No estaba en mis planes

19.-La clave

Cuatro días después de la conversación que Renato había tenido con Gastón el rizado no había vuelto a saber nada de él

Sentía que cada día que pasaba lo iba perdiendo un poco más. No podía parar de dar vueltas ante la atenta mirada de su amigo que intentaba tranquilizarlo, pero todo era en vano.

Desde esos días Gabriel le había mandado varios whatsapp y llamadas al castaño pero todas ellas habían sido ignoradas.

Tenía miedo de volver a perder la felicidad.

-Gabi por favor- Empezó a hablar Gastón- Sentate e intenta tranquilizarte- Le recomendó- De nada te sirve dar vueltas por toda la oficina- Suspiró con tristeza al ver a su amigo tan mal- Se que ya pasaron varios días pero yo te prometí que íbamos a desenmascarar a Tomás- Lo llamó para que lo mirara a los ojos y se sentara, Este lo hizo- Yo siempre cumplo mis promesas- Terminó de decir convencido apretando la mano de Gabriel.

-No puedo pensar en frío cuando se trata de Renato- Confesó- ¿Vos Sabés lo que es sentir que cada día que pasa vas perdiendo a la persona que querés?- Sus ojos se pudieron vidrioso- Voy a cagar a trompadas a Tomás- Dijo mientras apretaba su mano en un puño con rabia.

Gastón también quería hacerlo, pero prefería ser él, no quería que su amigo volviera a ver a esa basura que no se merecía nada más que indiferencia.

Sería el mismo quien hablara con Tomás, lo iba a poner en su lugar, a dejarle las cosas claras y asegurarle que el amor que Gabriel y Renato se tienen nada ni nadie los iba a poder separar.

-Hoy volveré a hablar con Renato ¿Está bien?- Preguntó- Yo lo voy a cuidar, ya te dije que para mí necesita tiempo- Le aseguró- Mirá, yo lo conozco y sé que te quiere y que su amor por vos sigue intacto- Gabriel no pudo evitar sonreír un poco al escuchar las palabras de su amigo.

Sólo con saber que su bebito lo quería, que todavía tenía alguna esperanza con él su corazón y todo su alrededor volvía a tener luz, esa que solo aparecía cuando escuchaba su nombre.

Todo entre ellos había sido tan diferente, tan especial, algo que jamás nunca había vivido con nadie.

-¿Lo decís enserio?- Preguntó ilusionado como un niño pequeño- Sé que me quiere- Afirmó- Pero también vi el dolor y la decepción en sus ojos- ¿Vos decís que me..... - No pudo terminar de decir.

Gastón sonrió mientras lo miraba- ¿Que te ama?- Terminó la frase por él- Obvio boludo- Golpeó la mano de su amigo- Son el bebito y el gordito- Se mordió el labio inferior y Gabriel lo miró con esperanza- Intentá recordar todo lo que hablaste con Tomás- Le recomendó- Yo he pensado algo, si todo sale bien muy pronto se sabrá la verdad.

Gabriel se levantó de su silla intrigado mientras enarcaba una ceja y miraba con curiosidad a su amigo, notaba que le estaba ocultando algo, quizás alguna locura que quería cometer.

Sea lo que fuera lo quería ayudar, iba a hacer todo para poder demostrarle a Renato que todo lo que siente por él es verdad.

Que cada mañana sonreía como un boludo cuando recordaba sus hoyuelos, que su corazón se aceleraba cuando lo tenia cerca.

Está deseando tenerlo cerca para decirle que lo ama.

-¿Que vas a hacer?- Preguntó algo confundido-Decime, yo también lo quiero saber- Se tocó el pelo nervioso- ¿Sabés cómo descubrir la verdad?- Volvió a preguntar.

Su amigo se levantó y colocó una mano en su hombro- Confia en mí ¿Si?- Preguntó- Vos ve a casa a descansar y pensá en lo que te he dicho, quizás puedas recordar algo que te pueda ayudar.