Two

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Leer escuchando la canción de multimedia.

En un rincón de mi memoria, se encuentra un piano color marrón.

Pasando sus dedos por las blancas teclas del piano, ahí estaba Estados Unidos. En su casa, deslizando las yemas de sus dedos por las teclas del gran piano marrón.

Se sentó en el banco negro de cuero. Presionó uno de sus dedos en una tecla negra, haciendo un sonido fuerte y grave.

Comenzó a tocar una canción que conocía demasiado bien, una canción con la que se siente totalmente identificado.

En un rincón del hogar de mi infancia, se encuentra un piano color marrón.

Mientras tocaba, él pensaba. ¿Quién era realmente él? ¿El niño que admiraba el piano desde que lo vio por primera vez? ¿El preadolescente que dejó atrás al instrumento una vez creció? ¿O era el adulto que, ahora mismo, recordaba cada momento vivido con el piano?

No lo sabía. Tampoco es como si le importara tanto, de todas formas.

Recuerdo aquel entonces, mucho más alto que yo, el piano marrón me guió hacia él.

A mamá le gustaba tocar el piano, era uno de sus pasatiempos, pensaba él. Aún recordaba la melodía elegante que siempre tocaba ella, la canción que tocaba para que él pudiera dormir tranquilo.

Comenzó a tararear la melodía, recordando el primer día que vio el instrumento.

Te admiré y respeté, cuando te acaricié con mis pequeños dedos.

Mommy, mommy, what's that brown monster from the living room?

—My dear, that is not a monster. It's a piano. Follow me.

El chico la siguió hasta la sala de estar, donde se encontraba el "monstruo marrón", como lo había llamado él. Lo sentó en el asiento de algodón frente al piano, a su lado. Y comenzó a tocarlo, moviendo sus manos delicadamente de tecla en tecla.

"I feel so nice mom, I feel so nice"

Eso había dicho el niño cuando ella había parado. Un sentimiento bello se había instalado en su pecho al oír tan de cerca la melodía que cada noche era su canción de cuna.

—Mommy, can I play it too?

—Sure, dear.

Mis dedos se deslizaban solos sobre las teclas.
En ese tiempo no conocía tu valor, en ese tiempo me bastaba solo con verte.

Suspiró a la vez que dejaba de tocar, dejando casi a la mitad la canción. Tenía una expresión amarga en su rostro, como si estuviese aguantando las lágrimas.

Se las tragó. A pesar de que extrañara esos días, donde su madre aún seguía viva, no podía volver atrás en el tiempo.

Sacudiendo su cabeza ligeramente, siguió tocando.

Recuerdo aquel entonces, por mis días en escuela primaria
Cuando me volví más alto que tú
Te di la espalda, a ti a quien tanto había admirado
Y te viste abandonado, con polvo acumulándose sobre tus teclas blancas.

Piano [Estados Unidos]Where stories live. Discover now