Rewrite The Stars ➰ || Alec Lightwood [#2] (COMPLETA)

020. Mala Idea.

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➰Rewrite The Stars/Capítulo Veinte➰

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          Katia se encontraba en la sala de armas del Instituto, había decidido comenzar a practicar su tiro con el arco y ballestas. Tomó ambas armas y un carcaj lleno de flechas y se dispuso a encaminarse hasta la sala diseñada para entrenar.

Se encaminó por los pasillos, ignorando, esquivando y evitando a los shadowhunters que se cruzaban por su camino, hasta que llegó a su destino. Dejó las armas, y el carcaj, sobre una mesa y se dispuso a colocar los objetivos para disparar, sólo serían tres.

Una vez preparado todo, se acercó a la mesa donde había dejado las armas, para después tomar el carcaj y colocárselo. Tomó la ballesta de la mesa y se dispuso a cargarla con una flecha.

—Es igual a un arma de fuego —Se susurró a sí misma, dándose la confianza para no fallar sus tiros.

Levantó sus brazos, apuntando al primer objetivo con la ballesta. Respiró profundo, para después soltar el aire lentamente y tirar del gatillo de la ballesta. La flecha salió disparada, clavándose en el centro del objetivo. Una sonrisa orgullosa se dibujó en el rostro de la chica.

Volvió a cargar la ballesta, no era tan pesada como ella pensaba, sí pesaba un poco pero ya había cargado armas más pesadas. Volvió a alzar los brazos, apuntando al segundo objetivo. Hizo lo mismo que la primera vez, y obtuvo el mismo resultado, la flecha volvió a clavarse en el centro del objetivo.

Repitió lo mismo con el tercer objetivo, obteniendo el mismo resultado. Utilizar la ballesta era más fácil de lo que había creído. Una sonrisa orgullosa se dibujó en su rostro.

—Buena puntería, teñida —La voz de Alexander llegó a sus oídos, sobresaltándola y logrando que soltase un grito ahogado. La chica se giró hacia él con una expresión molesta en su rostro, encontrándolo recargado en el marco de la puerta. El azabache sonrió burlón.

—No vuelvas a hacer eso —Advirtió, señalándolo con el dedo acusatoriamente. Dejó la ballesta sobre la mesa, para después encaminarse hasta los objetivos—. ¿No deberías estar durmiendo? —Inquirió la castaña. Era bastante tarde, había pocos shadowhunters moviéndose por el Instituto, la mayoría ya se encontraba durmiendo.

—Lo mismo digo —Respondió el azabache, cruzándose de brazos y entrecerrando los ojos—. ¿Qué haces? —Inquirió, frunciendo su ceño.

—Practico mi puntería —Respondió la chica, sacando las flechas de los objetivos, encogiéndose de hombros—. Descubrí que soy bastante buena con la ballesta —Le lanzó una rápida mirada al chico—. Sólo me falta descubrir si también soy buena con el arco —Se encogió de hombros, regresando a la mesa en donde se encontraban aquellas armas—. Lo único que espero es no ser tan mala.

El azabache dejó escapar una pequeña risa. La chica tomó el arco y una flecha, posicionándola como había visto al azabache hacerlo. Alzó sus brazos, apuntando al primer objetivo, respiró profundo, para después dejar escapar el aire de sus pulmones lentamente, concentrándose en el objetivo. Soltó la cuerda del arco, logrando que la flecha saliese disparada, ésta se clavó en la orilla.

La chica soltó un resoplido. Tomó una flecha más, para después repetir el proceso de antes, con el primer objetivo, logrando que la flecha se clavase un poco más cerca del centro. Hizo lo mismo con el tercer objetivo, pero ésta vez la flecha pasó de largo el objetivo, clavándose en la pared.