xDecídete. -Big Soto

037: Mi musa.

037: Mi musa.

Alexx

Te extraño mi niña, estoy deseando que esta semana termine rápido.

Yo tambieeeeen, estoy muriendo de ansiedad, estoy buscando otra maleta para empacar.

Me avisas si necesitas que te envie plata para algo bebé

Tranquii
Estoy llegando a la casa de mi mamá
Te escribo más tarde.
Te amo.

Dale amor.

Había pasado una semana desde que sucedió todo el desastre con el video, las personas lo estaban empezando a olvidar, pero no estaba siendo nada fácil, continuaban los comentarios, las menciones, las burlas e incluso los insultos de aquellas mujeres que están enamoradas de "Big soto" y creen que lo engañé, por otra parte, Alex ya estaba llevando la denuncia y ya estaba en investigación el hotel donde nos habíamos quedado aquella noche para saber cómo se llegó a grabar ese video.

Me bajé del taxi luego de pagarle y entré al edificio, me había decidido a hablar con mi mamá, después de todo, quería al menos irme a Colombia y quedar en buenos términos con ella.

En cuanto estuve frente a la puerta tomé varias bocanadas de aire intentado calmar mis nervios, estaba creyendo en mi hermano, creyendo en que solo querían hablar para arreglar las cosas nada más.

Toqué la puerta un par de veces y tuve que esperar a escuchar el "voy" de Sophia, estaba aún tan molesta con ella, por ser tan chismosa y no saber quedarse callada cuando debía hacerlo, quizás si ella no hubiese dicho nada, ahora mismo las cosas fuesen un poquito diferente.

Hermana, hola. –En sus labios apareció una pequeña sonrisa, casi que de pena mientras se hacía a un lado para dejarme entrar.– Pasa.

Tomé una bocanada de aire más y casi que valor con ella antes de adentrarme a la casa, mi barriga ya era obvia, aunque quise ocultarla para venir aquí, era algo imposible.

Sophia cerró la puerta detrás de mí y me siguió hasta la sala.

Mamá, ya Victoria está aquí. –Gritó desde aquí  para que mi mamá la escuchara en su cuarto.– tienes la barriga grande. –Sonrió e intentó tocarme, al instante me alejé–

No me gusta que la toquen, discúlpame. –La vi bajar la mano bastante incómoda y volvió a sonreír cuando llegó mi mamá.–

No mentía al decirle que no me gustaba que la tocaran, quizás no era así siempre, pero por algún razón, hoy y con ellos me sentía arisca, no quería que me tocasen la barriga por nada del mundo, era lo mismo que me pasaba con desconocidos, mayormente cuando alguna seguidora de los muchachos se acercaba a saludarme, siempre intentaba evitar el contacto de la forma más amable posible.

Mírate, tenía mucho tiempo sin verte hija. –De la forma más obvia me recorrió de arriba a bajo con la mirada, como examinando cada parte de mi.– Por un momento pensé que era mentira, que ese tipo había dicho eso para molestarme nada más .

No, era muy en serio, tanto que estoy segura que se molestaría si supiera que estoy aquí. –Escucharla emplear un tono de voz de asco al hablar de Gustavo me hacía molestar.–