Addicted | [Michaeng] G!P

Chapter VIII

- Entonces... ¿Cuando le quitamos la empresa?- Bambam acomodó su camisa debajo de su pantalón y lo abrochó, se vió en el espejo y notó un pequeño chupetón en su cuello. Sonrió. - Si tanto quieres reclamarme como tuyo... deja a la fenómeno- le guiñó a la pelirroja y siguió acomodando su cabello.

Rosé rodó los ojos y abrochó su sostén, - Eres un idiota... No sé cómo Mina te soporta- Bambam la observó, molesto.

- No lo hace, sólo nos acostamos- sonrió y la miró, - igual me da mucha pena por ella...- rió una vez más, negando - cogiéndose al hombre que su madre amaba- colocó su corbata en un elegante nudo y le dió un beso en la frente a la doctora.

Rosé limpió el lugar donde el chico posó sus labios y suspiró. Lo había prometido... No volvería a pasar. Lo que ellos habían tenido lo habían  dejado desde que terminaron, meses antes de que conociera a Chaeyoung... Pero cuando se enteró de que la menor seguía viendo a Mina, no pudo evitarlo. Quería lastimarla, pero parecía que a Chaeyoung no le importaba lo que hiciera. Todo lo contrario a su actitud con la empresaria.

La odiaba, odiaba que Mina tuviera el amor de Chaeyoung. La menor siempre estaba para ella, incondicionalmente. Y eso la lastimaba, y odiaba que no pudiera molestarse ni siquiera un poco con Chaeyoung, porque su estúpido enamoramiento era demasiado fuerte, demasiado... Era simplemente demasiado.

- También le quitaremos al perro- dijo abrochado sus botas y saliendo de la habitación. Bambam observó como la mujer azotó la puerta y sonrió, le encantaba esa Rosé mala.

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- Diablos... en verdad tenías hambre- Chaeyoung sonrió mirando a la mujer frente a ella, - ¿Te das cuenta que esta es la primera vez que salimos a comer juntas?- ambas se miraron y sonrieron, después Mina apartó la mirada. Chaeyoung bajó la suya y tomó el sándwich del plato, ella aún no terminaba.

No dijeron nada durante unos minutos, pero Chaeyoung seguía mirándola como si quisiera hablar y en verdad así era, había una pregunta taladrando su cabeza y sólo lo quería saber de una vez por todas.

- Oye Mina,- levantó su mirada y se encontró con los ojos de Mina fijos en ella, parecían oscuros, como si.. como si supiera lo que iba a preguntar. Chaeyoung tomó una respiración profunda y habló. - ¿En verdad no nos veremos más?- pasaron unos segundos y después pensó en aclarar su pregunta, - Me refiero a que no... ¿No seguiremos con nuestra "pequeña aventura"?- dijo haciendo énfasis en sus palabras y un gesto con sus manos. Mina ladeó su cabeza y acercó su mano a la boca de la menor, quitó una migaja de su labio inferior y sonrió.

- No tenemos que hacerlo...- tomó la mano de Chaeyoung, - si no quieres hacerlo- alzó su pie y acarició la pierna de la menor ligeramente, volteó a ambos lados del pequeño restaurante con tranquilidad, nadie las observaba. Chaeyoung tragó en seco y la miró con duda, ¡Por supuesto que quería hacerlo! Quería continuar con este estúpidamente doloroso amorío. Acarició el pie de la mayor y la miró, Mina sonrió. - Tomaré eso como un sí - Chaeyoung sonrió y pagó la cuenta.

- Yo invito esta vez- dijo sonriéndole a la mayor, mostrando su hoyuelo y levantándose de la mesa. - Vayamos a casa- alzó su mano en dirección a la japonesa. - No muerdo- dijo tímidamente, metiendo sus manos en las bolsas de su pantalón, cuando vió que Mina no se movía. La empresaria sonrió al ver la timidez de la chica, y se levantó. Se acercó, le dejó un casto beso en la mejilla y susurró en su oído: "Al menos que te lo pida".

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- A-Ahh M-Mina- Chaeyoung no quitaba sus ojos de la puerta del baño, estaba paranoica, pensando que una persona entraría y las encontraría en pleno acto sexual. De igual manera no alejó a la mayor, sentir el placer que Mina le otorgaba era surrealista, no quería que terminara nunca.