Capítulo 25

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- El examen de hoy estuvo muy cansado. - estirando sus brazos la castaña, dijo esto para sus amigos que se encontraban igual o más cansados que ella, se encontraban en período de examenes y no había fuerza divina que les pudiera ayudar.

- Cuando sean vacaciones, entraré en invernación. - incrédulos por escuchar eso del de lentes, solo rieron para ver la cara de este de que no estaba bromeando.

A pesar de que intercambiaban risas, notaban al de ojos miel aún decaído, todos sabían que estaba preocupado y triste, por lo que le hacían saber que no debía esforzarse en aparentar, fingir que estaba bien. Todos concluyeron que lo mejor era darse un tiempo para pensar, así que mientras ordenaba sus ideas, seguía quedándose con el pecoso, este no le incomodaba tenerlo en su casa al contrario, disfrutaba de su compañía, compartían desde comer juntos a veces y hacer tarea, se apoyaban cuando uno necesitaba ayuda del otro.

- Bueno creo que deberíamos ir yendo al nuestro salón. - Dijo esto el peliverde para todos, haciendo que estos se levantaran del pasto donde se encontraban sentados descansando para dar marcha a su aula.









- Denki, ¿Hay algo que se te antoje para comer cuando lleguemos? - Caminaban rumbo al departamento, al haber finalizado las clases, hablaban ambos de sus exámenes realizados y por realizar. Denki mantenía su cabeza ocupada por los exámenes y proyectos por presentar, había pasados cuatro días desde la discusión en su casa, el día anterior fue entre sus horas libres de clase a su casa, al saber los horarios de sus padres, sabía que no habría nadie por esas horas, así que fue por toda su ropa, computadora y mas cosas que podría necesitar en el hogar de su amigo peliverde, no se sentía bien con esto pero debía aceptar la ayuda de este, necesitaba el apoyo de sus amigos mas que nada en estos momentos, tenerlos era lo mas preciado ahora mismo. Las heridas en su cara aún se notaban Uraraka dio la opción de poner un poco de maquillaje para disimular, sin embargo, al intentar probar tenerlo no lo aguantó, las heridas aún se encontraban abiertas y temían por una infección asi que solo las cubría con pequeños vendajes con gasas y curitas, en casa se quitaba todo esto para poder tener más comodidad.

- Denki, ¡ya esta servido! - dejando sus libros en el sofá se acercó a la barra para tomar asiento junto a Izuku e iniciar a comer, conversando de sus futuros planes como las materias que iban a tomar o el que Denki decidiera buscar un trabajo de medio tiempo durante las vacaciones.
Después de terminar de comer Denki se propuso para lavar los platos, agradecido el pecoso, le hizo saber que iría a tomarse una ducha para después ir a trabajar.
Un llamado a la puerta se hizo presente  en su hogar, Izuku se encontraba aún en la ducha así que el de ojos color miel se dirigió para entender preguntándose quien podría ser, pensó que tal vez sería la tia de Izuku. Abriendo la puerta, su sorpresa fue grande al ver a a un pelirrojo bastante familiar.

- Qué esta... - fue interrumpido por una mano perteneciente al de sonrisa peculiar, que se encontraba acariciando con delicadeza la mejilla de este, sorprendido por el acto no pudo decir más, lo normal sería apartarlo sin embargo... era tan cálido el toque que lo dejo continuar.

- Quién demonios se atrevió a tocar tu hermoso rostro y dejarlo así... - con notaría preocupación le dijo al rubio esto, haciendo que este se tensara y bajará la mirada, con esa reacción hizo ponerse más alerta y sin permiso se adentro al departamento. Sin darse cuenta el rubio, fue arrastrado al sofá obligándolo a sentarse junto al hombre frente suyo.
Silencio, solo eso estaba presente en la habitación, el pelirrojo solo se dedicaba acariciar con cuidado el rostro del rubio, transmitiendole calma, ambos no sabían que pasaba ni porque ninguno se detenía pero algo si compartían y era la comodidad, nunca se habían visto antes, ni eran cercanos  hacer amigos, solo se conocían por Izuku.
Ambos seguían sumergidos en lo suyo, un leve toque cerca del labio, hizo soltar un quejido de dolor, Kirishima apartó la mano de inmediato, pudo notar que el labio se notaba en peor estado, mas que la herida en su mejilla o en su ojo.

Mi pequeño secreto (Katsudeku)Where stories live. Discover now