Tercera Parte

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Hola!

Si, lo sé, soy una vergüenza por aparecer después de tanto tiempo ><

La verdad, sólo diré que el trabajo me absorbió al completo, otra vez. Lo bueno, es que les traigo un capitulo extra largo, para que lo disfruten por completo <3

De paso, me disculpo por si hay algún error en mi escritura u.u

Ahora que he dicho todo, a disfrutar este capítulo!

***


Tercera Parte


Oscuridad. Turbia, penetrante y gélida.

No había nada más que eso.

Abandonado entre medio de esas tinieblas, sin un camino que seguir y sin un rumbo que tomar, se limitó a ser un simple observador de ese eterno espesor. Una oscuridad tan profunda que sólo llegaba a ser interrumpida por unas líneas. Suaves y delgadas como un papel, casi translucidas y de un color blanco, danzaban a su alrededor sin una forma definida en medio de ese turbulento anochecer, mareándolo hasta el punto de generarle nauseas. Su cabeza daba vueltas igual que esas irregulares siluetas, que de vez en cuando le traían la reminiscencia de un viento fuerte y poderoso, casi como un tornado que arrasaba con todo, girando sin cesar formando un cirulo infinito que no tenía ni inicio ni fin, continuo y eterno.

Sin embargo, no todo era vueltas y figuras danzantes. No. Eso era lo de menos.

Dagas mortales de puro y concentrado dolor le atravesaban el cuerpo y el alma al punto de querer quitarse la cabeza y matarse él mismo con las manos con tal de detenerlo.

Literalmente sentía que lo estaban destrozando vivo.

Cada fibra de su ser, cada célula, vibraba con el dolor puro, cruel y lancinante que le hacía padecer una cruda y despiadada tortura. Francamente sentía que le estaban clavando miles de agujas, una por una en cada célula de su cuerpo, atravesándolo de forma lenta y tortuosa hasta hacerlo desesperar.

Era una agonía infinita.

Era algo horrible, a un nivel que nunca, en toda su vida, había sentido.

Y lo peor es que no había forma que se detuviera.

Había intentado que su boca se moviera, de pedir clemencia, cualquier cosa para disminuir aunque fuera un poco aquel dolor, sin embargo, no lograba pronunciar sonido. Su boca ni siquiera le respondía. Era un apéndice más de su maltratado cuerpo y eso lo enfurecía a la vez que lo deprimía y lo ahogaba en la más profunda de las desolaciones.

Estaba en un maldito infierno y no había nada que pudiera hacer para detenerlo. Sólo la muerte podía sacarlo y alejarlo de tal sufrimiento, y Luhan no veía la hora en que llegara. Sólo deseaba que se terminara todo de una vez, que la piadosa muerte se lo llevara entre sus brazos y así no seguir sintiendo, pensando...

Existiendo.

Quería desaparecer de la faz de la Tierra si con eso se detenía toda aquella tortura.

Lo que más odiaba era ser tan consciente de todo, pero a la vez tan inútil de no ser capaz de llorar por piedad, porque si de algo estaba seguro en ese mar de horrible crueldad, es que su dolor era causado por un solo individuo y ese era Sehun.

Dentro de sus turbulentas imágenes de delirio, sólo podía visualizar el pensamiento que Sehun se lo estaba devorando tal como le había dicho tantas veces. El lobo se estaba dando un festín con su carne, mordiéndolo en pedacitos pequeños, por partes, dejando que su corazón latiera para mantenerlo vivo y así su carne permaneciera fresca, jugosa y sangrante...

A Camping Night - Hungry - [HunHan]Onde histórias criam vida. Descubra agora