-¿Como llegaste aquí? -me pregunta, pero no puedo escuchar bien su voz porque mi mente ya se está desvaneciendo.
-Tú fuiste los faros que me estaban guiando durante mi noche. -susurro antes de quedarme inconsciente.
Historia de @blakeamole todos los...
"I still get crazy every time I hear your name" —Meghan Trainor
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Reece
No se que estuve pensando cuando la vi, en esa blusa de rayas y pantalones ajustados. Mi cerebro estaba vacío, solamente diciendo "oh, mierda" una y otra vez.
Se veía hermosa. Su cabello ya no estaba largo, ni siquiera tocaba sus hombros. Y lo había teñido de un rubio claro, casi color blanco. Estaba usando labial de un rojo brillante que resaltaba el color de su piel.
Se veía como un ángel, para ser sinceros.
No me había dado cuenta de cuanto la extrañaba hasta que la vi. No era porque se veía bonita como siempre sino se veía tan madura. Solo había pasado un año y medio desde la ultima vez que la vi pero se sentía como décadas.
A pesar de haber estado con Anaïs durante el tiempo en que no veía a Emma, tenía que admitir que aún no superaba a Em. Aún estaba enamorado de ella de la manera que había estado hace tres años. Y Anaïs lo sabía. Esa era una de las razones por la que rompimos. Otra razón era que hasta la había llamado Emma una vez.
Desde que Emma se había ido aprendí a vivir medio vivo. Cuando los días se habían convertido en meses y los meses en años para que el dolor desapareciera, el enojo llegó.
El que ella tuvo que pretender que me amaba de la manera que yo lo hacía. El que ella se fue cuando más necesitaba su apoyo. El que no era lo suficiente importante para ella para tenerme cerca.
—¡Reece! —mi mamá llamó desde abajo. —George y Blake están aquí.
Me levanté de un brinco. Estaba tan atrapado en mis pensamientos que había olvidado que tenía que recogerlos en la estación de tren. Los dos se iban a quedar por las vacaciones de Año Nuevo.
Bajé las escaleras corriendo para ver a un Blake enojado y a un George sonriente parados en la puerta de enfrente.
—¿Por qué no fuiste por nosotros? —Blake preguntó reprochando.
—¡Lo siento mucho! —dije. —Me debí de haber quedado dormido de alguna forma.
Mentí. Pero, ¿cómo se suponía que iba a decirles que estaba tan metido en mis pensamientos sobre mi ex novia que no había notado que tenía que recogerlos?
—No te enojes. —George sonrió. —De hecho, nos encontramos a alguien.
—¿A quién se encontraron? —asumí que no habían sido fans porque era muy casual para hablarlo de esa manera.
Los chicos tomaron sus maletas y las subieron a mi cuarto. Luego se sentaron en mi cama y yo me senté en el suelo. Siempre prefería sentarme en el suelo, no sé por qué.
—A Emma. ¿La chica del concierto de caridad? ¿Te acuerdas de ella? —todo el rostro de George se iluminó como árbol de navidad. El mío, al contrario, se oscureció.
