¿What the hell is going here?

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18:43 hrs. Sábado... | | ... |

—Hava... Nagila, Hava Nagila hava... Nagila venismejá.

—Ken, eso es un canto hebreo...

—Tsk... Oe.

—¿Se puede saber por qué apagaste tu celular? Esto de llamarte al hotel y que me cantes como si fuera la contestadora cuando la recepcionista me pasa contigo...

—Va, va, pero caíste la primera vez jajaja.

—¡Ken! Tenemos muchas cosas que discutir, no bromees, estoy preocupado.

—No te hace mal reír un poco. Sobre eso, adivina con quién me encontré Tet.

—No quiero saber, sólo dime, ¿Gackt despertó? ¿Puedes venir con él a...?

—Es que eso es sobre él.

—¿Ah?

—Pero vengan al hotel y hablamos mejor.

—Ken no pue...

—Para continuar hablando deposite otra moneda. Hava Nagila, Hava Nagila venismejá... —colgó el teléfono.

—¿Qué pasó? —preguntó Yukkie.

—Nada, que Ken está jugando con el teléfono. Volvamos al hotel...

* * *

Minutos después...

En el hotel.

—Bien Ken, ya llegamos. Dime, ¿de qué querías hablar? —Habló Tetsu sosteniendo la puerta para que ingresaran Sakura y Yukkie, sin embargo estos se detuvieron junto a la puerta y entonces Tetsu cerró la puerta para adelantarse a ellos y quedar pasmado también.

—¿Qué? ¿Me pasó algo en el cabello? ¿Dónde está Gackt? ¿No venía caso con ustedes? —se extrañó el rubio.

—Ah... Ehr... ¿nos equivocamos de hotel? —Yukkie miraba confundido a los lados— o es que ya llegamos a Japón.

—No, anda. No van a creer lo que pasó —ésta vez Ken traía una bandeja de café sorprendiendo a todos. ¿Ken traía café y no cerveza? —Pero vengan, siéntense, tenemos mucho de qué hablar.

Todos tomaron asiento en la sala de estar. Las seis personas presentes se repartieron las tazas de café que había en la mesa, Ken se trajo una cerveza para sí mismo y dejó a los demás beber un sorbo antes de dar pie a la conversación.

—Bueno, no hay que perder tiempo —pero Tetsu interrumpió.

—Bien, esto es complicado pero por el bien de Gackt y todos en realidad, es menester explicar todo. Pero antes, ¿saben quién más vino aquí?


* * *

En algún lugar de Marruecos...




—¿Saku-chan?... ¡Saku-chan! —se detuvo en una banca al centro de un parque. —Ya... me rindo, se perdió y me dejó sólo... Me dejaron sólo.

Las personas transitaban ignorando a la muchacha sentada que jugaba con el chal que le había regalado uno de sus mejores amigos. Estaba anocheciendo. A pesar del clima cálido, el sentimiento de abandono le provocaba escalofríos a Hyde.

Los minutos pasaban y el vocal perdía la esperanza de ver a Sakura correr cerca buscándolo, si eso sucedía él podría correr a regañarlo por no seguirle y podrían volver juntos al hotel. Cada hombre alto y de negro que pasaba le daba la ilusión de ser Sakura, pero ya empezaba a desistir de la idea, si volvía al hotel, sería por su propia cuenta.

¿Dónde está Hyde?Onde as histórias ganham vida. Descobre agora