Rewrite The Stars ➰ || Alec Lightwood [#2] (COMPLETA)

025. Encontrada.

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➰Rewrite The Stars/Capítulo Veinticinco➰

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          Katia se encontraba entrando al bar de Hunter's Moon, Magnus le había enviado un mensaje para que lo acompañase al lugar, ya que Marcus había tenido que irse.

La chica pudo localizar al brujo Bane de inmediato, se encontraba en uno de los asientos junto a la barra, siendo atendido por la mujer lobo Maia Roberts. La mujer lobo vertía sobre una copa un líquido, que la castaña pudo darse una idea de lo que se trataba.

Katia avanzó hasta ellos y se sentó en el taburete vacío que se encontraba junto al brujo Bane. Magnus, al verla, le hizo una indicación a la mujer lobo para que preparase uno igual.

—Hola —Habló la ojiverde, saludando a los dos subterráneos con una sonrisa cálida. Maia arqueó las cejas mientras vertía el mismo líquido dentro de una copa para la castaña.

—Aún no me acostumbro a que llegues rápido a todas partes —Habló el brujo de ojos de gato, dibujando una mueca divertida en su rostro. Katia fingió indignación.

— ¿Estás diciendo que soy impuntual? —Inquirió la ojiverde, utilizando un tono de voz lleno de indignación fingida. Magnus se encogió de hombros mientras asentía con una sonrisa burlona en su rostro—. Oh, cállate —Le dio un ligero y juguetón empujón.

—Gracias, cariño —Habló el Gran Brujo de Brooklyn, dirigiéndose hacia la mujer lobo, quien terminaba de servir el líquido dentro de la copa, colocando un billete sobre la barra.

—De la casa para mi mejor cliente —La morena sonrió, ignorando el billete que el brujo Bane había colocado sobre la barra, mientras guardaba el recipiente que había utilizado.

—Nunca confíes en un brujo tacaño, Maia —Replicó el de ojos oscuros, deslizando el billete por la barra hasta acercarlo más a la mujer lobo—. No cuando tenemos una eternidad para adquirir riqueza —Se encogió de hombros con una pequeña sonrisa, mientras tomaba su copa entre sus manos y le pasaba una a la castaña y le guiñaba un ojo a la mujer lobo.

—Voy a recordar eso —Respondió la de cabellos rizados, dibujando una sonrisa burlona en su rostro, para después tomar el billete del brujo y guardarlo. Estiró su mano para tomar un trozo de tela—. ¿Qué tienes ahí? —Preguntó la morena, fijando la mirada en las manos de la castaña, las cuales sostenían el omamori que el azabache le había regalado antes.

—Un regalo —Respondió la de ojos verdes, después de alzar la mirada para comprobar que le hablaba a ella. Magnus observaba el objeto que la chica sostenía—. No recuerdo la última vez que alguien me compró uno —Se encogió de hombros con una mueca triste dibujada en su rostro.

—Tengo uno igual —Habló el brujo Bane, buscando algo dentro del bolsillo de su chaqueta—, excepto que el mío es morado —Volvió a hablar, liberando un omamori de color morado con dorado del bolsillo de su chaqueta—. Tampoco recuerdo cuando fue la última vez que alguien me compró uno —Apartó la mirada del par de chicas. Katia frunció un poco sus labios y estiró su mano hasta la del brujo, para después entrelazarlas y darle un ligero apretón—. Estoy acostumbrado a las personas que piden —Se encogió de hombros, acariciando su omamori con su mano libre—. "¡Refuerza las salvaguardas, Magnus!" —Imitó una voz grave, utilizando un tono de voz autoritario—. "Cura mi corazón roto, Magnus" —Agudizó su tono de voz, haciendo una mueca triste—. "¡Llévame a Paris, Magnus!" —Volvió a subir su tono de voz, dibujando una expresión dura en su rostro, para después dejar escapar un suspiro y volver a observar el amuleto. Katia le dio un apretón a su mano.