Day 2. 1+1 = 2 enamorados.

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La calurosa noche en México se hacía presente cayendo con lentitud

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La calurosa noche en México se hacía presente cayendo con lentitud. Los últimos rayos de sol se escondían por el horizonte hasta ahogarse en el inmenso mar, y así tiñendo el cielo de un manto oscuro como si de una pintura se tratase, junto a la infinidad de estrellas que comenzaban a brillar sobre él.
El hermoso astro que era protagonista de la noche hizo su acto de presencia al final, posicionándose en lo alto de aquel estrellado cielo, iluminando inmensamente, como si esa noche fuera especial, como si fuera a ser testigo de un hecho importante a punto de suceder.

Dos países compartían una mesa en la oscuridad de un hogar, siendo únicamente interrumpida por la tenue luz que irradiaban las velas en el centro de esta.
Entre risas estruendosas de ambos, que se detenían solo para compartir uno que otro dulce beso en los labios, u otros más subidos de tono por el país frío, haciendo que la cena quedará en segundo plano.
Una atmosfera de amor y deseo era lo que invadía todo el ambiente, hoy era una fecha tan especial para el par de amantes enamorados, hoy se cumplían dos años desde que ambos países dejaron atrás cada inseguridad, cada duda; hace dos años que les dejó de importar el qué dirán y los prejuicios que los encadenadaban, solo para darle paso a la libertad y al amor tan puro y sincero que solo se hacía más fuerte a cada segundo que compartían su vida y su alma.

El ruso envolvió en un abrazo al mexicano para cargarlo a modo princesa y se dirigió al balcón de la casa del más bajito, entre miradas cómplices llenas de sentimientos y un México sonrojado por las acciones de su novio, lo sentó en el sillón de aquella pequeña terraza donde suelen compartir los más maravillosos atardeceres cuando el tiempo se los permitía.
Entró por un momento nuevamente a su caluroso hogar solo para traer dos copas de aquel espumoso vino blanco que se asemejaba al mar. Entregándole una a su maravilloso novio tomó asiento junto a él para así brindar un poco por su amor, por el destino y por lo afortunado que se sentía de estar compartiendo este momento con la persona que más ama.


El mexicano volteó hacía las estrellas mientras tarareaba una dulce canción de amor, pero nuestro amigo ruso no despejaba su vista de la figura de su amado, recorriendo cada centímetro de esa gloriosa imagen y deleitándose con ese cuerpo que tanto lo enloquecía, ¿qué importancia tenía el cielo cuando tenía enfrente de él todo lo que necesitaba? Y todo lo que necesita es a México, siempre ha sido él, porque es su mundo entero.
Acercó su rostro al cuello del más bajo, causando que el mexicano sintiera su cuerpo reaccionar con la presencia del euroasiático, mandando un estímulo eléctrico a cada centímetro de su ser.
El más alto olfateo aquel lugar, como si del perfume más exquisito se tratase, al menos para él así lo era, y lo relajaba en tantos sentidos indescriptibles.

- ¡Amor! ¡mira! Una estrella fugaz-. El mexicano gritó como si fuera un niño. -Pediré un deseo. El bajito cerro los ojos, murmurando por lo bajo cosas que el más alto no pudo escuchar, abrió los ojos para encontrarse con el ceñido rostro del ruso. - ¿Qué pasa, cielito lindo?

-Dime que deseaste-. Contestó el alto con su inconfundible gruesa voz, a lo que el tricolor solo sonrió ante la actitud infantil de su novio.

Le dio un pequeño beso en los labios, y lo miró a los ojos. -Sí te digo no se va a cumplir, mi tripalosky-.

Una mueca de disgusto se formó en el rostro de Rusia y tomó el rostro de México entre sus manos, tan delicadamente como si de un frágil diamante se tratase. -Cariño, tú no necesitas pedirle un deseo a una jodida estrella cuando me tienes a mí, yo me encargaré de hacerte feliz y cumplir todos los sueños que tengas-.

El mexicano bajo su rojo rostro y lo escondió en el pecho de su pareja, escondiendo la sonrisa que adornaba su rostro por la felicidad que le causaba el más joven, y suspiró rendido. -Solo deseé, que estuviéramos juntos para siempre, que la felicidad que me das jamás se terminé, que podamos seguir compartiendo nuestras vidas de esta manera, que pasé lo que pasé superemos cada traba de la vida juntos, como amigos, como novios, como confidentes o amantes, y que si hay otra vida, que no importe la forma en que lo hagamos nos volvamos a encontrar, porque... realmente tengo tanto miedo de perderte, eres todo para mí-. El país megadiverso se abrazó a su amado, comenzando a llorar desconsoladamente sobre su pecho por abrir su corazón y exponer las inseguridades que no lo dejaban en paz ni un día.

El frio país deshizo el abrazo y se paró dándole la espalda, México sintió como un hueco se formó su corazón y temió lo peor.

-R-Rusia, perdón... y-yo no quise...- Las palabras fueron interrumpidas por la voz del más alto.

-México, tal vez esta es una de las decisiones más difíciles que he tomado en mi vida, pero dentro de mí, siento que es la más correcta. Hemos pasado mucho tiempo juntos, primero como un par amigos, ahora como pareja, pero siento que esto ya no es suficiente y puedes llamarme egoísta si quieres pero jamás me voy arrepentir de este momento ni de decirte que te quiero tener en todos los aspectos posibles, quiero ser dueño de tu vida y que tú seas dueño de la mía, quiero despertarme cada día junto a ti para ver tu bello rostro, escuchar tu hermosa voz cantar mientras preparas el desayuno, verte bailar tan animadamente y que me obligues a bailar contigo a pesar de que sabes que no soy bueno, quiero hacerte el amor todas las noches para recordarte que eres mío y de nadie más, quiero hacerte mucho más feliz de lo que intento hacerte hasta ahora, pero sobre todo anhelo llamarte mi esposo....- El ruso se acercó y se arrodillo hasta donde estaba el amor de su vida, de su mano abrió una pequeña caja de terciopelo negro, dejando ver un hermoso anillo de plata que reflejaba el brillo especial de la luna. -Yo sé que te mereces mucho más que una declaración así, pero ya no puedo soportar más esta pregunta en mi garganta... México, ¿quieres compartir esta vida y las siguientes juntos? ¿aceptarías casarte conmigo?

Las lagrimas no dejaban de fluir del rostro del tricolor, mientras con una mano tapaba su boca para bloquear los sollozos provenientes de su garganta, trato de respirar para calmarse y dejar más a la espera a ese gigante.

-Rusia... sí, a-acepto casarme contigo-. Los ojos del de bandera azul, blanco y rojo brillaron por las lagrimas almacenadas y sin dudarlo ni un poco tomó el anillo de la caja y con suma delicadeza aferro la mano de su futuro esposo para ponerle la brillante sortija en su dedo anular, sintiéndose cada vez más lleno al verlo relucir en su mano como si le estuviese sonriendo.

Tomó de la cintura a su amado levantándolo para darle vueltas por el lugar sin contener un poco su felicidad, compartiendo risas por la felicidad almacenada, y probando lo salado de sus lagrimas a través de un largo, apasionado y único beso que selló aquella promesa de amor de dos enamorados...


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-Una canción preciosa de Luis Miguel

-Creo que en este capítulo no hay ningún tipo deaclaración, pero si tienen dudas o comentarios, deposite aquí uwu. 

-Actualización temprana porque no sé si me de tiempo mas tarde, espero la disfruten

30 días de melodía |RusMéx|Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum