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Taehyung giró la cabeza sobre su hombro para mirarle, casi podía ver el rostro iluminado y divertido exclamando un << ¿En serio?, ¡Hyung, solo estaba bromeando contigo! >> pero, ¿Quién sería él sino hiciera lo que su menor quería?, ¿Quién se creía para negar algo que no cambiaría nada?

Así que lo hizo, empezó atacar a Taehyung con besos en la mejilla reiteradamente de una manera tan juguetona que hizo al menor retorcerse y chillar, riéndose también al ser atacado por sus manos haciéndole cosquillas encima de la camiseta. Si Taehyung quería jugar, entonces Hoseok jugaría con él. Si eso le hacía feliz, porque Hoseok era tan feliz cuando él lo era.

Sinceramente, Hoseok podía darle todo lo que quisiera. Incluso aquel cuchillo que le hace cicatrices a aquellos amores de verano.

- ¡Hyung, para! -decía Taehyung entre risas, retorciéndose en el sillón bajo sus besos y manos tocándole como si fuera un muñeco-. ¡Ah, voy hacerme pis encima!

- ¿Ya estás satisfecho, mocoso? -rió Hoseok, contagiado, deteniéndose al ver lágrimas de risa en los ojos de él. Taehyung había terminado acostado de espaldas en el sillón, con Hoseok sentado al lado de él e inclinándose encima suyo.

Ante la respuesta, negó travieso y se señaló la nariz.

- Te faltó aquí -dijo mirándolo con tanto brillo que Hoseok sólo pudo reír de la más pura ternura, agarrar su rostro y besar donde había señalado. Besó todos los lugares que Taehyung señaló, toda su frente, su mentón, y finalmente señaló sus labios.

Hoseok sólo se detuvo ante el gesto y lo contempló, aquellos ojos traviesos siempre ahí, retándolo a caer, sabiendo que no lo haría. Taehyung lo empujaba más allá de sus límites, y él a veces aceptaba, lo hacía porque también lo quería.

Taehyung no cerró los ojos cuando Hoseok se acercó lo suficiente para rozar sus narices... y tapar su boca con la mano en el proceso.

- ¿Ya fue suficiente? -susurró, sus labios rozando su propia mano y Taehyung negó parpadeando rápidamente mientras alzaba las manos para devolverle las cosquillas a Hoseok.

Él se alejó instintivamente, estallando en risas mientras Taehyung pasaba sus manos por debajo de su camiseta negra y picaba sus costillas. Estuvieron luchando en el sillón hasta que ambos se marearon y cayeron al suelo entre risas tontas, haciendo que se rompiera una de las copas, pero igualmente quedando lado a lado de espaldas entre el sillón y la mesa.

Él y Taehyung siempre habían jugado así cuando eran más jóvenes, antes del debut, casi podía recordar esos momentos en la pequeña sala de ensayo. Casi podía verle, con esa sonrisa cuadrada tal cual en esos momentos, pero casi siete años más joven, más inocente e inmaduro.

Parecía que aquella mirada nunca se iría. Hoseok podía recriminarse muchas cosas después, pero en ese momento sólo quería tocarlo... sentir que no estaba soñando.

- Creo que podría dormir aquí en el suelo -fue lo que dijo en cambio, volviendo a observar el techo.

- Entooonces dormiremos aquí -dijo Taehyung, con su tono de voz ebrio y jovial, parándose de su lado con cuidado de no caerse.

- ¿A dónde vas? -aun así preguntó.

Taehyung respondió al agarrar ambas almohadas y el blanco cobertor de la cama para volver hacia él y tirarle todo encima. Con cierta dificultad del mareo por el alcohol, se puso la almohada bajo la cabeza y esperó a que Taehyung hiciera lo mismo para taparlos a ambos, sintiéndose todo tan familiar al sentir que Taehyung lo abrazó, escondiendo la cara en su cuello, él aprovechando de pasar el brazo por debajo del cuerpo, y luego rió al ver que Taehyung ponía la pierna encima suyo, justo en su estómago.

the story never ends Hopev Where stories live. Discover now