El cielo estaba oscuro mientras la luna brillaba intensamente. Las estrellas habían iluminado todo el cielo nocturno agregando una muy hermosa imagen de cómo debería ser realmente la noche en la tierra. En medio del muy hermoso paisaje, se escucharon fuertes respiraciones y fuertes pasos. Alrededor de este tiempo, se podía ver a una pequeña niña caminando de un edificio a otro. Y parecía estar escondida por el miedo. Rápidamente corrió hacia otro edificio, escondiéndose justo detrás de él mientras que miraba desde la pared en la que se esta apoyando. Tenía el pelo negro ligeramente largo que le llegaba hasta los hombros. Tenía los ojos violetas y llevaba un kimono azul oscuro casual con sandalias lisas.
"Yo sabía que no debería haberlo curado" pensó la niña al ver que no había nadie alrededor, salió en silencio y comenzó a mirar de lado a lado con sumo cuidado
"Bien, la salida está justo hay" la niña pensó y respiró muy hondo cuando comenzó a correr hacia la salida. Cuando estaba a punto de alcanzar la salida, sintió una gran presencia detrás de ella que la hizo congelarse en su lugar
"Akeno Himejima. Finalmente te encontré" dijo una voz masculina
La niña llamada akeno himejima se dio vuelta con miedo al poder ver de qué estaba tratando de esconderse. Era un hombre con cabello castaño corto que llevaba una túnica larga y de color negro con una bufanda larga alrededor del cuello que tenía dos cruces en los extremos de ambos lados. Las personas detrás de él usan ropa de manera muy similar
"¿¡Que quieres de mi!?" la niña gritó cuando comenzó a llorar al reconocer quién era. El hombre sonrió con mucho sadismo
"El clan himejima quiere que te eliminen debido a tu repulsiva sangre" el hombre dijo
Akeno abrió mucho los dos ojos cuando miro al hombre dar un paso adelante. Metió la mano en su túnica con cuidado y sacó una empuñadura gris. Fue entonces cuando una luz amarilla surgió de ella, formando una espada ...
"¡Ahora muere!" gritó mientras cargaba contra akeno
Akeno que estaba muy congelada en estado de shock solo cerro los ojos esperando su muerte
"¡No tan rápido!" gritó una voz que llamó la atención de ambos provocando que vean hacia la dirección de dicha voz
Akeno vislumbró un borrón de dolor dorado intenso. Parecía que el desenfoque la abordaba, akeno abrió lentamente los ojos para ver a un hombre peliazul y ojos de color azul vistiendo una armadura dorada totalmente
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