La Maldición de los Nott

Capitulo 25

Un arreglo ¿Para quién?

Una lechuza blanca como las nubes del cielo había hecho su aparición en la madriguera.

— ¿Molly?

— ¿Que pasa Arthur? —Respondió la señora desde la cocina.

— Ya respondieron. —Dijo en un suspiro.

La mujer salió de la cocina con una gran sonrisa y pregunto—. ¿Qué pasó? ¿Qué dijeron?

— Llegaran en unos momentos.

— Muy bien, muy bien.

La actitud de ambos adultos era completamente distinta por un lado el señor se mantenía sin hacer ningún comentario pues no le agradaba nada lo que estaban habiendo, por el contrario la señora estaba que irradiaba luz por todo el cuerpo, después de unos minutos alguien tocó a la puerta, el patriarca de los Weasley se levantó a recibir a los invitados.

— Adelante, pasen, —Dijo cortésmente— En un momento vendrá Molly.

— Buenas Noches. —Saludo la Señora Weasley.

— Weasley no habrá boda. —Dijo tajantemente el señor McLaggen.

— Claro que se hará. —Dijo sonriendo la pelirroja.

— Mire señora, —Comento la rubia señora McLaggen— Su hija por lo que me ha contado nuestro hijo es una...

Pero Molly Weasley no dejo que terminara la frase—. Le ruego no continúe sé muy bien la clase de hija que tengo, pero también sé que su hijo es responsable de ese embarazo.

— Pues no dejaremos que arruine su vida con un matrimonio con esta familia—. Fue lo último que dijo el señor McLaggen, giro para retirarse del lugar cuando alguien tocó a la puerta.

— Justo a tiempo, —Hablo con una sonrisa Molly— Son de la revista corazón de bruja, les encantará saber que su hijo se aprovechó de mi hija y ahora sus padres no quieren enmendar ese error.

La sorpresa invadió a los tres presentes, Arthur sabia de lo que era capaz su esposa pero esta vez sí termino por sorprenderlo.

— ¿Que?

— Ustedes deciden, es esa versión o la de un matrimonio feliz que estamos terminando de planear. —El último galeón fue lanzado al aire.

— Malditos.

Molly Weasley estaba decidida a todo—. Tienen sólo unos segundos, Arthur abre la puerta.

Al señor Weasley no le quedo de otra que hacerla y por aquella puerta entro Rita Skeeter.

— Hola buenas tardes veo que ya están aquí reunidos la futura familia. —Su vuelapluma comenzó a escribir.

El señor McLaggen sólo sonrió forzosamente al igual que su esposa.

— Muy cierto, como toda familia de clase hemos venido aquí a hablar con los padres de nuestra querida nuera.

— Ya en unos días podrán publicar el compromiso de nuestros hijos, ¿Verdad querida?

— Así es. —Respondió con una sonrisa Molly Weasley.

Ambos matrimonios dieron una larga entrevista, una vez terminada y ya habiéndose ido Rita Skeeter, el matrimonio McLaggen evidencio su molestia.

— Se casarán pero será bajo nuestros términos. —Sentencio el patriarca de la familia McLaggen.

— No nos quieran provocar, —Dijo molesta la señora Weasley— Tal vez no tendremos el dinero suficiente para poder hacer lo que ustedes pero si tenemos influencia en el ministerio, no olviden que después de la guerra quedamos muy bien parados.