46- Round 3: Hachiro + Sadie vs Cáncer + Sádica

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La semilla del manzano,
Sobre tierra fértil
será un manzano.
La semilla del manzano,
En boca de un insensato
será veneno.

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Hachiro en shock mientras Sadie se puso de pie en silencio, corrió a encerrarse en su habitación. Se sintió humillada por ser ella quien de manera indirecta confesó tener sentimientos por Hachiro, y él guardó silencio.

Salió del trance al oír el portazo en el segundo piso, de inmediato se puso de pie, subió corriendo las escaleras para alcanzarla. Golpeó la puerta gentilmente más la negativa de Sadie lo hizo insistir.

- Sadie, por favor -

- Sólo olvídalo. Olvida la estupidez que dije y tan amigos como siempre -

El varón no se iba a dar por vencido así, necesitaba verla para decir lo que quería, no podía responder a la pregunta a través de una puerta. Se sintió abatido, de algún modo recordó todas las veces que le dijo a la rubia de coletas sus sentimientos y ella guardó silencio, desviaba la plática incluso después de haber intimado. Ese maldito silencio que dolía más que una bala, el sabía lo que era ese dolor, y se sintió estúpido por no responder al instante.

- No me pidas olvidar algo así... -

Sadie guardó silencio sentada al borde de su cama. Se sentía humillada, expuesta, su autoestima por los suelos.

"Al final del día, no soy más que una criminal con un indulto por lástima. El rostro, la piel manchada por mis crímenes ¿Cómo pude pensar siquiera...?"

La puerta se abrió.

- Sabes, estas cerraduras tienen un truco. En caso de emergencia, si presionas la perilla y la giras con fuerza hasta oír un click se abren igual - confesó Hachiro sentándose junto a ella en la cama individual. Pudo notar los cambios que le había hecho la joven a la habitación. Las cortinas ya no eran rosa, eran de un agradable color lila pastel. El cubre cama igual, hacía juego con las cortinas, habían un par de macetas con las dalias que a ella tanto le habían gustado, y por ello comenzaron a cuidar el patio que por bastante tiempo estuvo algo abandonado por Hachiro y Rokuro.

- Lamento si te incomodé, Hachiro. Quizás, bebí de más - se excusó la chica tratando de mostrarse serena.

- No bebiste ni una gota de alcohol -

- Tú que sabes -

- No te aparté la vista en todo el día - confesó el varón soltando un suspiro. Sadie tragó saliva con pesadez, se sentía tan incomoda que hubiera deseado saltar por la ventana y no volver jamás.

- Sólo olvídalo, por favor... -

- Sadie, no puedo hacer como si esto no pasó. Yo haría muchas cosas por tí, créeme, pero eso no - ninguno de los dos se atrevía a alzar la vista al otro. Ambos miraban el suelo, la alfombra al costado de la cama con motivos de flores.

- Inténtalo -

- No quiero -

Las palabras de Hachiro ponían en aprietos a Sadie. No sabía qué hacer, que significaba, como reaccionar. Solo sentía que el corazón se le iba a escapar del pecho si seguía a ese ritmo, sus instintos le gritaban huir, pero al mismo tiempo sentía que las piernas no la iban a obedecer; así como los nervios de una chica de veinte enamorada por primera vez, después de todo, eso era ella.

- Ha... -

- Sadie tú me gustas desde un buen tiempo, y es difícil que me pidas olvidar que de algún modo sientes algo por mí. Yo jamás sentí lástima por tí, no puedo eres más y mejor que muchos que conozco - con suma delicadeza y ternura posó la mano en el rostro de la fémina, cubrió la cicatriz en su mejilla con una suave caricia mientras sin darse cuenta, la herida en el pecho de un amor anterior no correspondido comenzaba a cicatrizar en él. - He aprendido más de mí mismo en los meses que te conocí que en los años que estuve mendigando afecto. Veo en tí las cosas que realmente valen la pena en la vida ... -

Sentido de pertenencia II: Proteger Where stories live. Discover now