Narra Villa
Sentí el alivio más grande de toda mi vida al saber que Simón estaba bien. Cuando salimos del hospital un pequeño impulso me hizo tomar su mano para decirle que lo acompañaría a su casa si eso deseaba.
Simón: no quiero ir a mi casa si no le molesta villito...
Villa: amor... Eh eh... Simón
Comencé a toser repetidamente por el ligero error que había cometido...
Simón solamente empezó a reír mientras se sonrojaba y se cubría el rostro.
Simón: Juan Pablo Villamil (dijo casi a gritos) me acaba de decir...
Villa :shhhhh (le cubri la boca)
Simón: que pasa villito? (Rio fuertemente)
Me sonroje al verlo reírse y sin querer empecé a hacerlo yo también. Quería hacer uno de mis dramas pero su pequeña sonrisa. Me hizo desear acompañarlo.
Villa: nada Monchito, pero no se lo vaya a decir a nadie oyó?
Simón: y si se los digo que? ( se acercó y me miraba como retandome)
Villa: (tome despacio su cuello y susurre en su oído) Amor... Si me deja llamarlo así (sentí un pequeño asentimiento) mi vida entera te daré... (baje mas el volumen de mi voz) cuando nadie ve...
Simón me abrazo por la cintura y susurro igualmente:
"voy a fingir con mi mirada y mi sonrisa enamorada... Será una cosa de los dos"
Nos separamos y tome su mano.
Villa: Monchi... Entonces a donde quiere ir?
Sentí en su mano la bandita que le cubría donde antes estuvo la intravenosa. Me hizo recordar el que pude haberlo perdido. Y me respondí a mi mismo.
Villa: si no le molesta quiero llevarlo a mi casa..
Simón: no me molesta... Amor...
Tomo mi mano y empezó a saltar igual que aquellas princesas de los cuentos en medio del bosque. Solamente le faltaba cantarle a los animales. Porque de todos modos era como si fuera mi príncipe. Que en nuestro mundo nada pasaría. Y aunque algo pasara, estaríamos juntos para atravezarlo. Todo se sentía perfecto. Y aunque un poco mareado, estaba demasiado feliz. Tropezamos con las piernas del otro para caer en medio del césped del parque.
Villa: MONCHI! ESTA BIEN!!?
Simón se quedó unos segundos en silencio como para hacerme asustar. Tomó un bocado de aire y dijo.
Simón: si Villito, estoy mejor que nunca...
Y pasó su brazo detrás de mi cabeza.
Nos quedamos allí por horas. Decidiendo si las nubes parecían ranas o conejos. Pasaron tan rápido las horas que las nubes. Se transformaron en estrellas que ahora veíamos. Daban las 10, Simón la estaba bastante dormido y tenía miedo de que nos pasara algo si nos quedamos allí. A la interperie.
Decidí despertarlo lentamente...
Villa: Simón... Ya son casi las 10 hay que regresarnos a la casa.
Simón: (entredormido) está bien... (se paro) venga villito, vámonos (me cargó en brazos y entre risas llegamos a mi casa)
Simón respiraba fuertemente, se podía decir que jadeaba y sudaba un poco.
Simón: Villa... Si pienso seguir cargandolo. Debo obligarlo a hacer dieta
Me reí y le invite a pasar. Simon corrió al sofá y se sentó de un solo salto.
Simón sonrió.
"y ahora?"
Y yo tenía la misma pregunta...
