𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 ; yenyul

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Yena se despertó con Yuri en los brazos, fue la mejor noche que había dormido en su vida.

Decidió, hacerle un desayuno especial, le dejó un beso en la cabeza y la dejó descansando en la cama.

Decidió hacer unas tortitas. En verdad Yena no sabía cocinar muy bien, pero quería intentarlo por la pequeña Yuri.

–Unnie... –entraba medio dormira Yuri en la cocina.

–Buenos días –decía la mayor con una sonrisa en la cara–. Estoy haciendo tortitas, espero que te gusten

–Gracias unnie

–Y bien, ¿como has dormido? –preguntaba la mayor.

–Muy bien –decía muy alegre–. Sus brazos son muy cálidos.

Yena notó como estaba poniéndose roja.

–Y-yo me a-alegro Yuri –decía tímidamente–. A mi también me a resultado muy cómoda su cabeza en mi pecho –decía mientras dejaba las tortitas en la mesa.

–Si... Le podía oir los latidos

–¿Que te gustaría de acompañamiento?

–Chocolateeee –dijo emocionada la menor.

–De acuerdo –dijo Yena mientras se reía.

-♡-

–¿Así que has tenido a Yuri en casa? –preguntaba su mejor amigo.

–Sí... –dijo Yena mientras lo recordaba.

–Y bien, cuentamelo todo –dijo Sihoon mientras se acomodaba con los codos en la mesa.

–Ay Sihoon, eres muy cotilla –se quejaba la mayor.

–¿Aun no me conoces? –dijo mientras reía.

–Sihoon... –decía mientras se reía.

Los dos, como habían acordado se encontraban juntos para todo el día así que decidieron ir a un restaurante chino a comer, luego irían a casa de Sihoon donde bailarian o harían cualquier cosa.

–¿Bueno entonces me vas a contar algo o qué? –seguía insistiendo su mejor amigo.

–Bueno... –decía con una sonrisa en la cara la mayor.

–Oh va Yenaaaaa. Cuentamelooooo –insistir su mejor amigo.

–Esta bien... –decía su Yena sonrojandose.

–Bueno como te dije –seguía hablando Yena–, al principio la cague un poco, pero yo creo que mejoré la situación

–Cuenta cuenta –decía curioso su mejor amigo.

–Bueno pues, se ve que le estaba pasando algo, pues siempre la encuentro malherida entonces le pregunte si me lo podía contar, pero me dijo que no tenía la suficiente confianza aún...

–Oh, ¿enserio? –decía apenado.

–Si... Pero luego fuimos a ver una película y se quedó dormida en mi hombro –decía tontamente.

–AHHHH –fangrileaba su mejor amigo.

–Y... –continuaba Yena.