Gran Mentira.- Jenlisa [G!P]

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Jennie se limitó a quedarse en la habitación unas horas más, mientras jugaba con su celular. Jisoo no le contestaba los mensajes...

Un momento. ¿Y Rosé?. ¿Por qué habría dejado sola a su novia?.

Se levantó, ya que comenzó a sonarle el estómago de hambre.

Se dirigió a la habitación de Lisa, y golpeó la puerta. Sintió unos perezosos pasos a través de ella, seguido de la puerta abriéndose.

- ¿Qué?.– Preguntó la pelirroja mientras se sobaba los ojos. Al parecer la había despertado.

- ¿Sabías que todos se quedarán en casa de tu abuela por dos días?.– Alzó una ceja, mientras se apoyaba en su propia cadera.

- No, no lo sabía.– Bostezó nuevamente.– Tengo sueño. Si quieres, mañana podemos seguir conver--

Y cayó.

- ¡Lisa!.– Cuando quiso hacer algo, lamentablemente la chica ya estaba desmayada.– Demonios...– La levantó con la fuerza que no sabe de donde sacó, y la llevó hasta la cama. Se encargó de tomar su temperatura, y se sorprendió bastante. La chica estaba ardiendo en fiebre.– Pudiste habérmelo dicho, idiota...– Tomó las medidas necesarias para calmar su fiebre.

A la media hora después, despertó.

- Joder...– Fue lo primero que dijo.

- Te aconsejo que no te levantes. Por tu culpa ahora tengo que cuidar de tí por dos putos días...– Se cruzó de brazos la morena. Aquel gesto solo hizo reír a la pelirroja.

- A pesar de todo eres bastante adorable.– Sonrió.

- Deja de bromear. Ni estando en agonía puedes dejar de burlarte se mí, ¿No?.– Frunció el ceño.

- No seas melodramática, Jennie. Solo nos hemos visto hoy.– Dijo sin quitar su sonrisa.

- Es tiempo suficiente para arruinarme la vida.– Rodó los ojos.

- Oh, Kim. Si quisiera arruinarte la vida, ahora mismo estaría haciendo otras cosas. Lo único que quiero hacer, es abrirte los ojos.– Dijo, y al parecer hablaba en serio.

- ¿Abrirme los ojos?. ¡Apenas me conoces!.

- A tí, pero a mi hermana la conozco muy bien...

- ¿Qué intentas decir?.– Se levantó. Odiaba cuando intentaban hablar mal de su novia.

- No es algo que debas saber...No ahora, Jennie Kim. A parte, estoy muy enferma, y no quiero problemas.– Cerró los ojos, sin quitar la expresión divertida.

- Ya abriste la puta boca, niña, y vas a decirme todo lo que sabes.– Amenazó.

-  Puedo hacer muchas cosas mejores con la boca...– Sonrió pícaramente, logrando sacarle un sonrojo a la morena.– Déjame descansar un poco, ¿Quieres?. Mañana podemos hablar mejor...– Jennie no aceptaba quedarse con la duda, pero la chica realmente se veía en mal estado.

- Mañana a primera hora, Lisa.– Dijo antes de retirarse echando humos.

Al acostarse en la habitación correspondiente, se relajó después de una larga ducha...

¿Qué intentó decir Lisa con aquello?...No lo sabe, pero si quería saberlo lo antes posible, debería dormir desde ya; y así lo hizo.

Al día siguiente, se duchó a primera hora del día, y luego preparó el desayuno. Lamentablemente tenía que ir a dejarle el desayuno a Lisa, ya que piensa que aún no puede levantarse de la cama debido a la fiebre.

Ni siquiera tocó la puerta para entrar.