Perdi El Miedo...

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Narra Isa

Salimos de la casa de Papo sintiéndonos un poco extraños. Yo siempre dejo notar lo mucho que me gusta Martín. Pero de todos modos fue difícil para mí cuando Villa preguntó sobre el abrazo. Ese abrazo.

Pudo haberse tomado de una forma amistosa. Si mi boca no hubiera estado en su cuello. Ni mis brazos entrelazados en su espalda y mucho menos. Con Martín usando mi sombrero. El iconico sombrero.

Le pregunté a Martín si le gustaría ir a  mi casa. Martín asintió. Caminamos hasta allá. Hacia bastante frío para la época. Puso una de sus manos en mi bolsillo. Se sentía helada. Así que decidí poner mi mano junto a la suya. Que al rato,se calentó.
cuando llegamos a la casa me miró...

Martín: Isa... Que hacemos ahora.?

Isa: Martin... Usted... Sabe lo que está pasando...

Martin se sonrojo.

Martín:si.. Eso... Creo...

Isa: Martin... Sabe usted que no fue en vano mis noches en vela. Que no fueron por sufrir de un amor perdido. Sino por uno que nunca se tuvo?

Sabe acaso la razón por la que no tengo novia radica en una persona. No tan alta. De cabello largo. Unos ojos alegres y una sonrisa preciosa?
(baje el volumen de mi voz) sabe acaso que esa persona no es una chica... Sabe acaso que esa persona...

Martín: soy... Yo...?

Isa: (susurre en su oído) y quien mas podría ser?

Martín se torno valiente y me miró.

Martín: y usted sabe que deje de temerle a las alturas. Que empecé a amar la música de nuevas maneras. Que el ser pequeño me hacía sentir bien porque tendría alguien que me protegiera?... Que los sombreros me gustan. Y que amo la magia. Pero esa magia solo una persona me hace sentir? "

" Lo sabe?"

Isa: (sonreí) ahora ya lo se...

Me saque el sombrero. Tome a martín por la cintura. Lo besé y cubrí nuestros rostros con el sombrero. Si. Así como en las películas.

Su cuerpo estaba helado por el clima, pasé mis manos alrededor de toda su espalda. Mi toque lo hizo temblar. Así que lo abrace hacia mí sin dejar de besar sus labios. Subí mis manos hasta su cabello y lo solté. Amo ver a Martín de esa manera. Tan natural. Tan feliz. Tan dulce. Tan cerca...

Martín: Isa... Tengo frío...

Lo cargue y entrelazo sus piernas alrededor de mi cintura. Lo lleve hasta mi habitación. Para buscar una manta. La tomé. Aún con Martín en brazos y fuimos a la sala. Me recosté en el sofá y le hice señas para que se recostara entre mis brazos. Besé una vez más sus labios. Y deje que el pequeño baterista durmiera allí. Conmigo. Sintiéndose tan cálido y sin duda protegido.

Porque si hay algo para lo que viviré. Será por y para Martín.

Al poco tiempo de haber notado su sueño. También yo quedé profundamente dormido.

Mi sueño despiertoWhere stories live. Discover now