Capítulo 58

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Una vez más Magnus no había asistido a clases. – ¡Mierda Alec deja de pensar en el! - cada vez que el llegaba a mis pensamientos, mi voz interna me reprendía. Pero me era completamente imposible sacarlo de mi mente.

—Lightwood — cerré la puerta de mi casillero para poder ver quien era quien me llamaba. Era el idiota de Ragnor.

— ¿Qué quieres? — le pregunte de mala gana, ganas para partirle la cara me sobraban.

—Es Magnus — dijo agitado seguramente venia corriendo.

—Ragnor — dije con fastidio —No estoy de humor si y mucho menos si se trata de el...— me di la media vuelta.

—Se irá...— escuche que decía a lo lejos

—Que le vaya bien— dije sin detenerme

—Tú no entiendes ¿cierto? El te necesita— me detuve y regrese hacia él.

— ¿Para qué? ¿Apostaron de nuevo?— pase mi mano por mi cabello con desespero —No me interesa nada relacionado con el, me da lo mismo si me necesita o no, le deje muy claro que no lo quería cerca de mí. — me miraba con rabia y puedo jurar que yo a él también.

—Perfecto— miro hacia abajo y luego volvió a subir la mirada —En dos horas se va del país— rebusco en su mochila y saco un sobre blanco, me lo lanzo y por reflejo lo atrape. —Yo me aleje cuando más me necesitaba y tú fuiste el único que estuvo ahí con el, créeme el no jugó contigo. — se dio la media vuelta dejándome en medio del pasillo con él sobre blanco en mis manos.

Lo mire y al ver su letra el coraje me inundo y con ambas manos la arrugue haciéndola una bola de papel que terminaría en el primer basurero que me encontrara.
Me acerque al basurero y mire una vez más la bola de papel. Se iba del país, tal vez seria lo último que sabría de el. No pude hacerlo. Guarde la bola de papel en un bolsillo de mi chaqueta. Regrese a mi casillero y deje los libros, no tenía ganas de entrar a clases.

Llegue a casa, estaba vacía. Últimamente parecía que nadie vivía ahí. Izzy seguía resentida, ya que un par de veces más le grite por constantemente preguntarme por Magnus al igual Max Nunca les había hablado de ese modo, pero tampoco nunca me había sentido así de destrozado, así de dolido. Y ellos no podrían entenderme por más que quisiera.
Me deje caer en el sillón central de la sala mirando hacia la apagada televisión. Eche la cabeza hacia atrás viendo el techo, tratando de organizar mis pensamientos. Metí mis manos a los bolsillos de la chaqueta y nuevamente sentí la bola de papel. La saqué, la extendí y nuevamente leí el Alec que había con bolígrafo purpura. El sabía cuánto detestaba que usara esa tinta incómoda para leer. –Vamos Alec ¿Qué puedes perder?- mi mente me animo a leerla, ya no podía sentirme peor así que rompí el sobre por uno de los costados, para sacar la hoja blanca doblada en tres ahora también arrugada. Tinta negra abarcaba más de la mitad de la hoja.

Alec:

Sé que detestas que escriba con bolígrafo purpura, lo siento no tenía otro sobre. No sé si leerás esto, tal vez no lo hagas y esto terminara en el bote de la basura, pero no pierdo nada intentándolo.
Fui un estúpido, jamás debí haber jugado con algo así. Sé que estuve mal y es algo que jamás me podre perdonar... Pero quiero que sepas que todas las cosas que te dije nunca fueron falsas. Todo lo que te decía salía de mi corazón.
Al principio lo vi como un reto, me decían que era completamente imposible que tú, te fijaras en mí. Que era imposible que siquiera me dijeras tu nombre... y valla que lo fue. Pero valió la pena, las últimas semanas que estuvimos juntos... Fueron ¡Increíbles!
Ahora me doy cuenta de que a Imasu nunca lo ame, solo fue un capricho que me negaba a perder. Supe que no lo amaba cuando conocí al verdadero Alec. Y ahí fue cuando me enamore de verdad y por primera vez. Te amo tanto Alec, y entiendo que no quieras verme, ni saber nada de mí. Pero tenías que saber esto, tenía que hacerte saber que te amo y lo seguiré haciendo.
También para decirte que me iré... Nadie (Tu, mi madre y Ragnor) sabe a dónde iré, solo les avise que saldría del país. Después de todo aquí no hay nada que me retenga. Tenías razón estaba solo, estoy solo. Excepto el tiempo que estuve contigo, la palabra soledad desaparecía de mi vocabulario, cuando estaba con ustedes, contigo, Izzy y Max, me sentía tan querido. Me sentía tan importante y es algo que les agradezco de sobremanera.
Por favor dile a Izzy que me perdone por haberle mentido, seguro estará molesta conmigo. Pero que no se le olvide que ella, Max y tu Alec... fueron lo más importante que tuve.


Te amo Alec y una vez más perdóname...
Magnus Bane.

Me, Myself & I (Malec) [ADAPTACIÓN]Where stories live. Discover now