30-

88 9 37
                                    

Narra Awsten.*

Iba corriendo lo más rápido que me permitían mis piernas, esquive a unas cuantas personas, aunque tal vez empuje a uno que otro alumno, incluso tuve que ignorar a mis amigos, para poder llegar pronto a mi habitación, enserio rogaba porque nadie más se atravesara en mi camino. 

Tal vez me hubiese detenido un momento para poder respirar bien, pero en lugar de eso corrí como un maldito loco, parecía que alguien venia detrás de mi. Apenas estuve frente a la puerta de mi dormitorio, me detuve para poder respirar aunque sea solo un poco.

Estúpido oxigeno, sino fueran tan necesario, seguro que cuando... Eso no importa, rayos, debo concentrarme en lo que voy a decir. Abrí la puerta de forma tranquila, Kellin estaba sentado en la silla giratoria, no me presto atención. Por el momento.   

-¡Tienes que correr! ¡Huir del país! -Grite histérico. -¡Vamos a morir! 

Todo eso fue lo primero que le dije a Kellin en cuanto entre a la habitación, estaba claro que me encontraba bastante sudado y mi cabello se pegaba mi frente, además de que podía sentir como mis mejillas estaban rojas, mi respiración aún estaba un poco agitada a simple vista cualquiera podría pensar mal, lo cual seria genial. 

¡Pero no! Tuve que salir corriendo como alma que lleva el diablo para poder llegar hasta aquí. 

Vi como Kellin giraba levemente su cuerpo hacia la computadora, hacia algo por unos simples segundos y nuevamente volvió a girar por completamente su cuerpo para poder verme mejor, Quinn se cruzo de brazos esperando algún tipo de explicación, lo único que pude hacer en ese momento, fue levantar mis cejas, como si le hubiera dicho lo obvio. 

-¿Qué haces? Kellin, ya te dije que tienes que correr, huir y jamás regresar a Estado Unidos, es más podría irte a México, siempre dijiste que querías visitar la nación de Vic. 

-Eso ya lo se. -Respondió de lo más natural.-

-Puedes irte a Los Cabos ¡A alguna maldita playa!

-Awsten, no me voy a ir a ningún lado, sino me dices que es lo que te sucede. -Se levanto. -¿Por qué estas tan asustado? 

-¡Porque ya viene! -Volví  gritar. -Por eso mismo tienes que huir, a donde no te pueda encontrar nunca. 

-Me rindo, enserio no entiendo. -Volvió a tomar asiento. -Puedes relajarte y luego me dices. -Abrió su computadora y siguió escribiendo. -Regresa más tarde.  

-Kellin, tienes que irte de esta universidad y comenzar una nueva vida en Chicago, Londres, Miami, no se, en otro lado. -Me coloque a su lado, y lo tome de sus hombros para sacudirlo dramáticamente. -¡Mullins viene para acá! 

Y parecía que eso si lo escucho fuerte y claro, con cuidado me tomo de mis hermosas manos y las quito de sus huesudos hombros para poder mirarme bien a la cara. 

-¿Qué dijiste?

-Kellin, no estamos para que te lo repita. 

-No Awsten, es que eso tiene que ser una maldita broma, ese tipo no podía llegar así nada más, Matty no puede dejar Boston solo para venirse a vivir a Nueva York, seria una completa tontería.

-Pues parece que él se lo esta tomando muy enserio. -Respondí fastidiado. -¿Te vas a ir o que? 

-Eso no importa ¿Cómo sabes que él viene para acá?

-Facebook. -Respondí al mismo tiempo que pasaba una mano por mi cabello. -Ahí decía que viene para acá. 

-Awsten, puede ser que él solo venga de visita, además Nueva York es muy grande, puede ir a cualquier lado. 

H O M O F O B I A -Kandy-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora