoseok no pudo evitarlo, llevó su mano a la nuca de Taehyung y acarició, tan lento que fue más placentero para él que para el menor. Hizo que se girara, así que quedó sentado a su lado, tan cerca que con sólo un jalón de su nuca hacia él podría cumplir todos esos deseos suprimidos por más de siete años y caer en la tentación.

Estaba delirando, definitivamente.

No había caído en otras ocasiones más peligrosas que éstas, por lo que no lo haría en ese instante.

Se sintió desolado cuando soltó la nuca de Taehyung, pero aún así le sostuvo la mirada.

- Hablo en serio, si tú quieres -volvió a decir Taehyung, encogiéndose de hombros. Estaba borracho y estúpido y se estaba odiando tanto en ese momento, pero no iba caer, aunque tampoco iba a pararse de ese sillón e irse a su habitación. No sabía en qué momento toda su voluntad se había esfumado, pero supuso que sería la simple razón de que amaba estar con Taehyung. Además, sería raro. Él no hablaba en serio.

- No -dijo Hoseok con una sonrisa tan falsa que dolió, dolió por completo, más para él mismo que para Taehyung-. No quiero.

Hoseok había visto todas las señales, pero tenía que seguir creyendo que no estaban ahí.

Tenía que seguir creyendo que Taehyung no lo miraba de la misma forma que él lo hacía desde antes del debut, cada vez que era abrazado, al decir su nombre, al acudir a él siempre que podía o al decirle las cosas más maravillosas para hacerle sentir mejor.

Hoseok estaba delirando. Estaba seguro que pensar sobre Taeyung mirándolo de esa manera era otra forma para engañarse así mismo como el idiota que seguía siendo teniendo esos sentimientos.

Pero si las señales eran reales, no podía mentirse diciendo que no las había visto.

- ¿Por qué no? Estamos borraaaaachos. Mis amigos se besan entre ellos tooooooodo el tiempo -se encogió de hombros, riéndose juguetón mientras se servía otro trago de la mesa frente a ellos de vino blanco y tomaba un trago, arrugando el rostro y haciéndole reír.

- Ellos son... a ellos de seguro le gustan los hombres, Tae -contestó echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos.

- Claro que lo sé -esta vez rió Taehyung-. ¿Pero qué tiene de malo probar? Si no lo pruebas nuuuunca sabrás si te gusta.

- ¿Realmente... quieres saber si te gusta?

- Sí -balbuceó-. ¿Tú no?

Hoseok no borraba su sonrisa avergonzada. No podía. Aquello no podía estar pasando.

- Contigo no -mintió tan descaradamente-. Sería raro.

- Oh, vamos, eres uno de mis mejooooooores amigos -dijo Taehyung, como si estuviera diciendo lo primero que se le viniese a la mente. Hoseok abrió los ojos y volvió a mirarle, aquellos ojos que podían ver a través de él-. Yo lo soy también para ti, ¿Verdad?

- Por eso precisamente sería raro -negó Hoseok, no queriendo que el ambiente se tornarse tenso entre ellos, porque para él...

No, eso no debía pasar.

Miró a Taehyung y le alborotó el cabello, en una caricia que trataba de ser molestosa, pero no supo cómo, que terminó acariciando con suma dulzura la mejilla de Taehyung. Amaba la forma en la que se apoyaba en su tacto, como si necesitase más, y de repente pensó en todas las razones de porque besarlo sería una buena idea. Trato de convencerse, de engañarse, y de prometerse así mismo que no sería un desastre.

No lo logró.

- Ya es tarde, Tae -se oyó decir, dejando de tocarlo y haciendo que el mencionado lo mirase perdido, como si no estuviera realmente ahí. Vio como Taehyung hizo una mueca y, antes de poder parpadear, ya lo tenía alrededor de su pecho, siendo abrazado con fuerza y tirado hacia atrás en el sillón.

- No te vayas... -le escucho decir con voz ahogada y caprichosa.

- Tengo sueño -no era una mentira por completo.

- Duerme conmigoooo -balbuceó, apoyando el mentón en su pecho-. Hace tiempo que no duermo con nadie, ¿Sabes lo solitaaaaario que es... solo abrazar tu almohada?

- Nooooo -bromeó-. Tengo a Jiminnie.

Taehyung hizo un puchero, resoplando, y se alejó perezosamente dándole la espalda en el sillón.

- Bueno, ya... ve.

- ¿Estás enojado? -preguntó, aunque sabía la respuesta.

- No -le vio estirarse, bostezando-. También me dio sueño.

Hoseok no debería hacer lo que estaba haciendo. No debería estar tocando la espalda de Taehyung, pasando sus dedos entre los omóplatos, acariciando sus músculos tensos tras la tela. El menor suspiró, gimiendo complacido, y eso bastó para que Hoseok creyera en sus propias mentiras y excusas.

- Me voy -murmuró en el oído de Taehyung, quien lo ignoraba aún dándole la espalda, subiendo su mano hasta la nuca y acariciando allí, entre la piel y el vello, suave terciopelo que le dieron tortuosas ganas de besar. Amaba su cuello-. ¿No me vas a dar mi beso de buenas noches?














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