Un sueño

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Existir y vivir no es lo mismo, uno aprende a entender el significado de esos preceptos cuando el tiempo le permite analizar las cosas detenidamente.

Cuando no hay nada más por hacer, que observar, tratar de olvidar. Dejar atrás lo que no se puede recuperar.

Todos cavamos nuestro propio final, pero es imposible entenderlo hasta que es demasiado tarde. La imagen de viejos aliados me asalta cuando entro en esa línea de pensamiento, cuando las designaciones que les acompañan regresan exigiendo ser recordadas. Los humanos tienen dichos interesantes al respecto, en increíble como en una vida tan corta logran desarrollar tanto por compartir.

La nostalgia me asalta cada vez que lo veo, cada vez que comparo lo similares que pudimos ser. Cuando veo a los niños correr a mí alrededor, usar las piezas que nos rodean como escondites o armas imaginarias; cuando ríen haciendo chistes o bromas. Cuando platican sus secretos entre amigos, cuando usan mi vieja estructura para cubrirse del viento, es entonces cuando escucho la música en esta vieja chispa cantar.

Apago todos los censores transportándome entre esas carpetas que me permiten alejarme de la realidad. Reviviendo momentos preciados antes de perderlos una vez más.

Un toque de alegría se hace presente al oír sus risas, al verlos de pie frente a mi, al ver a mis héroes, a mis amigos; los retos que tenía.

Como las cosas mas triviales toman un significado mayor, pero es entonces cuando comprendes el porque de su actitud, cuando reconoces su dolor.

Ahora veo con claridad la mirada triste de mi comandante, ahora entiendo el porque de su decisión.

Comprendo la seriedad que vestía su primer oficial, ocultando sus preocupaciones, intentando quitar ese peso de nosotros, intentando aligerar la carga.

Puedo ver detrás de la eterna alegría de Impulse o de la pasividad de Loup.

Aún recuerdo como me enojaba cuando alguien me llamaba sparkling, inmaduro, niño.

Ahora entiendo el porque de esas palabras, que razón tenían en verdad, era tan tonto, creía que el mundo estaba en la palma de mi mano, sentía que todo lo podía realizar, desconocía el significado del miedo, de la precaución, caía en la actitud arrogante que muchos odiaban, sentía que era imparable. Que razón tenías cazador al decir que no todo era potencial, siempre hablabas con la verdad.

Muy tarde para hacer algo ahora, demasiado tarde para retractarse.

Puedo sentir la temperatura descender, se que eso indica el final de otro día; mis visitantes se marcharon tiempo atrás; pero ni siquiera lo note.

Sin embargo me siento un poco mejor, al menos algo bueno resulto.

...

El sol se oculta en el horizonte, las estrellas revelan su belleza, mientras la silueta del viejo vehículo se pierde entre los demás.

-¿Qué hay mas hermoso que ser capaz de recordar?

.....

-Este es el que te decía- Se escucho una voz.

-¿Estas seguro de que no es robado?- Continuo otro, esta vez el dueño parecía ser mayor.

-Estoy seguro- Replico la primera persona. El auto reactivo sus censores analizando la reacción de aquellos que le observaban.

Eran humanos, uno de mayor edad, quien le observaba con esperanzas, sus canas revelaban la experiencia que tenía, sus ojos dorados la vida que parecía terminar. Sus manos mostraban la fuerza de su trabajo, su sonrisa el alma pura que ese cuerpo encerraba. A su lado el joven parecía imitar los rasgos con el dorado en las pupilas y el castaño menos blanco.

El coche los analizo, solo eran nativos del lugar, inofensivos quizá, o tal vez era el momento que esperaba al final.

A él no le importo; se sentía tranquilo, estaba listo para ver a sus amigos una vez más.

-Una hermosa pieza de maquinaria, ¿sabías que hay muy pocos de este modelo?, realmente me pregunto quien habría sido capaz de abandonar esta belleza- Prosiguió el hombre aproximándose para pasar su mano sobre la superficie estropeada; el polvo abandono la fría figura dejando el rastro del toque altamente visible. La delicadeza del dueño solo revelaba su apreciación.

-500 caballos de fuerza, es velocidad pura- Continuo para sí entrecerrando sus ojos. Su sueño al fin parecía realizarse, después de todo siempre había deseado tener ese carro. Recordó sus días de juventud cuando caminando por la calle lo vio, no este pero si uno similar, la emoción al escuchar el motor, la sonrisa de su dueño quien simplemente agradeció el cumplido contenido en la emoción de un niño quien corrió detrás de el emocionado.

Revivió los instantes en los que impresionado lo admiraba, las imágenes de tinta plasmados en sus cuadernos, los dibujos recreados. Los estudios tras esa ilusión, cuando todos creyeron que no sabía de lo que hablaba.

-Todos tienen sus sueños, sus ilusiones; tú eres el mío- Susurro asomándose al interior del vehículo.

El coche no replico, pero su procesador no pudo olvidar esas palabras, algo en su interior se sintió bien, hace mucho que nadie le hablaba, hace mucho que nadie lo apreciaba. Tal vez jamás seria un guerreo de nuevo o un cazador ínter espacial; pero podía ser el sueño de un hombre que lo apreciaba. La ilusión de un ser que buscaba un significado de vida, igual que él.

-Dime Primus, ¿esta es la manera en la que debo redimir mi falta?- Se pregunto justo cuando la puerta del conductor se abrió. El hombre se sentó tomando el volante mientras cerraba los ojos. Sus manos presionaron esa delicada pieza transportándolo a su ilusión. La pista se ilumino frente a ellos, desintegrando ese óxido y suciedad. Sólo las luces del camino, el pavimento puro, las líneas de entrada.

El joven humano observo desde su posición sonriendo, con sus brazos cruzados admirando al hombre que llamaba padre. Cuanto había escuchado acerca de las ilusiones de su creador. Las grandes historias sobre las que hablaba; el porque de su profesión

Los dedos del joven recorrieron el cofre trazando los contornos de esas viejas líneas, el símbolo del mustang resalto bajo el polvo con su cromo tan familiar, con la promesa de un alma salvaje que necesitaba ser domada.

-Gracias por estar aquí para papa- Susurro el chico alejándose.

La confusión creció en el interior del mecha que ahí reposaba, no entendía del todo lo que estaba pasando, pero sabía que ellos no lo querían dañar, era la oportunidad de una nueva vida, -"Deja atrás esos recuerdos perdidos, aún puedes continuar".

Sin más el futuro dueño del Mustang se firmo esa noche, con la promesa de que el hombre volvería; esta vez para llevarlo a casa.

....

Todos tenemos sueños e ilusiones, solo los que no viven, son los que los abandonan o dejan pasar.

Terran Un mustang sin jineteWhere stories live. Discover now